Las coeforas de esquilo
karenpaolafrancoSíntesis24 de Abril de 2014
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Las coeforas de esquilo
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Enviado por gowfhm, marzo 2011 | 5 Páginas (1044 Palabras) | 1391 Visitas
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Las coéforas
Las coéforas es una tragedia de Esquilo. Forma junto a Agamenón y Las euménides la trilogía de la Orestíada, única que se conserva de este autor y que trata de la historia mítica de Orestes, hijo de Agamenón, vencedor de Troya.
Personajes
* Coro: esclavas troyanas
* Orestes, hijo de Agamenón, a quien su esposa Clitemnestra ha dado muerte
* Electra, hermana de Orestes, ehija también de Agamenón y Clitemnestra
* Clitemnestra, reina de Argos
* Pílades, amigo de Orestes
* Nodriza, nativa de Cilicia y llamada por ello Cilisa.
* Egisto, amante de Clitemnestra; primo de Orestes y Electra, y, posteriormente, también padrastro
* Servidores
Introducción
Con anterioridad a los hechos que se narran en la trilogía de la Orestíada, Agamenón, casado conClitemnestra, sacrificó a su hija Ifigenia para que los vientos fueran favorables para viajar a Troya. En la primera obra de la trilogía, Agamenón, Clitemnestra mata a Agamenón mediante engaño, cuando vuelve victorioso de Troya, tema tratado también por Homero en la Odisea.
Las coéforas es la segunda obra de la Orestíada. Narra el encuentro entre los dos hijos de Agamenón y Clitemnestra, Electray Orestes, y su venganza por la muerte del padre. La segunda tragedia de la trilogía toma el nombre del coro, constituido por las portadoras de libaciones, esto es, las «coéforas», esclavas de la casa del rey, que acompañan a Electra con libaciones a la tumba de Agamenón. Después de que Clitemnestra haya asesinado a su marido, Orestes quiere vengarse de su madre.
Trama
Trata de la culpa en laque incurre Clitemnestra al matar a su marido Agamenón, que no ha de quedar sin castigo por las Erinias.
En el palacio de Argos, Clitemnestra, que ahora comparte el trono y la cama con su amante Egisto, se despierta de una pesadilla: sueña que dio a luz a una serpiente y que esta serpiente ahora se alimenta de su pecho, del que saca sangre en lugar de leche. Alarmada por esta pesadilla, que [continua]
LAS COEFORAS ESQUILO
El problema fundamental es por la muerte de Agamenón que deja a sus hijos Orestes y a Electra que no pudieron gozar de todos sus bienes ytambién porque quieren dejar en claro que su padre fue un héroe y una persona respetada y quieren que así lo recuerden sobre todo porque en los tiempos de antes laspersonas que eran reyes deberían de morir por naturaleza y no por causas de la vida diaria.
Y desgraciadamente todo esto es ocasionado por la traición de Clitemnestra (lamadre) porque le fue infiel a su Agamenón y la persona con la que vivía estaba gozando de los bienes que a ellos les pertenecían entonces Orestes y Electra no estabanconformes y estaban decididos a tomas cartas en el asunto por eso es que deciden hacer como un conjuro porque ellos no estaban juntos, Electra se sentía sola y queríaayuda de Orestes para que así los dos pudieran resolver el conflicto que se les estaba presentando.
El problema principal del cual nos trata esta obra es la justicaese es esencialmente de lo que nos quiere dar a entender el autor, lo cual ocasiono que Orestes se llenara de odio y decide hacer justicia por sus propias manosmatando a quien le dio la vida y a sí mismo al padrastro y para poder realizar lo que tiene pensado decide hacer una treta y así poder llegar a ellos y cumplir con lo queél tiene destinado y cree que con lo que va a hacer Agamenón ya puede estar limpio y recordado como un buen rey.
Electra también quería justicia pero ella estaba máscentrada en sus decisiones porque no deseaba que hubiera tanta sangre derramada quería que el castigo fuera de una forma sabia y justa.
PROBLEMA SECUNDARIO
Resumen del texto de “Las Coéforas” de Esquilo propuesto para el próximo seminario del miércoles 4 de julio
Publicado 30/06/2012 | Por Ana Maria Gomez
Orestes perseguido por las Furias, de William-Adolphe Bouguereau.
Χοηφόροι / Las coéforas
Fue estrenada el 458 a. C.
Han pasado seis años desde el asesinato alevoso de Agamenón. Su hijo Orestes, nacido poco antes del comienzo de la guerra de Troya, ha cumplido ya 18 años y llegado, por tanto, a la “efebía”… Tiene, pues, derecho a volver, como rey y señor, a Argos. Antes de retornar a esta ciudad ha visitado el santuario de Delfos, en donde Apolo le ha ordenado que vengue la muerte de su padre.
