Héroes: un viaje, un camino, un final

Héroes: un viaje, un camino, un final.

1.- Todo lo que nos entrega la vida termina siendo útil en algún momento de ésta. Gilgamesh en esta epopeya nos muestra como a través del viaje que realiza en compañía de Enkidu, va aprendiendo que la trascendencia no solo se trata de vivir eternamente, si no que también consta de la inmortalidad del nombre (Lara 13). Como finalmente termina sucediendo.

Gilgamesh en su característica de hombre-dios, ejecuta su mandato de rey con tiranía, por lo que se le envía una persona similar a él para que lo detenga. Es con esta persona con que Gilgamesh descubre dos cosas muy importantes dentro de su persona, que es la rebelión, incitando constantemente a Enkidu a la lucha, como lo hace en la Tablilla III (…) ¡Cuanto ejecuta no es sino viento! Incluso tú temes a la muerte. ¿Qué hay de tu poder heroico? Deja que vaya delante de ti, haz que tu boca me grite, “¡Avanza; no temas! (…). Y la segunda cosa que descubre es el temor; bien es cierto que la primera característica antes menciona era propia de Gilgamesh, es decir, por su naturaleza él como hombre civilizado osaba a actuar así. Esta segunda la obtiene al tener un encuentro directo con la muerte, que es cuando Enkidu, su gran amigo, perece por una enfermedad enviada por los dioses. Es a través de este suceso que Gilgamesh empieza a tomar conciencia de como funcionan las cosas de la vida. Ya después de haberse enfrentado con el Toro celeste, mandado por Anu, padre de Ishtar quien fuera rechazada por Gilgamesh. Después de haberse enfrentado muchas veces consigo mismo por no saber conocer sus límites como sucede en la Tablilla XI donde Utnapishtim le dice a Gilgamesh “¡Ea! No concilies el sueño durante siete días y siete noches” lo que Gilgamesh finalmente no pudo concretar. Nuestro hombre-dios termina por darse cuenta que su viaje lo hizo tocar fondo, cuando guiado Utnapishtim, Gilgamesh se dirige a una planta que le da la eterna juventud, lo que parecería una recompensa adecuada para tan largo viaje. Pero esto no ha de suceder así, ya que dicha planta antes mencionadas le sería arrebatada por un serpiente, sentenciando el destino de Gilgamesh.

Muchos fueron los enfrentamiento que tuvo Gilgamesh, tanto internos como externos, y cada uno de éstos, llevase a este hombre-dios a un final único, y destinado por como se torno el viaje. Entender que su trascendencia no consistía en la inmortalidad como bien nos menciona Federico Lara en poema de Gilgamesh: un fallido viaje a la inmortalidad, si no que en la trascendencia de un nombre; por alguien que se conoció por completo a través de un viaje y que lo llevo finalmente ha convertirse en un Gilgamesh sabio.

2.- La Ilíada, un poema épico de Homero; nos relata la cólera de Aquiles producida por la deshonra producida por el Atrida Agamenon, quién le arrebata las pertenencias obtenidas tras el saqueo de Teba. Dentro de esto, los dioses son participes activos de la historia, además de los distintos guerreros lo cuales ocupan un papel fundamental en la posterior guerra, como lo es Héctor, Patroclio, Ayante, Eneas, etc. A su vez Aquiles, debido a su cólera, se margina de la Guerra de Troya en la mayoría de su transcurso, lo que hace que ésta se torne aun más equilibrada, ya que Aquiles era considerado un guerrero prócer en la guerra.

La Guerra de Troya, suceso movido principalmente por lo sobrenatural, los dioses. Zeus busca principalmente el despertar de Aquiles, por lo que no permite que la guerra perezca, como sucede en el Canto IV de la Ilíada, donde Zeus pronuncia estas palabras a Atenea: “Ve al punto al campo de batalla entre troyanos y aqueos e intenta que los troyanos a los ensoberbecidos aqueos sean los primeros en ofender contra el juramento” al ver el Cronida una pausa en la batalla, la aviva de nuevo. Constantemente durante la obra, los personajes se encomiendan a los dioses para que los protejan o ayuden, como sucede con el sacerdote Crises en el canto II de la Ilíada cuando dice a Apolo “(…) cúmpleme ahora este deseo: que paguen los dánaos mis lágrimas con tus dardos (…)”. Esta obra representa en muchos de sus parajes (también en las citas ya mencionadas) que son los dioses quienes determinan la suerte de los hombres (F. Otto 73).

        Como ya mencionamos lo fundamental de los dioses en esta obra, otro punto importante es el cambio de actitud que observamos en Aquiles quien, movido por la venganza, salta a la lucha luego de estar gran parte de la historia en su nave. Este cambio o viaje, por así decirlo en nuestro héroe, nace fundamentalmente por la aceptación de la muerte, por darse cuenta que su vida acabaría al momento que sale al campo de batalla, cosa que le menciona su madre Tetis (Griffin 12). Esto acaba por darle la muerte y gloria a Aquiles, ya que su ímpetu de venganza lo mueve más tarde que temprano a sacar a relucir su chapa de héroe, la cual bien es cierto mayoritariamente se encontró dormida, debido a la muerte de Patroclio ésta despertó e hizo darnos cuenta que no desapareció, que siempre estuvo ahí activa, a la espera de que algo hiciera que saliera al campo de batalla.

        Aquiles se nos presente como un hombre que ante la adversidad, deja que su honor que había sido pasado a llevar, tomara una nueva postura lo que finalmente lo esculpe a los ojos de los demás como un héroe, como alguien que sin miedo a la muerta sale a la lucha. Obra que sin más, nos muestra la consolidación y posterior muerte de un héroe, ese “de pies ligeros” como se le hace referencia en la obra,  quien a medida avanza la obra muestra gajes de individualismo y no de comunidad, como se pensaría, ya que el importante acto de, alguna manera, dar victoria sobre Troya, lleva a Aquiles ha convertirse en Héroe que trasciende en la historia.

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