La razon y sin razon (descartes)

ENSAYO DE LA RAZON Y LA SINRAZON (Descartes)

Este folleto, es un punto de vista del autor Carlos  Emilio García, el cual resalta el esfuerzo del filósofo francés René Descartes por establecer un criterio de distinción entre la razón y la sinrazón, a raíz de la insatisfacción con la incertidumbre de los conocimientos inculcados por los preceptores en el colegio jesuita de la Fléche, con respecto a la razón.    

Debido a esto se dice entonces que el filósofo francés  no redacta como un profesor sino  como un estudioso y no se dirige a los profesionales eruditos sino al hombre de la calle, dando lugar a un nuevo estilo de escritura.      

Descartes prefiere  considerar el saber como un edificio en el que todas sus partes están interrelacionadas. Pero en opinión de Carlos, “sobra decir, que nuestro compromiso al reconstruir el edificio de la sabiduría, consiste en aprovechar lo verdadero y deshacernos de lo falso.”1

Y  en la búsqueda de lo verdadero y lo falso, piensa el autor que es necesario hallar una pauta que permita esta distinción.

Luego, cita el prestigio de las matemáticas como posible modelo de toda ciencia, por su exactitud; y la cual facilitaría el paso de la persuasión a la certeza. La persuasión se da cuando subsiste alguna razón capaz de llevarnos a la duda, pero se da la ciencia cuando la persuasión proviene de una razón tan sólida, que ninguna otra más fuerte puede nunca hacerla vacilar.2

Hasta este punto es compartible la idea del autor al proponer su modo de pensar en cuanto a muchos términos que han sido objeto de estudio de grandes pensadores, mas cuando propone la hipótesis del Dios Engañador frente a la simplicidad de las matemáticas y nuestras formas equívocas de utilizarlas,  hace pensar a nuestro modo de ver que éste escritor ignora o tal vez desatiende la realidad de que somos seres imperfectos en conocimiento, por tal razón todo lo que sabemos o debemos saber, lo tenemos que adquirir mediante procesos de aprendizaje; y aún cuando ya los sepamos, hay lugar a equivocarnos.

Mejor será inclinarnos por la percepción de Descartes al respecto desde el análisis del YO, tomando un desvío que lleva a Dios: Todas las ideas tienen una realidad objetiva, esto es, toda idea debe representar una realidad y por ello participa el ser en mayor o en menor grado.3

Ahora surge la pregunta de si puede el YO mismo producir la idea de Dios?. Los atributos con que puede acompañarse esta idea ( infinitud, eternidad, inmutabilidad, independencia…), pueden originarse en el yo? Según Descartes son tan grandes que no se pueden originar en el espíritu, puesto que no es infinito, por lo tanto no es causa de esa idea, pues no hay más realidad en el efecto que en la causa. Entonces esa idea la causa Dios, a quien se le atribuye lo de infinito.

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