La Republica Como Utopia Platonica

Índice

Introducción 1

Visión general de la organización social 1

Condiciones, funciones y relaciones de las clases sociales 1

Evaluación del sistema propuesto por otros mencionados y conocidos por el autor 2

Timocracia 2

Oligarquía 2

Democracia 2

Tiranía 2

República platónica vs. República Argentina 2

Mi propia utopía 3

Introducción 3

Sociedad 3

Educación y trabajo 3

Gobierno 4

Conclusión 4

“La República”

Platón

“Si se habla mal de la injustica no es porque se tema cometerla, sino porque se teme ser víctima de ella”

Introducción

Platón (427 a C – 347 a C), fue un filósofo griego, seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. Su principal obra fue la que se presenta en este trabajo.” La República” es la más conocida e influyente obra de Platón, el compendio de las ideas que conforman su filosofía. Escrita en forma de diálogo entre Sócrates y otros personajes.

En el presente trabajo se analizará la utopía de Platón, “La República”, como sistema de gobierno ideal. Esta tenía como base a la justicia. Para lograr esto, el autor consideraba que era muy importante que los ciudadanos la aprendan sin error, y para ello, se enfatizó mucho en como seria la educación.

Por otra parte se realizará comparaciones de este sistema con otros de la época y con el actual de la República Argentina.

El informe se concluirá con una utopía propia, sobre cómo sería una sociedad ideal. Se explicara du desarrollo y organización con fundamentos.

Visión general de la organización social

La utopía de La República nace del pensamiento de la justicia, y la búsqueda de una sociedad basada en ella. Para que esta ciudad, cumpla esa característica, en primer lugar sus habitantes debían tenerla. A la justicia no se llegaba de una manera simple, sino que se debían tener en cuenta muchos otros valores más para alcanzarla.

Como se mencionó anteriormente, la Republica no sería más que un reflejo de sus pobladores, por ello se los organizaría a estos en distintas clases sociales, y cada uno tendría una función específica.

“La ciudad nos pareció justa cuando las tres clases de la naturaleza que la componen llevasen las funciones que le son propias, y así la hemos llamado temperante, valerosa y prudente en razón de ciertas disposiciones y cualidades correspondientes a esas mismas clases

Estas personas que la vaya a habitar desde pequeños debían ser educados para su función, sin errores, teniendo aprecio, respeto y solidaridad con sus “conciudadanos”, haciendo siempre el bien, además de defender y proteger su ciudad.

En esta utopía, los ciudadanos no tendrán remuneración, ni oro, ni plata. Ellos no las necesitaran, porque quienes gobiernen los abastecerán de lo que requieran para vivir. El oro y la plata lo llevaran en el alma. Como las riquezas pasan a estar en segundo plano, la cuidad va a tener la posibilidad de, por ejemplo, aliarse con otras para las guerras ofreciéndoles a cambio quedarse con todo lo que posea el enemigo. La República no tiene como fin la expansión y llegar a ser un imperio, sino simplemente lograr una forma de vida justa y feliz para todos sus ciudadanos.

Otro tema importante es la educación de los ciudadanos para lograr la sociedad ideal. Ellos deben están preparados desde pequeños tanto en alma como cuerpo. Lo esencial es que nunca “aprendan mal”, para ello hay que por ejemplo eliminar las fabulas que inciten a la violencia e injusticias.

Condiciones, funciones y relaciones de las clases sociales

“Así como nuestra ciudad está compuesta de tres clases, una que se dedica a los negocios, otra de proteger la ciudad y la última a gobernarla”

Para poder designar las distintas clases sociales, se basaran en los desempeños que muestre cada uno. Desde pequeños serán educados, sin violencia, a través del juego. A partir de los 20 años, los que hayan tenido mayores distinciones que los demás, empezaran a educarse más profundamente y comenzaran a captar las enseñanzas que habían adquirido sin un orden concreto de niños. Cuando llegan a los 30 años se los separa a los seleccionados para honores mayores, y deberán a travesar difíciles pruebas durante más de 15 años. Aquellos que lleguen a los 50 años sanos y salvos, serán los dignos de organizar la cuidad y gobernarla para que luego haya la mayor cantidad de personas como ellos posible. Recibiendo a cambio los mayores honores.

La ciudad necesitará a los guerreros, que serán quienes van a proteger la ciudad y buscaran que reine la paz dentro de la misma. Estos educaran sus almas desde pequeños con música, y cuando sean más grandes entrenar sus cuerpo con la gimnasia. Además de esto deberán aprender muchas ciencias como la filosofía, la aritmética, geometría y astronomía.

Para que nunca se desvirtúen estas características a través de los tiempos, Sócrates presentaba la siguiente propuesta:

“Es necesario que las mujeres y los hombres mejores tengan relaciones asiduas y que, por el contrario, estas relaciones sean poco frecuentes entre los individuos inferiores de uno y otro sexo; es preciso, además criar a los hijos de los primeros y no de los segundos, si queremos que nuestros ciudadanos sean de la mejor calidad posible. Por otro lado, es menester que todas estas medidas se mantengan ocultas, excepto a los gobernantes, para que no haya menor discordia entre los guardianes. (…) Llevarán a los hijos de los mejores a un establecimiento en común y los confiaran a nodrizas que vivirán en barrio determinado de la ciudad. Los hijos de los individuos inferiores e igualmente los de los otros, si nacen con alguna deformidad, serán ocultos en algún lugar secreto e incierto.”

Y con esa idea lograr genéticamente (a pesar de que esta ciencia no existía en su época) a los ciudadanos perfectos.

De los mejores guerreros, los que haya

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