La Felicidad Para Epicuro
Enviado por • 18 de Octubre de 2014 • 1.652 Palabras (7 Páginas) • 386 Visitas
Nadie por ser joven dude en filosofar ni por ser viejo de filosofar se hastié
pues nadie es joven ni viejo para la salud de el alma. El que dice que aun no
es edad de filosofar o que la edad ya paso es como el que dice que aun no a
llegado o que ya paso el momento oportuno para la felicidad (Epicuro, sobre
la felisidad, Epicuro a meneceo, salud. Trad: Carlos Garcia Gual. Ed: Devate:
Madrid, 2000. Pp 123.).
En este escrito Epicuro nos introduce al tema de la felicidad, marca la
importancia de estar sano espiritualmente para llegar a conocer esta misma,
para Epicuro los mayores obstáculos que se oponen a la felicidad humana
son; el temor a la muerte, el temor a los dioses y pueden ser eliminados
gracias al conocimiento de la naturaleza (física). Para Epicuro la felicidad es
fácil de alcanzar siempre y cuando se hayan alcanzado y cumplido algunas
necesidades indispensables, ya que la felicidad no es otra cosa que la
ausencia de dolor físico, por ello para Epicuro es muy importante mantener
una buena salud, tanto espiritualmente como física, ya que cuando uno está
sano de estas dos formas solo así se llega a conocer esa felicidad que tanto
buscan, también menciona la importancia de estar rodeado de sabios ya que
debido a esta misma permiten encontrar felicidad y consuelo a través de la
sabiduría que han conseguido por esta hambre de conocerse a sí mismos.
Es claro que al escribir sobre la felicidad no puede desligarse de ella una
introducción sobre el placer como medio de una vida feliz, menciona que
tenemos más necesidad de el placer, cuando sufrimos por su ausencia, pero
cuando ya no sufrimos, el placer deja de ser necesario, y por ello llegamos a
la conclusión que el placer es el principió y culminación de una vida feliz
desde la perspectiva de este autor.
Para Epicuro la felicidad se alcanza mediante un equilibrio entre el cuerpo y
el alma, por ello es muy importante no descuidar uno solo de los dos, ya que
son la culminación de toda vida feliz.
Las preocupaciones que el autor propone evitar son ; el temor a los dioses, el dolor, el temor al
futuro y por último el temor a la muerte, si bien Epicuro no era ateo, entendía que los dioses eran
seres tan alejados a nosotros, por lo cual no tiene sentido temerles, sin estas preocupaciones
cargando en los hombros para el ser humano, es fácil alcanzar la felicidad, pera él; la
felicidad consiste en una vida de constante placer y este placer solo puede ser disfrutado
resolviendo los distintos problemas por los cuales pasamos, si tenemos algún pudor, darle un
sentido a este mismo, intentando llegar al origen de este mismo para que no haya mal que nos
pueda perturbar tanto espiritualmente como físicamente.
Para llegar a la felicidad menciona el autor es preciso no temer a la muerte ya
que el sabio lo es porque no le causa algún pudor esta misma, el sabio es
sabio por que tiene un equilibrio entre el cuerpo-mente por esto mismo debe
saber cómo actuar en las distintas circunstancia de la vida, menciona que no
debemos temer a la muerte por que cuando ella llega nosotros ya no somos y
cuando somos ella a un no está, la muerte solo se le puede conocer a través
de terceros por esto mismo es que la muerte no debe perturbar la vida de
todo hombre feliz, como tampoco le debe causar algún pudor el futuro ya
que es algo que aun no existe es algo incierto.
El ser humano debe preocuparse por atender sus distintas problemáticas en el día a día, solo a
través de ello conocerá la felicidad; la felicidad pues no es una búsqueda a
futuro es cuestión de acción en el día a día para que esta sea parte de
nosotros en el ahora y no en el mañana que tal vez nunca exista. En nada
afectan pues estos males a el ser humano ya que son cosas que no existen
pero que el ser humano le ha dado un valor y los ha acogido como pudor
natural, pero precisamente esta felicidad de la cual nos introduce este autor
no consiste en una pasividad y tranquilidad absoluta como vulgarmente se le
conoce, sino más bien el placer se desprende de esta duda constante de los
moldes en los cuales nacimos paras crear nuevas alternativas de
pensamiento, la felicidad y el placer queda claro pues que solo se consiguen a
través de un cierto despertar en el mundo, el vivir como un Tábano diría
Sócrates, despierto e incomodando a los demás.
