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FE Y RAZÓN


Enviado por   •  20 de Junio de 2012  •  41.550 Palabras (167 Páginas)  •  662 Visitas

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Esperanza Gonzáles – España

Universidad de Sevilla

Los otros: alteridad-extrañabilidad y alteraciónes

En este estudio pretendo exponer cómo el principio de alteridad de la comprensión del otro es la extrañabilidad, porque si no hay extrañamiento entraría dentro del movimiento de las kinestesias propias. Pero para el paciente, el otro es extraño por falta de marco pre-intencional, (pre-reflexivo), en su Lebenswelt; la extrañeza viene de la falta de naturalidad de sus evidencias.

Es posible una salida. Esto es la referencia a la noción de lo externo y es así, “imaginando,” que puede ocupar cualquier posición, pero se tienen que cumplir reglas, ya que la conciencia si no tiene los datos de lo que significa salir fuera, lo que hace es que se involucra y se pone a ella misma como saliendo fuera, que es lo que le pasa al paciente.

La relación con el otro es la empatía, la dadidad es esa forma de darse en el sentido de cuerpo del que habla Husserl, el valor del propio. Cuando la relación de yo y el otro no es de forma transferida aparece un pseudo-cuerpo, no hay conexión y desafecta mi cuerpo que es con lo que conecto, no puedo comprender o conocer sin darme al otro, es ponerse como uno mismo, la identidad.

La Fenomenología tematiza el problema del anclaje del individuo en el mundo común constituido por la intersubjetividad, que él también es.

Para Binswanger: “El trastorno de la constitución del Alter Ego se apoya sobre un trastorno de la constitución del Ego y se trata de la pérdida de la primacía normal de las apresentaciones habituales, es decir, biográficamente fundamentadas sobre las presentaciones actuales.”

EL OTRO, EL ALTER-EGO Y SUS ALTERACIONES

“La experiencia de la identidad de un cuerpo diferente del mío se funda en la experiencia, mediante las propias kinestesias, del espacio originario. En el caso de la identificación del Otro como alter ego, como extraño, también funciona la experiencia de mi desplazamiento hacia allá; esta necesidad actual del movimiento que suprima la distancia, funda la alteridad." 21

La relación entre yo y el otro es de recíproco reconocimiento de identidades. El punto de partida es la presencia. Se puede romper la relación, pero las estructuras permanecen, no se modifican. Las experiencias sí son modificables. La coincidencia está en las estructuras subjetivas que son iguales para todos, lo que funda un relativo consenso originario.

Para saber que son diferentes, tengo que tener conciencia de lo que es la alteridad. La extrañabilidad tiene lugar cuando el suceso se presenta como extraño, cuando yo advierto que no soy yo, y no puedo unirme al otro y entonces esto es reconocer al otro. Puedo asociar la experiencia suya a la mía, movimientos similares a los míos propios, a mi cuerpo vivido; por lo tanto, mi cuerpo vivido se constituye en registro de los movimientos del otro, esta noción del otro es mi gran modificación, el otro no soy yo, es la alteridad.

Según BINSWANGUER “el problema de la constitución del Alter-Ego, es decir de la constitución por el Ego de un otro Ego que sea un sujeto... y trascendente al primero siendo además constituido por él, entonces en él siendo inmanente,...la apresentación. Ésta da a una cosa primero material, que se parece a mi cuerpo, sucesivamente los sentidos cuerpo vivo y cuerpo animado por un yo, el punto esencial... el acto apresentativo... no se percibe nunca ni puede serlo, es "apercibido", nunca presente pero apresente”3.

El yo lo que hace realmente es que sirve para actualizar, o sea, que el mundo sin mí no es lo mismo que el mundo conmigo, es lo que se impone en mi relación con el lugar, actualizar el momento, siempre constituyo desde mi “aquí”, cuando llego, todas las cosas se hacen presentes. Eso es lo que hace que vayan determinando las cosas por el movimiento hacia ellas, porque las cosas van apareciendo delante de mí, mi cuerpo propio está condicionando a las kinestesias del otro cuerpo. Con el contenido fantasmal no hay interrelación y con el perceptivo sí, lo que constituye es el sí mismo, el óptimo que presenta en implicación intencional, mediante las perspectivas de separación.

Siempre hay una ruptura, una falta de relación, una extrañeza entre el objeto que soy yo y el objeto que es otra cosa. El alucinado tiene una noción de fuera que mi presente no puede asimilar del todo. El alucinado se extraña, eso no lo puede hacer, ya que un individuo normal, cuando se pone fuera, sabe que eso es una imagen que ha creado voluntariamente y que la ha puesto ahí, reconoce sus posiciones imaginarias. Mis vivencias sí se corresponden con las vivencias actuales, con las vivencias del objeto de fuera y se pueden analizar en momentos vivenciados, pero el otro, el alucinado, el individuo que está viviendo la situación de la alucinación no puede vivenciar lo imaginario.

Las cosas que vienen al encuentro no están determinadas, pues el sentido existencial de éstas es momentáneo en el mundo propio trascendental que ya está constituido y, a la vez, es idéntico a la constitución trascendente del otro extraño que se me aparece en la presentación y que me hace comprender.

El paciente esquizofrénico “vive en la pura presentación, en impuros "presentes", que no tienen sus remisiones habituales en el sentido de las habitualidades husserlianas sedimentandas en el flujo de la vida... aprehendido puramente como extraño entre muchos otros...

Como la presentación no es posible sin apoyo sobre momentos retencionales y protencionales, tampoco una apresentación es posible sin este apoyo.”4

“ La experiencia natural no es posible porque se apoya en..., lo que es familiar y común con el otro. Esto implica... el conocimiento del Otro ante sí mismo de su reconocimiento”.5

La perplejidad esquizofrénica es ausencia de esta convivencia prerreflexiva con el mundo, consigo mismo que hace familiares y dignos de confianza a estos, conocidos antes incluso de ser reconocidos, es ausencia de este fondo siempre pre-dado de la experiencia natural, del cual el esquizofrénico se sale, esto es salirse de la realidad de la experiencia actual. La praxis de esta experiencia da continuidad biográfica, historicidad al sí en la intersubjetividad; en el esquizofrénico la continuidad está quebrada.

La presencia humana es en sí misma explicación de sí con el otro. Binswanger dirá: en el autismo que la presencia “está puesta sin hacer nada,” abierta, pero las conexiones de remisiones de las situaciones se reducen, es carencia de presencia, suprime la estabilidad

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