La ética. La Ética nicomáquea de Aristóteles

Ética.

La ética es una rama de la filosofía que estudia lo correcto o equivocado del comportamiento humano, tiene como centro de atención las acciones humanas y aquellos aspectos que se relacionan con el bien, una doctrina ética verifica afirmaciones o actos determinados en la que intervienen términos como bueno, malo, correcto, incorrecto, permitido, etc. pero no se limita solo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o malo para ello se valora moralmente a la persona o su acción.

Si bien es cierto que la ética se fundamenta en la moral no son lo mismo, mientras la ética es el estudio del bien y el mal en una sociedad, la moral es la práctica de estas normas. Según este punto de vista, la moral se basa en los valores que dicta la conciencia, que, a su vez, está basado en costumbres aprendidas. Dicho punto de vista dice que la moral no es absoluta o universal, ya que su vigencia depende de las costumbres de una región, de aquí vendría el relativismo moral, es decir lo que es bueno para algunos, es malo para otros.

La ética de Platón identificaba el bien con el conocimiento, caracterizándose por un marcado intelectualismo. Por naturaleza el hombre tiende a buscar el bien, por lo que bastaría solo con conocerlo para obrar correctamente. Aristóteles, sin embargo, rechaza la posibilidad de afirmar la existencia del "bien en sí" porque del mismo modo habrá también muchos tipos de bienes, que no aplican para todos.

La Ética nicomáquea de Aristóteles, se basa en que todo ser humano busca la felicidad, una felicidad que Aristóteles identifica con la buena vida, pero nuevamente, no todos los hombres tienen la misma concepción de lo que es una vida buena, para unos la felicidad consiste en el placer, para otros en las riquezas, para otros en los honores, para otros la inteligencia, etc. pero parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del hombre es vivir bien y ser feliz. Para Aristóteles la vida plena es la que permite realizar las actividades con una suficiente autonomía en bienes materiales y salud, en compañía de un número suficiente de amigos o familiares.

Las virtudes éticas a lo largo de nuestra vida nos van forjando una forma de ser, a través de nuestras acciones, en relación con la parte apetitiva de nuestra naturaleza. La virtud entonces, se adquiere a través del ejercicio y el hábito, es decir que para que un hombre se haga justo, es menester que practique la justicia algo que difiere del pensamiento de Platón porque Aristóteles considera que nadie se hace justo por "naturaleza".

Es a través de la experiencia, como podemos ir forjando ese hábito, mediante la adopción de decisiones correctas, en las que consiste la virtud. Nuestras características personales, las condiciones en las que nos desarrollamos, las diferencias individuales, son elementos a considerar en la toma de una decisión, en la elección conforme a nuestra conducta. Lo que para uno puede ser excesivo, para otro puede convertirse en justo, en ambos casos la virtud se mantendrá, aunque actuando de dos formas distintas. No hay una forma universal de comportamiento ético.

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