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La Realidad Segun Tomas De Aquino


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2014  •  4.178 Palabras (17 Páginas)  •  2.253 Visitas

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Para Santo Tomás la característica básica de toda la realidad creada es la contingencia, el ser así pero poder ser de otro modo, el existir pero poder no existir, o no existir y poder existir. La razón última que explica la contingencia o carácter radicalmente indigente de todos los seres creados es la existencia en ellos de una composición metafísica básica, la composición de esencia y existencia. Todos los seres creados son seres compuestos: las substancias puramente espirituales como las almas humanas y los ángeles constan de la composición metafísica citada de esencia y existencia, y en el caso de los seres corpóreos, además, de composición material. Que estén compuestos de esta manera quiere decir que la existencia es un añadido a la esencia –o la esencia a la existencia, como se quiera–. Cuando una característica se encuentra en la esencia de una cosa, esa cosa necesariamente la ha de poseer: puesto que el tener tres líneas rectas se encuentra en la esencia de los triángulos, dado un triángulo se tienen que dar necesariamente tres líneas rectas; en la esencia del hombre se encuentra el tener voluntad, por lo que dado un hombre, necesariamente debe poseer voluntad; pero si la característica no se encuentra en dicha esencia, la cosa la posee de forma contingente, no necesaria: el tener una altura de diez centímetros es algo añadido y no esencial al triángulo o tener color blanco es un añadido no esencial al hombre, por ello se puede ser triángulo sin tener diez centímetros de altura u hombre sin ser blanco. Del mismo modo, a las cosas les corresponde en último término la gratuidad completa de su existencia pues la existencia no se encuentra en su esencia, por ello pueden dejar de existir si existen o pueden existir si no existen. Santo Tomás creerá que la contingencia de las cosas exige para dar cuenta de su presencia en el mundo, para dar cuenta de su existencia, de un ser necesario que la haya puesto en el ser. Ese ser necesario es Dios.

El concepto de realidad es algo primitivo, anterior y evidente, es decir, el concepto de realidad va siempre unido al concepto de ser, en otras palabras, lo real es lo que es. O viceversa, ser simplemente lo real.

Según esto, en la realidad encontramos dos rasgos característicos que son:

LA PRESENCIALIDAD: esto es que el ser no es creado por el espíritu sino encontrado por él. La realidad o el mundo no es objetivo, no lo inventamos, no es una contemplación de nuestras propias creaciones. Tomas de Aquino, sin duda el más grande filosofo de la edad media y de la filosofía escolástica, de pregunta si acaso el ser no tendrá tan solo una existencia en nuestra conciencia; si así fuera no cabría posibilidad para la ciencia, por lo que el ser, en toda circunstancia tiene que ser transubjetivo, es decir, fuera de y encontrado por nosotros. En esto consiste la realidad y objetividad, en ello también está la verdad. Las cosas determinan nuestro espíritu.

El ente concreto e individual. Otro rasgo característico de la concepción de Tomas de Aquino de la realidad el que está en el espacio y en el tiempo, o sustancia primera, es para Tomas de Aquino, el ser en su propio y original sentido.

El ser es la sustancia primera que surge de la materia y la forma unidas, el objeto del conocimiento humano, es una “quididad” que existe en la materia en una realización individual. Este es el ser propio y real.

La gnoseología tomista está estrechamente unida a la cuestión de la relación entre teología y filosofía (entre el orden natural y el sobrenatural). Esto se debe a que en Santo Tomás la concepción del ser queda radicalizado en el singular quedando pegada a una filosofía del espíritu, no a una filosofía de la físis como en Aristóteles. Hay una existencia concreta de la cosa.

Pero igualmente Santo Tomás de Aquino siguiendo el empirismo aristotélico, estima que todo conocimiento ha de partir de una reflexión de que se da en la experiencia sensible. No se trata de una limitación a los datos de los sentidos. El sujeto comienza con lo dado, pero ha de seguir un proceso de abstracción.

Al igual que Aristóteles, considera que la realidad está formada por sustancias, compuestas por materia y forma, siendo la forma la responsable de la esencia de dicha sustancia. El mundo se articula debido a la existencia de estas formas, sin las cuales sería imposible el conocimiento. La teoría tomista del conocimiento se basa pues, en el carácter abstractivo del proceso de conocer.

En Santo Tomás hay que distinguir el conocimiento sensible, que proviene de las sensaciones corporales y es un conocimiento particular de las cualidades sensibles de las cosas, y del conocimiento inteligible, obra del entendimiento y que se constituye como un conocimiento universal o por conceptos.

En un primer momento, los estímulos del medio impresionan nuestros órganos sensoriales, produciéndose lo que Tomás de Aquino denomina "especie sensible impresa", que se registra en la imaginación ocasionando ciertas imágenes o "especies sensibles impresas". Estas imágenes conservan vestigios de particularidad de los objetos de los que provienen, pues el universal, como tal, todavía no ha sido captado.

Es en el conocimiento inteligible donde se produce la abstracción, la separación de la forma o esencia con respecto a la materia individual. La abstracción es el proceso por el que se pasa del conocimiento sensible a inteligible. Cuando se conoce intelectivamente, lo que se separa es la forma de la materia individual. Por ejemplo en el hombre la carne y los huesos sería materia común, pero, esta carne, estos huesos sería materia individual. El entendimiento abstrae la especie de la materia sensible e individual, no de la materia común, pues ésta pertenece a la naturaleza específica de la substancia.

LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD: Los conceptos de esencia y existencia son nuevos y nuestro autor los recibe en herencia especialmente del pensador árabe iraní Avicena. T.de Aquino distingue cuidadosamente entre lo que las cosas son (esencia) y el hecho de que existan o no (existencia). La esencia es un conjunto de características que hacen que una cosa sea lo que es, que la hacen distinguirse de otras. Exigencia es el acto de ser, recibido en la esencia por la intervención de causas segundas o de la causa primera, que es acto puro. En Dios, esencia y existencia se identifican, no hay distinción. Dios es un ser necesario: existe y no deja de existir. Su esencia consiste en el acto de existir. Por lo contrario, los seres creados, que están compuestos de esencia y existencia son contingentes, existen, pero pueden dejar de existir. Los seres creados participan del ser de Dios en grados diferentes.

De una manera más precisa, Santo Tomás distingue

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