Las Palabras Y Su Significado

Las palabras y su significado

El significado de la palabra “significar” nos arroja un sinfín de conceptos como por ejemplo puede ser una cosa, el signo de ogra o simplemente la representación de algo, como por ejemplo la luz roja significa no pasar, tu presencia significa un honor ara nosotros, etc. También no podemos referir al significado como un contenido mental que le es otorgado a algo en particular, ya sea una cosa, una persona, un animal, etc.

Platón plantea un debate sobre la naturalidad o convencionalidad de las palabras, en el que interviene Sócrates como árbitro de la cuestión.

En este diálogo se presenta Sócrates travieso y caprichoso, adopta una postura y después la exactamente contraria.

Se examina la cuestión tópica de la “corrección de los nombres” desde diferentes ángulos.

Mediante unos ejemplos de lo que es bueno y malo, y si los hombres son buenos o malos. Sócrates estableció por medio de una conversación que sostuvo únicamente con Hermógenes, que los seres humanos tienen una esencia por naturaleza al igual que los nombres.

Sócrates continuó afirmando con ejemplos que así se varíe letras o acentos el nombre sigue teniendo su esencia. Así pues, discute con Hermógenes la raíz de muchas palabras como el nombre de los dioses, las divinidades, las virtudes, los sentimientos, las acciones, las descripciones, entre otros.

El método empleado por Platón es la dialéctica. Utiliza opiniones en oposición y esa es la razón para no manejar una verdad absoluta durante el desarrollo del texto, la verdad siempre se encuentra en movimiento, cambia, se transforma, esa es una cualidad del texto: no hay definitivamente nada quieto.

Siguiendo la discusión Sócrates, mediante unos ejemplos de lo que es bueno y malo, afirmó que las personas tienen una esencia por naturaleza igual que los nombres, y da el ejemplo de un legislador que formaba con sonidos y sílabas el nombre que le correspondía a cada cosa demostrando no se dan por puro convencionalismo. En un pasaje de la obra Sócrates le pregunta a Crátilo cuál es la función de los nombres; entonces Crátilo le responde que la función de los nombres es enseñar ya que el que conoce los nombres, conoce también el significado de las cosas. Lo que hace Sócrates es tratar de hacer un solo concepto del origen de los nombres, y para empezar busca una base solida y con eso hace un lado la teoría de Hermógenes sobre lo convencional, y se apoya en la teoría de Crátilo, una teoría naturalista. Sócrates utiliza la acción de tejer ya que esta acción de nombrar tiene una especie de instrumento, que es el nombre.

Por otra parte a Mark Twain (1835-1910), quien fue un popular escritor, orador y humorista estadounidense, los temas bíblicos de la creación del mundo y del hombre le obsesionaron durante toda su vida de escritor. Es constante la referencia en sus relatos, cartas y anotaciones a trabajos que estaba desarrollando, o proyectos que planeaba, con la intención de reunirlos en una magna obra dedicada a los escritos bíblicos. Mark Twain conocía muy bien la Biblia, como lo demuestra la gran influencia que tuvo en toda su obra, pero en estos relatos sobre el Antiguo Testamento encontramos también las huellas de su propia vida

Eva, por falta de cariño, hace todo lo posible por agradarle a Adán, lo trata de forma amable, a veces como si fuese un niño, sabiéndose más inteligente que él.

Adán se siente atrapado, no logra entender cómo Eva llegó a su vida, y hace todo lo posible por procurarse un poco de espacio. Ella no lo deja hacer las cosas que siempre le había gustado hacer, le habla demasiado y a veces siente rabia por haber perdido el Edén a causa de ella. Sin embargo, sigue a su lado, y no tarda en reconocer que estar con ella vale la pena ante cualquier cosa. Eva es inteligencia, con mucho sentimiento.

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