Filosofía Educativa

INTRODUCCIÓN

“La meta fundamental de la educación es establece tendencias para escoger. Pero la elección siempre implica alternativas entre lo mejor y lo peor, lo correcto y lo indebido” (Harry Broudy (1977).

Los humanos somos materia viva, que estamos en constante permutación, desde el origen de la vida y la etapa evolutiva, hasta nuestras fechas de modernidad, en la que aún nos podemos distinguir como seres imperfectos, que luchamos para superarnos a nosotros mismos y a la sociedad en la que estamos inmersos.

Para que ocurra el progreso del que iniciamos hablando, existe una fuente de poder que es indispensable y que perdura todo el tiempo que así lo necesitemos: “La educación”.

Con diferentes autores, como, Francisco Larroyo, Harry Broudy, Jorge Yarce, Octavi Fullat, y la colaboración de la fundación Restrepo, se analizará como el hombre es un ser educado y que educa a sus semejantes, para intentar convertirse en un “humano integral”. A su vez, este ensayo permitirá una reflexión sobre los elementos indispensables y carecientes en la mayoría de la sociedad, para lograr obtener una formación integral: Valores y virtudes.

Así pues, no me queda más que, proporcionarle algunos minutos de análisis y meditación, sobre la antropología y la formación moral, con la finalidad de contribuir favorablemente al acervo educativo y cultural de quién lee estas líneas.

ENSAYO:

“El ser humano a través de quienes han hablado sobre él, se ha considerado frecuentemente un ente distinto, no aceptando obedecer, disuelto en la plisare, en la naturaleza física” (Octavi Fullat, 1997)

Todo lo que se encuentra en el mundo, siempre está en constante progreso, evolucionando con todo lo que este a su paso, pues es parte de la ley de la vida “renovar o morir”. Así, plantas, animales y los seres humanos, nos concentramos en un proceso de cambio permanente, hasta que el límite de vida no los permita.

A diferencia de todos los seres vivos, los humanos son los únicos, que no solo se transforman físicamente, sino mentalmente, a través del raciocinio, pasando por una etapa en la que son totalmente dependiente de otra persona, al punto que son capaces de enfrentarse al mundo, por medio un cuerpo fuerte y desarrollado que le permita desempeñar acciones, y con un acumulo intelectual y emocional.

Sin embargo, diferentes científicos y autores, a través del tiempo, han realizado y postulado investigaciones sobre el hombre y su similitud con el animal, inicialmente relacionándolo con la explicación del surgimiento de la raza humana, a través de los “simios”. En lo personal, me gusta filosofar y meditar, con esa etapa progresiva, de animal a hombre, como fue transformando su cuerpo y principalmente el nivel madurativo que iba adquiriendo, pasando de “acierto y error” para lograr a un objetivo, hasta el razonar y crear estrategias para una determinada acción.

El autor Octavi Fullat (1997), hace mención, sobre Platón, quien define al hombre, como un animal humano, hablante, social, político sin ser divino, es decir sin ser deidad suprema (Octavi Fullat, 1997). Con esto explica, como el hombre, siendo un ente en constante movimiento de aprendizaje, será un animal con la capacidad de pensar y transformar, sin ningún tipo de divinidad o poder superior o similar a “dios”.

Utilizar adecuadamente el cuerpo, principalmente la mente, es la base, para llegar al hombre íntegro, al humano evolucionado, tomando en cuenta una serie de aspectos importantes, como son la educación y la moral, que más adelante se detallarán.

A lo largo de este ensayo, se ha realizado comparaciones de los animales con los humanos, se dejó en manifiesto, que el humano es un animal capaz de evolucionar integralmente, pero para llegar a esto, ¿qué influye?

Las personas, con nuestras múltiples neuronas, que nos permite desarrollar capacidades impresionantes de pensar, razonar e imaginar, somos únicas en ser educadas. En esto proceso, va de la mano factores como la herencia de conocimientos, costumbres e ideologías, así como la modificación de este acumulo con los nuevos conocimientos y las orientaciones recibidas por un tutor.

Francisco Larroyo (1977) menciona que “el educar pertenece al ser del hombre originaría e inseparablemente: es una función de lo que es, de la realidad” (p.156). Por lo que indiscutiblemente, la educación fue, es y será un medio que permite actualizarse de lo que demanda la realidad, la sociedad y todo lo que lo rodea.

Al estar inseparablemente de la función de educar, el hombre además de tener la necesidad de instruirse para adaptarse a las exigencias de la realidad, se convierte en un modelo de enseñanza para otra persona o grupo de personas, convirtiéndose así inconsciente

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