Por mi parte estoy de acuerdo con Epicuro, al igual que el pienso que la
felicidad solo se puede conseguir a través del placer. A través de nuestra
vida proyectada, me refiero a eso que queremos ser, con “nuestra vida
afectiva”, que es lo que somos en realidad, solo en base a ese conocimiento
propio solo así creo que es posible alcanzar la Eudaimonia como medio para
alcanzar la “Ataraxia” o imperturbabilidad ,comparto analizando un poco a
Epicuro y algunos otros hedonistas al poner por encima al placer de la razón,
aun que el placer no podría ser placer sin razón, las dos se complementan, la
razón es la que pone los limites para tomar una justa medida, pues bueno
por mi parte seria todo, ha sido un placer trabajar este semestre a Epicuro y
algunos otros hedonistas, creo que son algo muy importante de la filosofía y
me han dejado algunas inquietudes y reflexiones aun por resolver.
A través de este pequeño ensayo sobre la felicidad se puede dar respuesta a algunas preguntas
planteadas para la evaluación, si bien nos centraremos solo en una el temor a la muerte.
¿Cómo evitar la ofuscación que nos causa el temor a la muerte?
“la muerte y los fantasmas existen de la misma forma, antes no existían pero les hemos dado una existencia a través de nuestros traumas, ya luego la muerte y el fantasma desaparecen pero el temor se queda grabado como un tatuaje si no lo enfrentas, se puede olvidar la figura o forma de lo que nos hiso daño, pero lo que nos hizo sentir ello no se olvida, o se enfrenta o no se enfrenta o se crea fantasía en ella. Fantasía que afecta para toda la vida con el fin huir de el problema, pero sin darse cuenta se crea un caos más grande del que era antes.”
Para Epicuro, el temor a la muerte brota por varios motivos: la angustia por la desaparición del yo,
el miedo a los castigos, etc. Sea como sea, el caso es que sentimos pavor ante la muerte. Epicuro
se pregunta si tal actitud es racional.
¿Qué entendemos por muerte? Sencillamente, la privación de toda sensación. No sentimos
absolutamente nada al morir. Pero, en cambio, en nuestra vida, todo bien y todo mal nacen de la
sensación. Entonces, si la muerte es privarnos de sentir y la vida es justamente poder sentir, ¿por
qué motivo temer a la muerte, si cuando existimos no está presente y cuando está presente ya no
existimos y, por tanto, no la sentimos? En palabras de Epicuro:
"Acostúmbrate a pensar que la muerte no es nada para nosotros. Porque todo bien y todo mal reside en la sensación, y la muerte es privación del sentir. Por lo tanto, el recto conocimiento de que nada es para nosotros la muerte hace dichosa la condición mortal de nuestra vida; no porque le añada una duración ilimitada, sino porque elimina el ansia de inmortalidad. Nada hay, pues, temible en el vivir para quien ha comprendido rectamente que nada temible hay en el no vivir. (Carta a Meneceo, 124)"
Por supuesto, Epicuro es consciente de que lo que preocupa a las personas puede muy bien no ser
sólo la muerte por sí misma, sino lo que ella genera y su propia expectativa. Pero declara que "es
necio quien dice que teme a la muerte, no porque le angustiará al presentarse, sino porque le
angustia esperarla. Pues lo que al presentarse no causa turbación [acabamos de ver porqué],
vanamente apenará mientras se le aguarda".
Lucrecio (99-55 antes de Cristo), poeta y filósofo que difundió las ideas de Epicuro en su famosa
"De rerum natura", aporta matizaciones: sólo si uno existe y tiene su propia experiencia de un
suceso puede determinar, o juzgar, si éste es bueno o malo para sí mismo. Dado que la muerte nos
impide experimentar, tal condición no es mala en sí para la persona. Como temer a algo futuro
que no es malo es irracional, y la muerte no es mala por lo dicho, Lucrecio concluye que el miedo
a la muerte también es irracional.
Epicuro sintetiza su indiferencia ante la muerte con estas palabras:
"Así que el más espantoso de los males nada es para nosotros, puesto que mientras somos la muerte no está presente, y cuando la muerte se presenta ya no existimos. En nada afecta, pues, ni a los vivos ni a los muertos, porque para aquellos no está y éstos ya no son [...]. El sabio, en cambio, ni rehusa la vida ni teme el no vivir, porque no le abruma el vivir, ni considera que sea algún mal el no vivir (Carta a Meneceo, 125)"
¿Hay que temer a la muerte, o sólo es una necedad, un comportamiento irracional que no causa
más que angustia y disminuye el placer en vida? Pese a que la muerte nos priva de toda sensación,
en efecto, si mientras vivimos no tiene lugar en nuestra existencia y cuando nos llegua ya no
poseemos tal, ¿no habrá la humanidad derrochado demasiada energía en temer y preocuparse
por algo que no llegamos a experimentar de forma sensitiva y que, por tanto, realmente "no
existe"?
¿Habrá que comenzar entonces a hacer comedia de la muerte y de la tragedia?
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