Filosofos Importantes
rogelioyussef16 de Marzo de 2015
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Heráclito de Éfeso:
Pensamiento
Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza, siguiendo la línea abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar:
a) La afirmación del cambio o devenir de la realidad, este cosmos [el mismo de todos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.
b) b) La oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión o guerra entre los elementos. Conviene saber que la guerra es común a todas las cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad.
c) c) Ahora bien, esa "guerra" está sometida a una ley universal, “el Logos”, que podemos interpretar como razón, proporción, que regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de todo lo real. No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consigo mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira.
Parménides de Elea:
Pensamiento
En dicho poema, luego de un proemio de carácter religioso, en el que el autor realiza una serie de invocaciones para conseguir el favor de una diosa no identificada con el objeto de poder acceder al verdadero conocimiento, Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio. El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones.
El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento.
Ea, pues, que yo voy a contarte (y presta tu atención al relato que me oigas)
los únicos caminos de búsqueda que cabe concebir:
el uno, el de que es y no es posible que no sea,
es ruta de Persuasión, pues acompaña a la Verdad;
el otro, el de que no es y el de que es preciso que no sea,
este te aseguro que es sendero totalmente inescrutable.
La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues él no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. ("Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay.") Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado". Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea."). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es.
"Y ya sólo la mención de una vía
queda; la de que es. Y en ella hay señales
en abundancia; que ello, como es, es ingénito e imperecedero,
entero, único, inmutable y completo."
Afirma Parménides en estas líneas la unidad e identidad del ser. El ser es, lo uno es. La afirmación del ser se opone al cambio, al devenir, y a la multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la realidad que habían afirmado los filósofos jonios y los pitagóricos, Parménides alzara su voz que habla en nombre de la razón: la afirmación de que algo cambia supone el reconocimiento de que ahora "es" algo que "no era" antes, lo que resultaría contradictorio y, por lo tanto, inaceptable. La afirmación del cambio supone la aceptación de este paso del "ser" "al "no ser" o viceversa, pero este paso es imposible, dice Parménides, puesto que el "no ser" no es.
El ser es ingénito, pues, dice Parménides ¿qué origen le buscarías? Si dices que procede del ser entonces no hay procedencia, puesto que ya es; y si dices que procede del "no ser" caerías en la contradicción de concebir el "no ser " como "ser", lo cual resulta inadmisible. Por la misma razón es imperecedero, ya que si dejara de ser ¿en qué se convertiría? En "no ser " es imposible, porque él no ser no es... ("así queda extinguido nacimiento y, como cosa nunca oída, destrucción")
El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo que excluye la multiplicidad. Para admitir la división del ser tendríamos que reconocer la existencia del vacío, es decir, del no ser, lo cual es imposible. ¿Qué separaría esas "divisiones" del ser? La nada es imposible pensarlo, pues no existe; y si fuera algún tipo de ser, entonces no habría división. La continuidad de del ser se impone necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente, ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de unos límites que lo encierran por todos lados.
El ser es inmóvil, pues, de lo visto anteriormente queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer, ni cambiar de lugar, para lo que sería necesario afirmar la existencia del no ser, del vacío, lo cual resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor por una parte que por otra, ni haber más ser en una parte que en otra, por lo que Parménides termina representándolo como una esfera en la que el ser se encuentra igualmente distribuido por doquier, permaneciendo idéntico a sí mismo.
El ser al que se refiere Parménides es material, por lo que difícilmente puede ser considerado éste el padre del idealismo. El hecho de que Platón, posteriormente, aceptando los postulados parmenídeos, identificara a ese ser con la Idea, no debe ser extrapolado históricamente hasta el punto de llegar a afirmar que Parménides interpretaba el ser como algo no material. La afirmación de que del ser es Uno, finito, parece indicar claramente una concepción material del ser.
Por lo demás, la asociación de la vía de la verdad con el pensamiento racional y de la vía de la opinión con la sensación parece poder aceptarse, aunque sin llegar a la claridad de la distinción que encontramos en Platón. Efectivamente, Parménides afirma en el poema la superioridad del conocimiento que se atiene a la reflexión de la razón, frente a la vía de la opinión que parece surgir a partir del conocimiento sensible. Pero el conocimiento sensible es un conocimiento ilusorio, apariencia. Podemos aceptar pues que Parménides introduce la distinción entre razón y sensación, entre verdad y apariencia.
Pitágoras:
PENSAMIENTO
El pensamiento de Pitágoras lo dividiremos en dos secciones:
• Aspecto místico de su doctrina.
• Aspecto científico de su doctrina.
El aspecto místico de la doctrina pitagórica abarca los tres niveles siguientes: 1) Doctrina de la transmigración de las almas. 2) Parentesco de los seres vivos. 3) Reglas de abstinencia y otras prohibiciones.
1. DOCTRINA TRANSMIGRACIÓN DE LAS ALMAS: Los textos parecen ser muy claros. De todos modos se ha sugerido que la negativa de Heródoto, a mencionar nombres indicaría que no estaba hablando de Pitágoras, sino de sus propios contemporáneos. Stein sugiere que se estaba refiriendo a Empédocles. Sin embargo, la expresión los unos antes y otros más tarde parece que se está refiriendo a Pitágoras y a los órficos. Hay otras citas, además, que prueban que Pitágoras creyó en la transmigración de las almas. Diógenes Laercio nos dice que incluso Pitágoras pretendía recordar sus cuatro reencarnaciones anteriores.
2. PARENTESCO DE LOS SERES VIVOS: Existen citas que demuestran que Pitágoras creía que las almas podían reencarnarse en forma de seres vivos que eran distintos al ser humano. Esto sugiere que creía en el parentesco de todos los seres vivientes. En este contexto, de la lectura de las citas se podrían deducir lo siguiente: a) El alma es inmortal. b) Se producen sucesivas reencarnaciones, y, por tanto, ciclos periódicos de los mismos acontecimientos. Parece que los pitagóricos creían que las almas de los hombres se reencarnaban cada 216 años (la elección de este número se debía a que era el cubo de 6); y que, curiosamente, los estoicos adoptarían tal número para su teoría de la ecriprosis), c) Existe un parentesco entre todos los seres vivos. Es posible que Pitágoras creyera que la reencarnación podría llevarse a cabo a partir de cualquier ser vivo dado que, entre las reglas de la hermandad, estaba prohibido comer determinadas plantas.
3. REGLAS DE ABSTINENCIA Y OTRAS PROHIBICIONES: Sobre la base de su creencia en el parentesco de todos los seres vivos (también en la transmigración de las almas y, posiblemente otros motivos que desconocemos), algunos escritores tardíos atribuyeron a la secta de los pitagóricos, ciertas formas de abstinencia. Aunque las reglas de abstinencia parecen estar relacionadas con la creencia en el parentesco de todos los seres vivos, muchas de las reglas parecen estar relacionadas con otras cuestiones.
Tras la muerte de Pitágoras la escuela parece que se dividió en dos sectas. Una de ellas denominaba Acusmática mantuvo el aspecto místico de las doctrinas de Pitágoras; la otra, denominada Matemática se ciñó al campo científico. Todo ello parece demostrar que Pitágoras no se ciñó exclusivamente al ámbito religioso sino que también se interesó por cuestiones
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