La razón y del saber

Foucault comienza presentando su hipótesis principal de la siguiente forma: “en toda sociedad, la producción de discursos está controlada, seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad”. (Foucault, 1970:12). Dicho de otra manera lo que el autor menciona es que en el discurso se operan una serie de procedimientos que imponen reglas y modos de enunciar, lo que se puede decir y lo que no, quien tiene la autoridad del discurso y en qué momento o espacio puede ser enunciado. Es por ello que el discurso tiene una dimensión productiva. Por medio del discurso se ejerce el poder, se constriñe y se ponen en juego procedimientos de exclusión. “ El discurso, por más que en apariencia sea poca cosa, (..) es aquello por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse. (Ibíd. 1970:13)

Si para Nietzsche el saber es el resultado de deseos encontrados y se caracteriza por su voluntad de dominio o apropiación, para Foucault el discurso supone una voluntad de verdad, que aparta todo cuanto no puede asimilar. Cuando Foucault explica la noción de sociedad del discurso, se refería a la historia del presente, y del respeto por el discurso, pero que en definitiva ocultaba el temor por el discurso escandaloso (Horrocks y Jetvic 1997:96).

El poder se traslada al uso de la razón y del saber; qué significa para el orden del discurso de Foucault un paciente psiquiátrico? Aunque para Bourdie son solamente adjetivos para Faucault es una serie de conocimientos que sirven para controlar y decidir quien pertenece a una normalidad o anormalidad; ser paciente psiquiátrico ser selectivo por la economía; es lujoso ir a consulta psiquiátrica, pagar medicamentos y pagar psicoanalistas que terminan haciendo análisis en vez de psicología y de nuevo el discurso se ve relacionado con las ansias de poder y de control social; aquel que piensa, siente, ve diferente al otro que solo reproduce y no tiene los recursos capitalistas se vuelve parte de las esferas que padecen otro tipo de exclusión “indigentes locos”; lo mejor del lenguaje cultural es que se vuelven dueños de los puntos y el gobierno construye edificios que parecen cárceles de los años cuarenta para aquellos que por diversas razones no se dejan ser sometidos por el discurso que transgrede y que se hace llamar por la cultura como “cordura”.

El saber se transforma entonces en un mecanismo de control, haciendo del individuo un objeto descriptible y analizable, como contrapartida al surgimiento de las ciencias del hombre. Ya no es necesario imponer penas y sanciones a los vigilados para obtener buen comportamiento, basta el temor de tener todos sus actos vigilados y analizados. El individuo se transforma en su propio verdugo. Según Foucault, la anatomía política desarrolla sus efectos siguiendo tres direcciones privilegiadas: el poder, el cuerpo y el saber. Esas direcciones no están aisladas, sino que se correlacionan unas con otras. Foucault argumenta que toda una tradición habló del poder buscando su origen, sus condiciones, sus causas, reduciéndolo o aplicándolo a otra cosa. Afirma: "fue preciso esperar el siglo XIX para saber lo que era la explotación; pero quizá aún no se sepa lo que es el poder. Y Marx y Freud tal vez no sean suficientes para ayudarnos a conocer esta cosa tan enigmática, al mismo tiempo visible, presente y oculta, manifiesta en todo lugar, que se llama poder." Para Foucault la ley es una gestión de los ilegalismos, permite algunos - tornándolos posibles o inventándolos como privilegio de la clase dominante - y tolera otros - como compensación a las clases dominadas. La ley prohíbe, aísla y toma otros ilegalismos como objeto, pero también como medio de dominación. En su libro “Vigilar y castigar”, Foucault

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