La Fe En Los Jovenes

La Fe en el siglo XXI ha ido disminuyendo considerablemente entre sus fieles, sobre todo en los jóvenes, que por diversas situaciones dejan de creer en Dios o sencillamente omiten su creencia religiosa por miedo o inseguridad a ser rechazados socialmente.

La educación no es indiferente frente a dicha situación, los colegios después de sus hogares, son el segundo lugar en donde los jóvenes reciben enseñanzas para su educación y vida futura; por lo cual, también ha sido la base para el conocimiento y acercamiento a la fe.

No queda exento, que muchas veces estos mismos jóvenes son los que por condición social, lugar de pertenencia, costumbres y estilos de vida, eligen dejar la fe voluntariamente, ya que la reciben como un deber más que un sentir-vivir.

La iglesia desde siempre ha tenido presente a los jóvenes, trabajando activamente con ellos para integrarlos por completo a la misión evangelizadora, adaptándose a los cambios y situaciones actuales de los jóvenes en general, y a su vez, actualizando la forma de transmitir sin modificar el mensaje inicial.

Ahora bien, si tomamos en cuenta todos estos puntos mencionados, surge la siguiente interrogante ¿Los jóvenes están siendo influenciados positiva o negativamente por el progreso? ¿Será que los jóvenes tienen miedo al compromiso evangelizador?

Según el informe de Latinobarómetro 1995 y 2014 sobre la evolución de la religión en América Latina Chile identificado como país católico, ha disminuido considerablemente en la profesión de fe, a su vez, según la séptima encuesta nacional de la juventud del año 2012, los jóvenes también muestran un descenso con la identificación de alguna religión, siendo el credo católico el mayor afectado entre los años 1997, 2006 y 2012

Por otra parte, tenemos el rol de la familia en la educación sobre la fe, la cual se ha visto disminuida, por dedicarle tiempo insuficiente a temas religiosos, siendo estos; la primera instancia en donde los jóvenes comienzan a descubrir en quien creer y porque creer.

Los colegios en la actualidad han tenido que modificar su forma de impartir la asignatura de Religión, ya que existiendo en nuestro país, una diversidad considerable de religiones; no se le puede obligar a ningún joven de otra religión a permanecer dentro del aula mediante se imparte la asignatura señalada, lo que conlleva a que muchos alumnos se adhieran a esta instancia para no asistir a clases y a su vez, rechazar la fe católica.

Existen otras influencias posibles para justificar la disminución de la fe en los jóvenes; como la política, que tiene que ver con la práctica de la justicia, solidaridad, compromiso social, denuncias de opresiones y violaciones a los derechos humanos entre otros, pero lo que no considera es la fe, ya que para practicar la política, casi es innecesario identificarse con algún credo.

La sociedad también influye mucho en la disminución de las creencias, ya que asistir a misa, participar de algún movimiento juvenil o el solo hecho de identificarse con algún credo es cuestionado socialmente, por razones simples como decir que sólo es una pérdida de tiempo o lo ven como una obligación sólo para los más piadosos, y así es mucho más cómodo que otros recen por mí, antes de yo tener que pasar por todo eso.

Algunas profesiones también entran en el círculo de las “posibles causas” de disminución de la fe en los jóvenes, ya que tiene una visión más humanista que se vuelve incrédula al momento de enfrentarse a la revelación divina y produce la contrapostura de creer y no creer.

Sin olvidar que son jóvenes y como tal les gusta divertirse y están en una constante búsqueda de la identidad, existen las tribus urbanas , que en combinación con la edad, obtienen un resultado de incredulidad sobre la fe, con consecuencias de la negación de ésta, por diversas razones como: popularidad, admiración y dejación, entre otros. Algunos de ellos pueden ser el movimiento Punk, Skinheads, Hardcore, Metal, Thrash, Ska, Darks, entre otros que como fundamento tienen la oposición al estado, la religión; promoviendo en algunos casos la anarquía.

Todo esto conlleva a que los jóvenes, ya sea por miedo ante la crítica social, por una mala transmisión o por influencias externas, no se comprometan con la profesión de fe, y es aquí en donde la iglesia ha colocado toda su atención durante varios años para llegar a ellos de una forma novedosa, actualizando sus medios de transmisión ¡sin modificar el mensaje original!

La iglesia católica ha convocado desde el año 1986 hasta la actualidad, a millones de jóvenes de todo el mundo a reunirse en las Jornadas Mundiales de la Juventud, realizadas en varios países del mundo, uniendo idiomas y culturas, hombres y mujeres de toda clase social y edad, en torno a la mesa del Señor, para compartir y transmitir la fe.

Es así como a través de la historia, diferentes Obispos de Roma han encabezado estas reuniones mundiales para darnos a conocer la palabra de Dios, exhortándonos a que nos dejemos atraer por él, “También hoy el Señor sigue necesitando a los jóvenes para su Iglesia. Queridos jóvenes, el Señor los necesita”

Nos dice que somos discípulos y nos explica lo que eso significa; “saber que somos el Campo de la Fe de Dios” , pide que nos hagamos cargo de nuestra fe “Les pido que sean constructores del futuro, que se metan en el trabajo por un mundo mejor” Todo esto no sería posible si no depositamos nuestra fe en María, la que nos ayuda y motiva con ejemplo de vida, a que todo es posible si nos entregamos con generosidad y humildad al Señor «Aquí está la esclava del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho» (Lc 1,38)

Y por último nos vuelve a enviar tal como lo hizo Jesús con sus discípulos «Id y haced discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19) con la misión de creer y tener fe, para que su mensaje evangelizador siga llegando a aquellas personas que aún no lo conocen, fortalezca a los que se encuentran en la duda y se mantenga vivo para las generaciones futuras.

Ahora, retomando las interrogantes planteadas en el comienzo según si ¿Los jóvenes están siendo influenciados positiva o negativamente por el progreso? ¿Será que los jóvenes tienen miedo al compromiso evangelizador?

Puedo concluir que es incierta la respuesta a la influencia, ya que cada individuo vive un encuentro íntimo y especial con el Señor que no puede ser impuesto, pero sí creo que el llamado de atención es para la familia, siendo esta base y pilar fundamental de toda la vida de los jóvenes, desde su niñez hasta su adolescencia, marcando un antes y un después en todas las enseñanzas; sobre todo en la fe.

Los jóvenes por su parte, debiesen ser más arriesgados y afrontar sus miedos, asumiendo sus responsabilidades de toda índole social y cultural, para que al aceptar que el Señor es mucho más que una figura de yeso, puedan abrir su corazón de una manera sincera, reconociendo que el camino de la fe no es fácil, pero que confiando en Dios; siempre lo encontraremos de nuestro lado y junto a Él nada nos podrá faltar, obteniendo día a día la satisfacción de hacer lo correcto, la paz en el corazón y trabajar para la construcción de un mundo mejor, con esperanza y amor; sin violencia ni rencor.

A su vez, la iglesia está llamada a no “dormirse” en la transmisión de la fe, para que más niños, jóvenes, adultos y ancianos, reciban el mensaje esperanzador de amor que Jesús nos entregó y sea por y para todos los tiempos.

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