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La Filosofia


Enviado por   •  3 de Febrero de 2013  •  5.793 Palabras (24 Páginas)  •  536 Visitas

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INTRODUCCION

Es de resaltar que el período helenístico es propiamente el fenómeno de difusión del espíritu griego (lengua y cultura) en el ámbito del mundo oriental, difusión que supone una universalización de esta cultura.

Sobre este tema, históricamente, es mucho lo que se ha escrito y discutido. Sólo hay que recordar las reflexiones filosóficas de los pensadores griegos pertenecientes al período posaristotélico mejor conocido como Helenismo. Surgen en este las llamadas escuelas helenísticas, como las de Estoicismo, Escepticismo, Epicureísmo y Eclecticismo, las cuales tenían en común que todas utilizaron la filosofía como medio para presentar un ideal de vida o la concepción de que la vida es una búsqueda continua de la felicidad, y la filosofía la única vía aceptada para encontrarla. Pero y dónde encontrar la felicidad, según cada una de estas escuelas, los epicúreos responden que “en placer”; los estoicos dicen que “en la virtud”, los escépticos afirman que “en la imperturbabilidad”, y los eclécticos que en “la justicia y la ciencia de la piedad”.

Así reflexionaban estos pensadores acerca de la felicidad; son muchos, sin embargo, los que piensan que la felicidad no existe, sino momentos felices. Y parecen tener razón quienes así opinan cuando en apenas segundos pasamos de un espacio jubiloso a otro de gran tristeza, o cuando hoy navegamos en el mar del placer, mientras que mañana se nos verá postrado en la sala de cirugía tratando de eliminar el mal que de permanecer podría borrar para siempre la sonrisa de nuestros rostros.

EL IDEAL DEL SABIO EN LAS ESCUELAS: EPICUREISMO, ESTOICISMO, ESCEPTICISMO, ECLECTICISMO; EN EL PERIODO HELENISTICO

El ideal del sabio en la filosofía helenística representa a la persona que ha logrado la vida buena y feliz mediante el ejercicio de su razón y la práctica de la filosofía. La filosofía helenística desatiende las investigaciones de filosofía teórica y se preocupa fundamentalmente por las relativas a la esfera de la vida o esfera práctica. La filosofía es para ellos antes que una doctrina de la realidad una doctrina que garantiza la realización de la vida buena. Así, el sabio no es tanto la persona que consigue saber cómo es el mundo como la que sabe vivir. El sabio es el filósofo que dispone de una teoría verdadera acerca de la realidad y cuya aplicación al mundo práctico le permite una vida buena y dichosa.

EPICUREISMO.

Epicuro fue uno de los grandes filósofos de la antigüedad, aunque sus ideas fueron poco, o mal comprendidas fuera de su círculo de discípulos y apenas se han conservado fragmentos de sus más de cincuenta obras. Fuera de Roma, el epicureísmo tuvo uno de sus más ilustres representantes en Lucrecio, autor del poema filosófico “De rerum natura”.

El epicureísmo alcanzó su máxima difusión durante los primeros siglos del cristianismo, atrayendo enormemente a pensadores como San Agustín. Después fue cayendo paulatinamente en el olvido, rodeado de malentendidos. Sólo en el siglo XVII se volverían a poner de moda alguna de sus ideas, a través de Pedro Gassendi (1592-1655).

Según el epicureísmo:

*El sabio evita las complicaciones de la vida familiar, renuncia al compromiso político, a vincularse con el Estado y no se preocupa por los asuntos públicos; su lema fue “vive ocultamente”. Este desapego respecto de las formaciones sociales generales como la nación o el Estado les llevó indirectamente a la defensa del cosmopolitismo: Epicuro no admite patria alguna ni se siente sometido al derecho puesto que no existe un derecho establecido por la naturaleza.

*Las únicas formaciones sociales que acepta son consecuencia de los vínculos creados por la amistad: la amistad es necesaria para la felicidad e inseparable del placer. El punto de vista general de Epicuro en cuanto a la motivación de la conducta (“cada uno ama al otro sólo por sí mismo”) le condujo a una defensa de la amistad desde un punto de vista egoísta: la amistad permite vivir de forma segura y despreocupada; sin embargo, en la práctica, Epicuro y sus discípulos mostraron relaciones de amistad desinteresadas.

*El auténtico filósofo o sabio es autónomo: como su vida espiritual y su felicidad dependen exclusivamente de su alma y de su voluntad, no teme ni el sufrimiento físico ni las presiones o violencia de otras personas o del Estado. Goza moderadamente de los placeres de la vida y utiliza su inteligencia para administrar dolores y placeres y alcanzar la serenidad como rasgo estable de su alma.

El epicureísmo tenía una finalidad claramente práctica: los epicúreos entendían la filosofía como una medicina del alma. La filosofía no se estudiaba para adquirir cultura, sino para ser feliz.

La Física epicúrea: se inspira en Demócrito y es materialista. Los dos principios básicos en esta física son: «nada nace de la nada» y «el Todo consiste en átomos y vacío, y es infinito». Los cuerpos son «sistemas de átomos». El número de átomos es infinito, como lo es el espacio vacío, por lo que admitían la posibilidad de que existiera un número también infinito de mundos como el nuestro, que nacen y perecen, aunque el conjunto del universo es eterno e imperecedero.

-Los átomos sólo tienen propiedades: tamaño (variable, pero siempre invisibles e indivisibles) y peso. Se mueven en el vacío por su peso, aunque entre ellos pueden producirse choques y desviarse de su trayectoria, por lo que resulta muy difícil predecir su posición. Su doctrina, por lo tanto, es menos determinista que la de Demócrito, pero sigue siendo mecanicista: nada en la naturaleza sucede en orden a un fin. Todo es causa del movimiento al azar de los átomos, sin que haya intervención divina alguna en el origen o funcionamiento de los mundos. Los cuerpos, resultado de la agregación de átomos, poseen cualidades reales (color, textura, etc.), resultado de su estructura atómica.

-El alma es material y mortal. Es un agregado de átomos muy sutiles que se extiende por todo el cuerpo. La percepción sensible se reduce al tacto (percibir es entrar en contacto con una emanación de átomos por parte del objeto que percibimos) y el pensamiento es una especie de sensación reflexiva producida por la superposición de sensaciones inmediatas. El alma sigue al cuerpo en su destino, y por eso es mortal.

-Epicuro admite la existencia de los dioses; los considera seres inmortales y antropomorfos, que viven en los espacios intermundanos, felices y sin intervenir parta nada en la marcha del mundo. Para Epicuro, blasfemar

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