Filosofía

Diversas formas de pensar el mundo: el sentido común

Te habrás dado cuenta que cuando naciste ya existía un mundo que te rodeaba; naciste en un mundo ya dado, esto es, ya estaban toda una serie de elementos que conformaron tu realidad, que aprendiste a reconocer poco a poco de forma espontánea, que aprendiste a saber cómo funcionaban y que fueron los que configuraron tu primera visión del mundo.

Esta primera visión de la realidad representa nuestra primera forma de pensar el mundo. Es la visión de un mundo que conocemos de manera práctica, en el que nos movemos de manera intuitiva, inmediata, en el aquí y el ahora, y en el que aprendemos a resolver problemas de manera empírica, práctica, todavía sin reflexionar en el cómo y el por qué. Es el mundo del sentido común. El sentido común reúne todas las opiniones, creencias, hábitos, toda la llamada sabiduría popular de la cultura en la que estamos inmersos. En el sentido común funciona la llamada inteligencia práctica.

Por inteligencia entendemos esa capacidad y/o aptitud que desarrollamos para organizar conductas, descubrir valores, inventar proyectos, plantear y solucionar problemas. Por inteligencia práctica entendemos la capacidad peculiar para conocer y transformar la realidad inmediata sin adentrarse todavía en el porqué de las cosas. Es decir, cuando nos preguntamos por las cosas, lo hacemos siempre en función de nuestros intereses personales, y no somos capaces de preguntar más allá de la utilidad de las cosas. Así, generalmente preguntamos ante cualquier objeto ¿para qué me sirve? o ¿cómo me afecta? con lo que vemos que la pregunta nunca deja de lado la voluntad e interés personal.

En el mundo del sentido común no se pone en cuestión lo que existe, pues forma parte de una comunidad histórica heredada con cierto orden y cohesión. Es decir, en este mundo no estamos arrojados dentro de una suma confusa de objetos sin sentido, sino que vivimos conforme a una estructura comprensiva y comunitaria. En nuestra actitud natural no se nos ocurre poner en cuestión el mundo, porque lo damos por supuesto, porque las cosas conforman un orden ya establecido.

Es por esto que el sentido común es la forma más inmediata de conocimiento, es la primera forma en la que nos apropiamos del mundo y de cómo lo experimentamos. Nos permite comparar, diferenciar y discriminar datos de los sentidos, teniendo en cuenta el medio que nos rodea. Por ejemplo, un habitante del D.F. intuitivamente sabe cómo cruzar un eje vial, mientras que un habitante de la zona rural no necesita de un reloj para poder saber la hora, ya que conoce la orientación del sol, es decir, los sucesos forman simplemente parte de la llamada cotidianidad, y por esto generalmente no lo cuestionamos, ya que al ser parte de la vida diaria tendemos a repetir la forma en que hacemos las cosas, pues de esta manera funcionan sin complicaciones, es decir, el sentido común funciona sin reflexionar porque funciona con base en la repetición.

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