George Orwell.
jnddrlSíntesis9 de Junio de 2015
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En la novela de George Orwell, 1984, se refleja una sociedad con un gobierno completamente totalitarista y autoritario. Esta vive manipulada por el gobierno y los medios de comunicación, ambos representados como “EL GRAN HERMANO”. Mi pregunta es: ¿Hasta qué punto los medios de comunicación pueden influenciar una sociedad solo por estar a favor o en contra de un poder político o económico? Desde siempre han existido diferentes tipos de gobierno dominantes y controladores, que con la ayuda de los medios han podido lograr sus demandas. Pero, al final, siempre triunfa el grupo rebelde, mayormente conformado por letrados racionalistas. En una sociedad como la de 1984, Londres, Oceanía, nadie está permitido a cualquier tipo de cultura. Mientras haya más gente ignorante, más control puede haber sobre ellas.
Los personajes de la novela están constantemente sometidos al Gran Hermano y son controlados por este en cada aspecto de sus vidas. Regula cada acción que hacen y los manipula mediante los medios de información. Ellos mismo confían ciegamente en el Estado y lo veneran porque piensan que son menos que él. A pesar de eso, a medida que los gobernantes defraudan a la población, se genera un rechazo generalizado que se manifiesta en diferentes magnitudes. Por ejemplo, la misma Hermandad, es un rechazo completo a la dictadura del Gran Hermano, como también lo es Winston escapándose a comprar un diario o un par de libros al barrio del proletariado.
Los medios de comunicación seducen a la sociedad a que odien a los demás. Que odien a Goldstein, a Eurasia, a su sexo opuesto. Después de que logran convencer a Winston y a Julia de que se habían traicionado el uno al otro, les lavaron el cerebro y obligaron a que vuelvan a odiar todo. A pesar de que ellos se amaban, el amor hacia el Gran Hermano era mucho más grande y no pudieron lograr escapar de ello.
El Estado engaña a la sociedad dándoles una falsa libertad, les dice que nada es ilegal porque no hay leyes, pero ellos viven aterrados de ser encontrados pensando en algo indebido o que no encaje en los estándares que se les obliga a vivir. No tienen libertad ni en sus propias casas, no existe intimidad o privacidad. Son perseguidos por las telepantallas que se les instalan en sus casas. Si trabajaban para el Partido Único, no podían relacionarse con sus otros colegas fuera del trabajo. No cumplir con ello podía considerarse como una falta grave hacia el partido y las consecuencias siempre eran temidas.
Londres se asemeja a nuestra realidad actual, en base que en los países en vías de desarrollo, no tienen a la educación como prioridad número uno. Esto es así porque quieren tener más control en la gente para poder manipularlos más fácilmente. En nuestro Perú, año 2015, nos ponen programas televisivos como “Combate” o “Esto es Guerra” para distraernos y entretenernos. Pero, ¿entretenernos con qué? Con programas con muy baja cultura que nos atonta cada día más. Nos muestran noticias repetitivas para que nos preocupemos por lo que no es importante. Los medios son los que permiten decidir qué se puede publicar o no, de quién se puede hablar o no y corregir aquello que perjudique la imagen de alguna figura relevante. Es claro, además, que el material que difunden los medios puede influir directa o indirectamente en la opinión de los consumidores y cada uno de los grupos radiales o televisivos tiene su propia ideología, que ya está definida.
Si los ciudadanos se preocuparan en capacitarse y culturizaran, tendrían muchas más herramientas para defenderse en los temas importantes y trascendentales de ese momento y hasta rebelarse frente a ese sistema que no les da lo que realmente necesitan. El periodismo ha sido manchado por la información que ha sido difundida por razones de conveniencia
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