LA SOLIDARIDAD Y EL ANTAGONISMO

“LA SOLIDARIDAD Y EL ANTAGONISMO: Dos maneras de vivir para el mundo”

Ser antagonista o solidario depende muchas veces de lo que el mundo pretende que yo sea, el libre albedrio quizás no sea del todo posible mientras el entorno en que vivo tenga supremacía sobre lo que pienso hago y pretendo ser para con los demás. Factores como la ideología política, filosófica o cultural en ocasiones pueden reducir mi capacidad de desenvolverme de manera correcta o por lo menos aceptable para el mundo y sus límites de convivencia. En ocasiones cuando estas se presentan de manera errónea puede interferir en lo que quiero ser y me transforman en un ser ya sea solidario o antagonista. A mi juicio y quizás el factor más importante que define la clase de ser que soy y seré para el mundo depende en gran manera de mi núcleo familiar y las personas que comparten conmigo, de lo que infundan mis padres, mis hermanos, demás familiares y amigos en general, ellos de una u otra forma influencian mi carácter y la manera en que trato con los demás, si soy solidario o antagonista es porque observo que mi entorno y las personas con las que comparto se desenvuelven en un ambiente conforme ya sea a la solidaridad o al antagonismo, es decir…Es casi inevitable no adoptar un cierto estilo y manera de vivir, fuera de lo que reconozco como las actitudes aceptablemente correctas según la tradición propia de mi entorno.

El factor político es trascendental en lo que respecta a la definición de convertirme en ser o no un ser solidario; La corrupción, la iniquidad, la desigualdad, la sed de poder la mala distribución de los recursos entre otros, son desencadenantes para un cambio en nuestra manera de pensar , un cambio para no creer más en la política y por ende en un cambio en la manera de tratar a los demás, nos volvemos más susceptibles al sufrimiento de los demás, pensamos en un lugar mejor para los demás y nos preocuparnos por el bienestar de las demás generaciones. Esta manera de pensar quizá nos genere mayor conciencia y disposición hacia la solidaridad, pero quizás también pueda ser lo contrario y nos convierta en seres anarquistas y por ende antagonistas frente a los intereses reales de nuestra comunidad. Un factor que va de la mano del factor político y que a mi juicio afecta mi disposición hacia el ser o no solidario es la ideología filosófica que tengo acerca de mi existencia, es decir: ¿existo para mí o existo para los demás? Si pienso que la vida gira entorno mi y que si estoy bien, todo en la vida está bien, entonces estoy siendo antagonista, pero sí creo que la vida es una continua dependencia de los demás, que debo procurar el bienestar de los demás para tener bienestar, estoy siendo solidario. Es por esto que en mi opinión de la filosofía de cada quien depende mucho de lo que ha de ofrecer a la sociedad.

Entre otras cosas, pero de gran influencia

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