Hacia la felicidad

Ernesto vivía lejos de la ciudad, en un pueblo en el cual había muchas carencias y las enfermedades estaban a la orden del día, en ocasiones la gente moría porque no recibían las atenciones necesarias o quizás por falta de recursos. Ernesto cursaba el ultimo grado en la preparatoria y era un chico muy inteligente, en los últimos meses había ahorrado porque su sueño era entrar a la universidad, aunque aún no tenía definido qué carrera cursar; él era el mayor de tres hijos que tuvieron sus padres y desafortunadamente su hermano menor estaba enfermo y sus padres no tenían para comprar sus medicinas y menos para llevarlo a la ciudad a que lo revisaran de una manera más completa.

Un día se encontraba en la escuela y le avisaron que su hermano se había puesto muy mal, dejo sus clases y regreso a casa, al llegar se dio cuenta que efectivamente su hermano se veía muy mal y quizás podía morir; sin pensarlo le dijo a sus papás que tenía un dinero ahorrado y les explico para que lo estaba guardando, al principio ellos no querían aceptarlo ya que con esfuerzo lo había juntado, pero él insistió y lo aceptaron. Después de un largo viaje llegaron a la ciudad,  y ya en el hospital el medico les dijo que su hermano tenia una enfermedad la cual tenia que ser operada para evitar que se desarrollara aun mas; sus papàs muy tristes por la falta de dinero no sabían que hacer y regresaron a su casa.

Ernesto tenia una idea, trabajar por las tardes después de sus clases, y asi lo hizo, comenzó a trabajar en una fondita atendiendo a los clientes; a los pocos días la dueña del negocio se dio cuenta que Ernesto era muy ágil y su simpatía para atender atrajo muchos clientes por lo que decidio aumentarle el sueldo. En menos de lo que pensó Ernesto junto una parte de lo que se requeria para la cirugía y se lo dio a sus papás la otra parte la consiguieron ellos.

Le realizaron la cirugía a su hermano y Ernesto se sentía feliz por haber ayudado a su familia pero además porque gracias a su amabilidad la fondita había conseguido mas clientes que antes, la señora muy agradecida le daba algunas cosas para que le llevara a sus papás y hermanos además de su sueldo; con esto pudo conseguir nuevamente el dinero que había ahorrado e hizo su examen para la universidad. La cirugía salio muy bien y su hermano por fin estaba sano.

Después de unos meses salieron los resultados que Ernesto muy ancioso esperaba; no lo podía creer, había obtenido el puntaje necesario para ingresar a la universidad y estudiar medicina, para el era una felicidad inmensa. Al cabo de unos años termino la carrera y se convirtió en medico, el se consideraba una persona afortunada por haber conseguido muchas cosas buenas, y lo que mas feliz lo hacia era ejercer una profesión para poder ayudar a las personas y a su familia.

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