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JEAN BODIN - JUAN BODINO

jvasquezn2 de Enero de 2014

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CONTENIDO

LA CONCEPCIÓN Y EL CONCEPTO DE SOBERANÍA

1. JEAN BODIN

1.1. Su vida.

2. REPUBLICA

2.1. Republica: Finalidad de la soberanía

2.2. Su origen y existencia.

2.3. Su objetivo y distingo: Recto gobierno; ideal de Justicia.

2.4. Su origen y fuente de inspiración: la familia.

2.4.1. El principio de autoridad.

2.5. Lo público y lo privado: Elementos necesarios.

3. LA SOBERANÍA

3.1. La soberanía como “poder”.

3.2. El poder y sus consecuencias: Mandato y obediencia.

3.3. El poder como “poder absoluto”.

3.3.1. Poder absoluto y absolutismo.

3.4. Las exigencias de la soberanía al poder absoluto.

3.4.1. Sujeción a la ley.

3.4.2. Respeto a la Ley divina y a la Ley natural.

3.4.3. La tolerancia como elemento integrador.

3.4.4. Sujeción a las leyes fundacionales y del Estado.

3.4.5. La monarquía como institución.

3.5. El poder como “poder Perpetuo”.

3.6. La soberanía y lo privado: Respeto y consideración.

3.7. La soberanía y lo público o común: Contribuciones e impuestos.

3.8. Los atributos de la soberanía: La ley.

3.9. El sujeto de la soberanía o la configuración de los tipos de repúblicas.

Referencias Bibliográficas.

1. JEAN BODIN

1.1. Su vida

Nace Bodín en Angers, en el año 1529 (aunque algunos lo fijan en 1530). En esta ciudad comienza su preparación básica en el colegio de los carmelitas. La segunda etapa de su formación la completa en la Universidad de Toulouse, trasladándose a Paris posteriormente, donde ejercerá como abogado del Parlamento. Sus ocupaciones no le van a impedir aplicarse a las tareas de publicista, publicando en 1566 su obra Método de la Historia. Su etapa en Paris coincide con el aumento de las fuertes tensiones entre los bandos o partidos que avocarían en las llamadas guerras de religión.

Cuenta Bermejo Cabrero que, el bando hugonote es el primero en organizarse, poniendo a contribución una importante publicística, entre panfletos y autores de mayor densidad y que los católicos terminan adoptando similares cuadros organizativos. A medio camino quedaría el núcleo de población que manifiesta unas posturas más flexibles, tratando de mediar en el conflicto para alcanzar la paz. Es en este grupo, manifiesta Bermejo Cabrero, “donde se ha tratado en diversas ocasiones de situar a nuestro inquieto personaje”.

En la noche de San Bartolomé del año 1572, se desencadena una gran matanza contra los hugonotes. Apunta Bermejo que escritores y memoralistas de la época, presentan a Bodin en una situación muy comprometida; ora refugiado en la casa de su amigo y protector, el presidente del Parlamento, ora huyendo por una ventana para salvar la vida en el último instante.

En 1576 asiste Bodino, en representación del tercer Estado, a los Estados Generales de Blois,. Su postura, nos recuerda Bermejo, no puede ser más nítida frente a los planteamientos de los dos estamentos privilegiados o las propias exigencias de la monarquía. Intervino en los debates a que dieron lugar los temas importantes - la unidad religiosa, las exigencias tributarias de la monarquía y la representatividad de una especie de diputación emanada de los Estados Generales -. Aunque no siempre participó con la misma contundencia, mantuvo una postura ciertamente beligerante en los dos primeros temas. Como consecuencia de sus intervenciones, perdería el favor de Enrique II, aunque, en contrapunto y en otro orden de cosas, publicará ese mismo año su obra cumbre, Los seis libros de la República.

El ambiente de Francia en los años siguientes sería aún más trepidante. A los enfrentamientos religiosos se añadirá la conducta ominosa de un rey que, a la greña, ahora con el partido católico, mandará asesinar a su jefe de filas. El rey parece convertirse en un verdadero tirano y los gritos de venganza se escuchan de manera insistente. Para el año 1593, Bodín ultimaría otra de sus grandes obras – Heptaplomares, falleciendo tres años después.

Una vez conocido – si quiera en lo elemental de su biografía - a nuestro sugestivo autor e interlocutor, habremos de situarlo en el preciso y justo momento del alumbramiento de su obra cumbre y, con ella, de su concepción y definición de la soberanía.

