Las ideas de los filósofos presocráticos

Las ideas de los filósofos presocráticos pueden dividirse en dos grandes grupos: los partidarios del monismo y los cercanos al pluralismo.

Tales de Mileto: “No el hombre sino el agua, es la realidad de las cosas".

Marcó un punto de inflexión a partir del cual se comenzaba a creer en la naturaleza en al menos se creía en la naturaleza del agua, Tales decía que el agua es el principio de todas las cosas, puesto que todas las cosas están compuestas por dicha sustancia, decía que el agua, está dotada de vida y movimiento propios; por lo tanto todo está vivo y animado.

Anaximandro: “El principio de todas las cosas es el ápeiron, es decir lo indefinido, lo indeterminado".

Anaximandro quiso decir que toda existencia individual y todo devenir no son sino una usurpación una injusticia que han de ser pagadas con la muerte. Decía que del ápeiron comienzan a separarse sustancias opuestas entre sí y cuando una prevalece sobre la otra, se produce una reacción que establece el equilibro.

Heráclito de Éfeso: "Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo ha creado ninguno de los dioses ni de los hombres, sino que siempre fue, es y será fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se apaga con medida."

Heráclitó ve en un elemento determinado, en este caso, el elemento es el fuego. No solo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él sino que el mundo entero perece en el fuego para luego renacer, no hace otra cosa que tomar como punto de partida un dato que proviene de la experiencia. Para Heráclito no existe más que el "devenir" y no el "ser”.

Aristóteles.

Explica que Las unidades tiene, pues, extensión espacial y pueden ser consideradas como el elemento material de las cosas. De esta forma, si las cosas se componen de números es porque se componen de agregaciones de unidades-puntos.

Parmenides de Elea.

Qué es y que no es posible ser, es el camino de la persuasión acompaña en efecto a la verdad, el otro que no es y que es necesario no ser. No conocerás, en efecto lo que no es, ni lo mostrarás. Parménides pretende pues, construir la vía de la verdad. Y así, deducirá que el Ser es ingénito e imperecedero; finito, contínuo y único; indivisible e inmóvil.

Empedocles de Agrigento.

La realidad es concebida como una esfera, no niega el valor de las apariencias porque para él, hay movimiento y hay pluralidad de seres. Lo que hace es introducir dentro de la esfera a la variedad: en su interior se encuentran los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire.

Anaxagoras de Clazomene: “Nada viene a la existencia ni es destruido sino que

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