ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Hermeneutica


Enviado por   •  27 de Noviembre de 2012  •  1.769 Palabras (8 Páginas)  •  408 Visitas

Página 1 de 8

Hans Georg Gadamer (1900-2002) es con- siderado el padre de la hermenéutica filosófica con- temporánea. La hermenéutica o arte de la inter- pretación es antiquísima, se remonta a los orígenes de la escritura y a la necesidad de encontrar el sen- tido de los textos. La obra del teólogo alemán Friedrich Daniel Ernst Schleiermacher marca un giro decisivo en la historia de la hermenéutica. Hasta antes de él se conocían hermenéuticas espe- cíficas de las disciplinas dedicadas a interpretar los textos legales, literarios o religiosos. Schleiermacher propuso la sistematización de la hermenéutica ge- neral como arte del comprender mismo, que sir- viera de base a las teorías y metodologías para la interpretación de textos. Gadamer se propuso de- sarrollar una nueva teoría de la experiencia her- menéutica en toda su extensión, recogiendo los hallazgos de Schleiermacher y otros pensadores, como Wilhelm Dilthey y Martin Heidegger.1

La hermenéutica filosófica es el arte del enten- dimiento2 que consiste en reconocer como prin- cipio supremo el dejar abierto el diálogo.3 Se orien- ta a la comprensión, que consiste ante todo en que uno puede considerar y reconsiderar lo que piensa su interlocutor, aunque no esté de acuerdo con él o ella. Es un saber peculiar: lo mucho que queda por decir cuando algo se dice.4 La culmina- ción sería llegar a ponerse de acuerdo.5 Gadamer insistió en que la peculiaridad de la hermenéutica filosófica que él se esforzó en desarrollar radica en poner de relieve el carácter fundamentalmente móvil de la existencia, que es lo que constituye el

carácter específico y finito del ser humano y abar- ca la totalidad de la experiencia humana.6 La mo- vilidad a la que se refiere remite a las formas siem- pre provisionales de la comprensión. La insistencia en la finitud de la existencia y, por tanto, de la comprensión, pretende subrayar el alcance de todo conocimiento, en claro contraste con la preten- sión de tener un conocimiento objetivo como el que persiguen las ciencias, como si fuera posible asentar su carácter definitivo por el mero recurso del método y, lo que es más importante, como si de ese modo fuera posible que el ser humano lo- grara una comprensión definitiva de sí mismo. Hay que contar con la posibilidad de que exista des- acuerdo y, a partir de él, retomar la conversación una y otra vez.

La pretensión de Gadamer es integrar el pro- greso de la ciencia y el del pensamiento en una concepción unitaria de la experiencia del mundo que se fundamenta en un lenguaje común. Su in- tención se orienta a comprender las condiciones de la solidaridad humana. Su punto de partida es la experiencia de la finitud de la comprensión, que se desprende del ser humano. La insistencia en el método no nos lleva a la verdad. La filosofía es más que saber verdades. Al tratar de establecer los límites de la ciencia y de sus pretensiones de obje- tividad, la hermenéutica como experiencia deja abierta la puerta a una manifestación del ser, por encima de los límites evidentes del contexto in- mediato. Aquí se evidencia hasta qué punto Gadamer hizo suya la tesis heideggeriana que afirma que “el lenguaje es la casa del ser”. Pero para comprender hay que comenzar por reconocer que lo dicho en una conversación no es lo decisivo. Lo que hace que lo dicho se convierta en palabra es lo no dicho que en lo dicho podamos captar. Hablar es buscar la palabra. Encontrarla es rebasar un lí- mite. Quien de verdad quiere hablarle a alguien, comunicarse, busca la palabra adecuada, porque cree que lo que no logra decirse está por encima de los límites de lo finito; precisamente porque no se consigue, comienza a resonar en el otro.7

Gadamer llega a hablar de la necesidad de aprender la “virtud hermenéutica”: la exigencia de, ante todo, comprender al otro. El sujeto está en relación consigo mismo, se autoposee, no de ma- nera estática sino a través de un continuo proceso de relación con el otro y con su mundo. La her- menéutica conlleva una exigencia moral: llegar al otro a través de la palabra y del esfuerzo del concep- to (Hegel). Para eso es necesario el olvido de sí mismo, lo que según Gadamer constituye una de

las grandes bendiciones del arte y una de las grandes promesas de la religión.8 El arte es la pro- mesa de que sus obras pueden abrirse camino en medio del mundo de nuestros prejuicios con tal fuerza que nos permite un acceso casi directo a la experiencia de la comprensión. Junto con la reli- gión, nos conduce a relativizar nuestra propia po- sición individual, nuestros prejuicios, deseos y puntos de vista, y nos lleva a un exitus, a una sali- da de nosotros para dejar que lo otro se abra ca- mino en nosotros. En estas condiciones es posible que nos planteemos las grandes preguntas metafí- sicas, de modo que nuestra comprensión del mun- do no se reduzca al que nos ofrece el conocimien- to científico ni el curso de la técnica.9

Acceder a la propia morada

En una charla que sostuvo a los cien años de edad,10 Gadamer reiteró el temor que lo acompañó a lo largo de toda su vida: la posibilidad de que la es-

Sinéctica 24 febrero–julio de 2004

pecialización y todo lo que significa vivir en un mundo tecnificado

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.4 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com