Las Preguntas De La Vida

Las preguntas de la vida de Fernando Savater, manual de introducción a la filosofía, nos enseña que no es lo mismo saber que limitarse a lo que tradicionalmente se tiene por sabido, debemos tener claro por qué no nos convencen las respuestas existentes luego de haber pensado y refutado, nos enseña a establecer conocimientos siendo capaces de criticar lo que conocemos mal, no conocemos o creemos conocer, debemos saber porque dudamos de lo que afirman los demás,y volvernos críticos tiene un valor. En este mismo propósito, se antepone en el hombre la curiosidad de la duda, por esto Savatercomienza con un gran enigma como lo es la muerte,donde supone basado en su propia experiencia que en el momento en que se comienza a comprender,entre aprender o repetir pensamientos ajenos y tener un pensamiento verdaderamente propio, es cuando realmente se comienza a pensar. Plantea que todos tenemos en algún momento de nuestras vidas que afrontar la existencia de la muerte para reconocer nuestra propia existencia, de tal manera que pensar en este tema nos convierte en seres pensantes aunque no podamos dar respuesta a dicho enigma, y a muchos otros, al preguntarnos y pensar en la muerte estamos realmente afirmándonos en la vida.

A los efectos de esto, aprendemos cosas dichas por otros, por estudiarlas y por experiencia propia, pero en ninguno de los casos anteriores se garantiza un conocimiento fiable, y los seres pensantes debemos argumentar dichos conocimientos para luego refutar lo que se resume en usar la razón, como base para fundar nuestros propios conocimientos, con un procedimiento crítico e intelectual, y en armonía con nuestras creencias, pues incluso lo que experimentamos debemos cuestionarlo pues, hasta nuestros sentidos engañan,utilizar la razón como instrumento social, en debate con los demás, pues viviendo en una sociedad democrática, debemos someternos a la autoridad de la razón, como vía hacia la verdad. Y es esta condición, la que nos asegura nuestra existencia como un “yo” un ser diferente a los demás,pues al razonar me equivoque o no me equivoque,voy a estar seguro de que existo, mientras que esté pensando y razonando,y lo voy a trasmitir por medio de un lenguaje,que nos permite comunicarnos con nuestro exterior, el yo adentro es nuestra interioridad relacionada con el alma, que razona. Por otro lado, el yo afuera que me permite ver y valorar mis capacidades y competencias relacionado con el cuerpo, mi exterioridad. Posteriormente, el uso de la razón e identificarnos como un “yo” nos dejan dudas sobre que o quien somos, y debemos hacer puntos de comparaciones para poder llegar a una respuesta, para lograrlo el escritor realiza una comparación entre los animales y los seres humanos, nuestra condición como seres humanos es esencialmente simbólica no muy diferente al de los animales,necesitamos utilizar símbolos para conformar nuestra condición de existencia, el desarrollo de nuestra imaginación simbólica determina nuestra forma de ver las cosas, nuestra realidad es simbólica, lo que nos convierte en un animal simbólico, pero lo que nos diferencia del animal es el lenguaje humano y la capacidad de razonar.Los seres humanos somos seres vivos, capaces de crear, aprender y practicar acuerdos de significado con nuestros semejantes.

Por ende, para relacionarnos y utilizar el lenguaje humano,necesitamos un lugar y una sociedad,del origen acerca del mundo del cual formamos parte, existen diversas teorías,de las cuales el escritor hace referencias de forma muy razonable, de allí su relación entre las teorías científicas y las teológicas. Puesto que, cuando científicamente no se puede dar respuesta absoluta sobre un tema tan imperante como lo es el universo, se recurre al argumento más común a favor de un Dios creador en el orden de los Cosmos, la ciencia no ha encontrado la forma de explicar el inicio del universo. A pesar de estas interrogantes sin respuestas, los seres humanos seguimos viviendo en este mundo y constantemente realizando

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