La Revolución Científica y la Ilustración

La Revolución Científica y la Ilustración

     La revolución científica supone la muerte de la idea medieval de Dios, la Biblia y el clero. Este cambio drástico en la línea de pensamiento de la humanidad condujo al ser humano a la Ilustración. Las ideas ilustradas constituyeron el depósito conceptual sobre el que se fundó el pensamiento occidental actual. En base a estos hechos nos surgen inmediatamente una serie de cuestiones inevitables. ¿Qué científicos provocaron la revolución científica y cómo cambiaron sus descubrimientos el rumbo de la humanidad? ¿Qué es la Ilustración?  ¿Cuáles són sus características más destacables? ¿En qué se diferencia la Ilustración de la Edad Media? ¿Existe algún ejemplo que muestre claramente estas diferencias?

      En respuesta a la primera pregunta cabe mencionar que el inicio de esta revolución científica tuvo lugar a manos de Nicolás Copérnico. Este llegó a la conclusión mediante  cálculos matemáticos de que el Sol y no la Tierra ocupaba el centro del Universo. Pero si  la Tierra no ocupaba el centro del Universo creado significaba que el ser humano no era la criatura privilegiada por Dios. Las ideas defendidas en la Biblia empiezan a tambalearse. Consciente de lo que su teoría suponía para la Iglesia no la publicó hasta después de su muerte, por miedo a las consecuencias que esta pudiera suponerle. Kepler supuso el segundo golpe a esta idea de Dios omnipotente, omnisapiente símbolo de la perfección absoluta. Descubrió gracias a las matemáticas que la órbitas de los planetas son en realidad elípticas. Este simple descubrimiento plantea un gran interrogante ¿Cómo puede un ser perfecto crear un mundo imperfecto? La posibilidad de que Dios creara órbitas alejadas de la perfección circular pone en duda la superioridad y la autoridad divina de este, y en consecuencia a la jerarquía eclesiástica que actúa como su representante en la Tierra. El tercer ataque llegó de manos de Galieo Galilei, este comprobó físicamente mediante el uso del telescopio las teorías de Copérnico y Kepler. Esto provocó que la inquisición lo acusara de hereje,  por lo que Galileo, en un intento de defenderse, expuso que "La Naturaleza es un libro escrito por Dios en lenguaje matemático que sólo hay que abrir y empezar a leer". Afirmar esto le condenó irremediablemente, ya que si la verdad se puede encontrar en la naturaleza y solo es necesario conocer matemáticas, aquellos que interpretan la Biblia no son necesarios . Galileo eliminó la legitimidad de los argumentos de autoridad, y son los argumentos de razón los que toman el valor. Por primera vez se distingue entre conocimiento y fe. Isaac Newton fue el cuarto clavo en el ataúd de la estructura eclesiástica, no solo desarrolla y establece definitivamente el método científico iniciado por Galileo, sino que también establece múltiples Leyes de la Naturaleza, los milagros ya no son posibles. El mundo ya no podía entenderse desde la religión ni la fe en Dios, estos son sustituidos por la comprobación experimental y la demostración matemática y todo se cuestiona permanentemente. El rumbo de la historia cambia completamente a partir de este momento. El golpe de gracia lo dio Charles Darwin con la Teoría de la Evolución teoría que sustituye a la Teoría de la Creación. Según esta el ser humano no es ningún privilegiado, sino otra criatura más que ha ido teniendo que adaptarse a lo largo de los siglos. Esto hace que la afirmación "Dios ha creado al hombre" resulte en su definición inaceptable ante las evidencias científicas de la evolución de nuestra especie. Ante este hecho la Iglesia intenta defenderse mediante el argumento de que esta afirmación contiene un sentido metafórico. Pero... ¿Si esta afirmación es una metáfora, podrían interpretarse otras de la misma forma? ¿Sería posible interpretar la Biblia entera como una gran metáfora? El descubrimiento realizado por Darwin empuja a la humanidad a plantearse estas preguntas por primera vez en siglos.  

    Para responder a la segunda pregunta es conveniente mencionar que  Kant resolvió el problema con la siguiente afirmación: “La Ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia, sino de decisión y valor para servirse por sí mismo de la razón sin la tutela de otro. ¡Sápere Aude! ¡Atrévete a pensar! He aquí el lema de la Ilustración”.

     Pero... ¿Cuáles són sus características más destacables? La Ilustración se caraceriza principalmente por una plena confianza tanto en la razón y la ciencia como en la educación para mejorar la vida humana. A su vez presenta una visión de la vida, la naturaleza y la historia muy optimista, ya que las contempla dentro de una perspectiva de progreso de la humanidad. Durante la Ilustración hubo una gran difusión de posturas de tolerancia ética y religiosa, además de una fuerte  defensa de la libertad del hombre y de sus derechos como ciudadano. Llamada de muchas formas diversas (desde “siglo de las luces” a “iluminismo”) la Ilustración defiende la importancia de una razón crítica que permita pensar con claridad, que sea la luz de la humanidad. Todo aquello que se opone a este ideal es rechazado al ser irracional (intolerancia, religiones, supersticiones...) e indigno de un hombre ilustrado, el término utilizado para englobar todo esto es “oscurantismo”.

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