La Utopia

“Todo el mundo tiene referencias y habla de este librito, pero son poquísimos los que lo han leído”

Enero de 1964.

ROVIROSA

Santo Tomas Moro escribió su “UTOPIA” en 1516, y desde entonces han pasado más de cuatro siglos, más de 400 años han pasado para que nosotros sepamos que nuestros antecesores tenían una visión totalmente diferente a la nuestra, Lutero1 fue otro gran precursor de esta visión.

Podemos mirar al pasado y darnos cuenta que la iglesia católica con su máximo pontífice tenían un poder enorme en la parte Occidental, gente gobernada por un rey al que servían lealmente y a un papa, al q servían de cuerpo y espíritu sin protestar, por los cuales daban la vida de ser necesario.

Utopía es una ciudad ficticia ubicada en una isla en la que Tomas Moro recrea todo un paraíso de 54 ciudades, donde todos comparten el mismo idioma y cuyas hermosas pero tramposas aguas hacen de esta isla un país impenetrable a flotas enemigas.

Las pequeñas ciudades que parecen nuestras modernas cooperativas son las que hacen funcionar la economía, lo que da como resultado los recursos necesarios al pueblo para poder vivir de manera agradable, así pues, las labores del campo son totalmente distribuidas de manera equitativa. En esta isla en forma de luna, las personas han aprendido a no tener ningún sentimiento de codicia, generada por las posesiones, aquellas a las que hemos llamado en todas las épocas “propiedad privada”, pues en Utopía todos cambian de casa cada diez anos, y con ello de posesiones.

En cuestión de políticas también encontramos un sistema en el cual se eligen nuevos funcionarios cada ano, la división de los bienes es igual para todos, es por ello que en este paradisiaco lugar los políticos no son más ricos que el pueblo, no hay una división de clases.

La duración del trabajo es de 6 horas (que lugar tan maravillo, por favor lea lo siguiente querido lector).

“Dividen el día y la noche en veinticuatro horas, dedicando seis horas diarias al trabajo, tres por la mañana, al final de las cuales van a comer. Tienen una siesta de dos horas después de la comida, y una vez descansados vuelven al trabajo por otras tres horas, que se terminan con la cena”.2

Tiempo para dormir después de comer…eso si es una utopía.

Aunque el trabajo es obligatorio, sobre todo si eres un hombre joven y sano, las mujeres también trabajan en labores menos pesadas, y los ancianos gozan de pensiones y atención medica necesaria.

La educación es gratuita y necesaria, de ahí salen los líderes, quienes tienen poder muy limitado debido a que es el pueblo quien hace posible mayor de las decisiones.

Si vives en este lugar la discriminación no debe preocuparte, pues sin importar tu sexo o religión todo mundo te respeta. Los juegos de azar q pudieran corromper esta comunidad están prohibidos y no son entendibles, pero

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