2. REPUBLICA

2.1. Republica: Finalidad de la soberanía

Sin más preliminares que esta breve y concisa introspección en la vida, época y pensamiento de Bodino, y atendiendo a sus propias advertencias (colocamos esta definición en primer lugar porque, en todas las cosas, es necesario buscar el fin principal y sólo después los medios de alcanzarlo), habremos de horadar, como primer paso, en la concepción y concepto que Bodino tiene de una “república”, antes de penetrar de lleno en la concepción y concepto que nos legaría en su definición de “soberanía” .

“República es un recto gobierno de varias familias, y de lo que les es común, con poder soberano”. Colocamos esta definición en primer lugar - dice Bodino - porque, en todas las cosas, es necesario buscar el fin principal y sólo después los medios de alcanzarlo. En esta lógica, y en función de los razonamientos y propósitos que, el propio Bodino, nos descubría en el Prefacio, habremos de considerar, pues, como hipótesis de partida que, la soberanía es el elemento por medio del cual se habrá de conseguir el “recto gobierno de varias familias, y de lo que les es común”, que, en coherencia argumental, es lo que caracteriza y define a la República. Aunque, como también se plantea Bodino, quien ha encontrado el fin de lo que aduce, no siempre encuentra los medios de alcanzarlo, si bien arguye que, no es menos cierto, que con la habilidad y el esfuerzo que haya desplegado, podrá tocarlo o acercarse. Pero, en cambio, prosigue, quien no conoce el fin y la definición del tema que se le propone, no puede nunca esperar encontrar los medios de alcanzarlo.

Así pues, al igual que el mismo Bodino se propuso en su momento profundizar en el conocimiento de sus teorías sobre la “república” para mejor entender la soberanía, también nos lo proponemos nosotros y con su misma idea concurrimos para, con él, deducir: desmenucemos las partes de la definición que hemos establecido, significando por nuestra parte, como nos advierte Jellinek que, esto ni nada análogo se había dicho antes de Bodino .

2.2. Su origen y existencia

En primer lugar y, al igual que Mesnard, habremos de preguntarnos cuál es el objeto sobre el que nos plantea Bodino el estudio. “Lo que llamamos Estado, es decir, la nación organizada, que es lo que Bodino llama República”. Y queremos enfatizar en el aspecto de nación organizada, al ser ésta, para nosotros, una cuestión muy significativa ya que, siendo esto así, cada una de las veces que Bodino hable de República, habremos de entender que se está refiriendo, siempre y en todo momento, a un “ente” ya existente y previamente dotado de algún tipo de organización.

Para Bodino, antes que hubiera ciudad ni ciudadano, ni forma alguna de república, todo jefe de familia era soberano en su casa, con poder sobre los suyos. Pero el surgimiento de la fuerza, la violencia, la ambición y la venganza, provocaron el enfrentamiento entre las familias, resultando unos victoriosos y otros vencidos. De entre los vencedores, el que había sido nombrado jefe y capitán, continuó detentando el poder, pero ahora, sobre todos ellos, sobre los vencedores y sobre los vencidos; a unos como súbditos fieles y leales, a los otros como esclavos. Desde ese instante, la entera libertad que cada uno tenía de vivir a su arbitrio, sin ser mandado por nadie, se convirtió en servidumbre, despojados de toda libertad los vencidos y disminuidos en ella los vencedores. Todo ello le lleva a Bodino a afirmar: “La razón y luz natural nos llevan a creer que la fuerza y la violencia han dado principio y origen a las repúblicas”. Otra cosa será, advertimos por nuestra parte, hablar de las posibles escisiones y adhesiones por las que, a partir de su origen, puedan verse modificadas esas “repúblicas”. Así pues, habrá de ser bajo el prisma que acabamos de ver, desde el que deberemos abordar el análisis de los términos con los que Bodino define su Republica.

2.3. Su objetivo y distingo: Recto gobierno; ideal de justicia

Dice Mesnard que “con la frase recto gobierno, introdujo Bodino, en primer lugar, una consideración de justicia que domina toda su concepción”. Efectivamente, así parece ser. Cuando Bodino habla de recto gobierno, lo hace - según sus propios comentarios - “a causa de la diferencia que existe entre las repúblicas y las bandas de ladrones y piratas”. Éstos, comenta, han sido distinguidos por las leyes humanas de aquellos que, en materia de guerra, se llaman enemigos leales, los cuales mantienen sus Estados y repúblicas sobre principios de justicia.

Abundando en el tema, argumenta Bodino que el ámbito de las relaciones entre los ladrones y piratas, aunque parezcan vivir en amistad y sociedad repartiéndose por igual el botín, no se sostiene en términos de derecho , ya que el principal punto en el que reside el verdadero atributo de la amistad, y del que ellos carecen,

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