Procedente del campo, llega de madrugada a Argos, acompañado de Pílades, prototipo del amigo leal. Se detienen ante la tumba de Agamenón. Orestes consagra en ella, en ofrenda a su padre, un mechón de sus cabellos; y exclama: “Entro en este país de vuelta del destierro…He ofrecido al Inacos un bucle de mis cabellos, por haber nutrido mi juventud, y ofrezco aquí otro en señal de duelo”.
En ese momento se dirige hacia la tumba del rey el Coro, formado por unas portadoras de libaciones (las “Coéforas”) y de otras ofrendas fúnebres. Se trata de ancianas, esclavas de Clitemnestra, de cautivas procedentes de Troya, que cumplen de mala gana la ofrenda de homenaje postumo al rey que destruyó Ilion.
Electra, hermana de Orestes, conduce el cortejo. Orestes la reconoce: “¿Qué es lo que veo? ¿Qué cortejo es este que avanza, compuesto por mujeres cubiertas con largos velos negros?… ¿Debo entender… que estas mujeres traen a mi padre libaciones, ofrendas que aplacan a los muertos?… Creo que es mi hermana Electra la que viene hacia aquí… ¡Oh Zeus, concédeme vengar la muerte de mi padre…!”
El Coro canta que la noche anterior la reina Clitemnestra ha soñado que paría una serpiente, que ensangrentaba su seno al mamar de él. Impresionada por tal sueño, trata de aplacar el alma de Agamenón. Esta mujer, autora de un crimen abominable, no se ha arrepentido de su acción, pero se ve atormentada por remordimientos, que la impulsan a realizar prácticas mágicas y a dedicar ofrendas al esposo asesinado.
Electra, al derramar libaciones, exclama: “¿Qué voy a decir al derramar estas libaciones en honor del muerto?… Al verter este agua lustral en honor de los muertos, dirijo a mi padre esta llamada: ‘ten piedad de mí y de tu hijo Orestes; ¡haz que seamos amos de nuestra casa! Ahora somos simples vagabundos, vendidos por la misma que nos parió; en cambio, ella ha tomado, en tu lugar, un amante, Egisto, su cómplice en tu asesinato. A mí se me trata como a una esclava. Orestes, desposeído de sus bienes, está desterrado… ¡Que un golpe de suerte nos traiga aquí a Orestes! Escucha, padre mío, mi súplica… ¡Que surja, por fin, un vengador tuyo, padre, y que los que te mataron mueran a su vez: esto será justo!…’ Estoy viendo sobre la tumba este bucle cortado”.
Al ver sobre la tumba de su padre el mechón de cabellos, Electra imagina que son de su hermano, colocados allí por éste como ofrenda. Ve en el suelo unas huellas de pies humanos y supone que son también de Orestes.
Mientras tanto, Orestes y Pílades permanecen ocultos entre bastidores. Esquilo inventa este truco escénico, que pervive en el teatro actual.
Orestes sale de su escondite, se presenta ante Electra y se produce la anagnórisis entre ambos hermanos; Oreste dice: “Cuando has visto este mechón de pelo, cortado en señal de duelo, tu corazón ha saltado de gozo y creías verme y lo mismo te pasó, cuando examinabas las huellas de mis pies. Mira, examina este bucle y ponió junto a los cabellos de tu propio hermano, tan semejantes a los tuyos,… Mira, además, este tejido, obra de tus manos…”
A continuación recuerda la orden del oráculo de Apolo: “No me traicionará, no, el oráculo omnipotente de Loxias (Apolo), que estuvo ordenándome que afrontase hasta el final este riesgo; levantaba sus gritos apremiantes y me presagiaba penas capaces de helar la sangre de mi corazón, si yo no perseguía a los asesinos de mi padre… y desobedecía su orden: matar a quien ha matado… Si yo no lo hacía, declaraba, pagaría el precio con mi propia vida, en medio de muchos y espantosos sufrimientos”.
Electra explica, a su vez, la situación en que se encuentra ella: “Yo estaba marginada, privada de honores y derechos, recluida en mi habitación, como si fuera un perro peligroso. Mis lágrimas brotaban más prontas que la risa; me ocultaba para sollozar y llorar constantemente”
Ambos hermanos, de rodillas ante la tumba paterna, evocan el alma del muerto y deciden obrar de común acuerdo. Comentan las circunstancias que rodearon el asesinato de su padre. Se aclara el horrible sueño de Clitemnestra, que ha obligado a Electra a llevar libaciones a la tumba de Agamenón. Orestes lo interpreta como un destino de la muerte violenta de su propia madre y urde un engaño para perpetrarla: “Como si yo fuera un extranjero, llevando el atuendo completo de un viajero, llegaré hasta la puerta exterior, acompañado
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