La filosofía en el joven colombiano y una alegoría a la fe

La filosofía en el joven colombiano y una alegoría a la fe

¿Cuántas veces nos hemos preguntado qué es la filosofía? ¿Cuántas veces nos hemos burlado de los nombres de los filósofos de la antigua Grecia? ¿A qué se debe todo esto? Bueno, la respuesta más clara es que somos jóvenes colombianos, en otras palabras, jóvenes desinteresados, incultos e ignorantes; realidad que ni la memoria alcanza a recordar su inicio, incluso Fernando González habló de esto hace ya ochenta y seis años.

Muchos no sabemos qué significa la filosofía, que nos atrae o detestamos de ella, y me atrevo a decir que algunos la utilizarán como excusa frente a la religión. Seamos sinceros, actualmente no buscamos agradar a Dios, sino comprarlo; lo tratamos como los aristocráticos a los empleados públicos: dándole propinas. 

Nosotros, los jóvenes colombianos, los jóvenes ignorantes y desconocedores de la filosofía, no conocemos el significado de esta ni del método, y citando a Pascal “El método libera al espíritu”, pero, ¿esto qué significa? En resumidas y pocas palabras, la verdad rompe las cadenas de la ignorancia (Alegoría de la Caverna).El camino es casi toda la vida del hombre; cuando está en él sabe de dónde viene y para dónde va. Caminos son los códigos, y  las costumbres, y las modas. El método es un camino. Por eso Jesucristo cuando quiso manifestar su infinita importancia dijo que él era el camino.

Pero, ¿el joven colombiano sí cree en Dios? ¿O solo se basa en la Apuesta de Pascal? Imagino que es lo segundo, para mí, la creencia en Dios va más allá de nuestra idiosincrasia colombiana y simplemente nos basamos en lo siguiente: aunque no se conoce de modo seguro si Dios existe, lo racional es apostar que sí existe. La razón es que, aun cuando la probabilidad de la existencia de Dios fuera extremadamente pequeña, tal pequeñez sería compensada por la gran ganancia que se obtendría, o sea, la gloria eterna; esa es la apuesta de Pascal y también la ideología del joven colombiano.

El joven colombiano es triste pero eso no difiere de nada; eso lo tienen los otros animales. Verdadera tristeza no hay sino en el hombre; el resto del cosmos es energía armoniosa. Los datos del problema son estos: todo es alegre y en el hombre hay tristeza; todo vive según medida y normas, menos el hombre, que es irregular y desmedido.

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