Literatura 2do parcial. Dilemas ética-cultura

[pic 1][pic 2]

Un dilema ético es un problema en el cual ninguna de las opciones es 100% buena o mala, por lo que puede causar resultados positivos, pero también negativos. Las decisiones se llegan a tomar gracias a factores, los cuales permiten ver nuestro pensamiento y las razones de estas. Los dilemas éticos ponen a prueba nuestras convicciones y creencias, por lo que nuestro código moral es cuestionado. Nos hacen reflexionar sobre nuestros motivos para hacer las cosas y nuestra forma de ver el mundo.

Los actos humanos son los que proceden de la voluntad del hombre, estos se realizan con voluntad y libertad. Estos se dividen en dos:

• Actos naturales: El hombre no tiene control voluntario de ellas, un ejemplo de estas es comer o respirar, son necesidades fisiológicas y no se puede determinar si son bondadosas o malignas.
• Actos del hombre: Son sobre las que el hombre puede decidir, por lo que si se pueden clasificar entre moralmente buenas o malas.

El acto humano puede ser bueno si está conforme a la ley, malo si le es contrario a la ley, e indiferente si no le es contrario a la ley, pero tampoco está conforme a ella. Para que un acto humano sea moralmente bueno se deben considerar el objeto moral, las circunstancias y la finalidad.

• Objeto: Constituye el acto de acuerdo a su consideración moral.
• Circunstancias: Factores que afectan al acto humano. (Quien realiza la acción, consecuencias, que cosa, lugar, medios, modo, etc.)
• Finalidad: Intención que tiene el hombre a realizar dicho acto

El principio básico para juzgar la moralidad dicta que para que una acción sea buena es necesario que lo sean sus tres elementos (objetivo bueno, fin bueno y circunstancias buenas). Para que el acto sea malo, basta que lo sea cualquiera de sus tres elementos.

“bonum ex integra causa, malum ex quocumque defectu”.

Su traducción al español es “El bien nace de la rectitud total; el mal nace de un solo defecto.”

Dilemas ética-cultura.

Las costumbres son el origen de todas las normas éticas y la circulación de estas es impulsada por su legalización ante la sociedad. Las normas debemos de cumplirlas independientemente de nuestra voluntad e implican una aceptación universal impuesta, mientras que los valores pueden ser adoptados de manera libre. A norma ética es discutible mientras que los valores solamente son aceptados o rechazados. El universalismo ético es una postura que acepta a existencia de normas y valores para todos los seres humanos, tiene dos corrientes principales:

• Iusnaturalismo: Parte de la ley natural.
• Éticas dialógicas: Parte de las condiciones de comunicación.

Un ejemplo de dilema ético-cultural podría ser el “Dilema de Heinz” donde se nos plantea que una mujer está enferma de cáncer y morirá pronto, solamente tiene la posibilidad de salvarse suministrándole un medicamento previamente descubierto por un farmacéutico. El farmacéutico vende el medicamento a un precio cinco veces mas elevado, por lo que el esposo de la señora intenta recaudar todo el dinero para poder comprarlo, pero solamente logra juntar la mitad de su precio. El señor habla directamente con el farmacéutico, explicándole la situación y pidiéndole de favor que se lo venda más barato o le de mas tiempo para pagarlo, a lo que el farmacéutico responde que necesita el dinero y no puede hacer excepciones. El señor Heinz se encuentra desesperado y piensa atacar el establecimiento.  

En este dilema tenemos en cuenta que, de no actuar, la vida de la señora que ama corre peligro; pero si se actúa y se roba la medicina, estaría realizando un delito penado por la ley e irrumpiendo en las normas éticas establecidas por la sociedad. La mayoría de las personas podrían justificar el hecho del robo de la medicina ya que es una necesidad y se estaría salvando una vida, pero hay una frase muy importante que se debe de tomar en cuenta:

“El fin no justifica los medios.”

A lo que esta frase se refiere es que no importa si realizas una acción mala por una obra buena, al final la acción sigue siendo mala. Basándonos en el principio básico para poder juzgar la moralidad del acto tenemos que:

Objeto: Robar el medicamento

Circunstancias: Sin dinero, presión por adquirirlo.

Finalidad: Salvar la vida de su mujer.

A pesar de que las circunstancias son imparciales y la finalidad buena, el objeto o acción en sí es malo ya que se realizará un delito y perjudicará a la sociedad. Sabiendo entonces que el acto es moralmente malo, lo ideal sería no realizarlo. Una de las soluciones que se le puede dar a este dilema es pedir un préstamo al banco o en su trabajo, para comprar el medicamento y pagar paulatinamente al banco con intereses.

Como segundo ejemplo se tiene el dilema de Robin Hood donde nos plantea como testigos de un robo al banco, pero este ladrón en lugar de quedarse el dinero lo dona a un pobre orfanato para las necesidades básicas de los niños. Se sabe quien es el criminal, pero si se va al banco con la información lo más seguro es que este le recoja el dinero a el orfanato (lo que causaría de nuevo grandes carencias a los niños).

En este dilema se tienen dos actos que juzgar, primeramente; se probará si el acto de el ladrón es bueno o malo con el principio básico antes usado, lo que se plantea de la siguiente forma:

Objeto: Robo a un banco

Circunstancias: No se tenía la necesidad o presión para llevar a cabo esta acción.

Finalidad: Ayudar a los niños de un orfanato.

A pesar de tener una buena intención, el objeto o acción es malo y también arrastra a las circunstancias hacia la maldad ya que no había ninguna necesidad de conseguir de esa manera el dinero. Sabiendo que es un acto moralmente malo podemos examinar nuestro segundo acto (lo que se hará partiendo del primer acto):

Objeto: Encubrir a una persona de la ley aún sabiendo que su acto fue moralmente malo y va contra la ley.

Circunstancias: Se sabe quien es el culpable del acto anterior.

Finalidad: Proteger al orfanato para que se pueda utilizar ese dinero en favor de los niños.

Se sabe que la acción de cubrir a un prófugo de la ley es mala ya que no estas ayudando a que se haga justicia, aunque las intenciones sean las mejores, la acción es completamente mala.  Una solución para este dilema puede ser entregar a la persona que se robo el dinero, dejar que le retiren el dinero al orfanato y ayudar económicamente a este haciendo rifas o vendiendo productos para que las ganancias de estas acciones beneficien a los niños de esa institución.

...