Los 4 Acuerdos

Introducción

Con respecto a este libro del escritor mexicano Miguel Ruiz “Los Cuatro Acuerdos” nos permite identificar como realizar una reflexionar sobre la personalidad de la humanidad ante distintas circunstancia de la vida diaria.

Además que profundiza sobre cosas tan sencillas o complicadas como es el estado de la felicidad o el sufrimiento, lo cual es una elección del individuo porque “No hay razón para sufrir”, el sufrimiento no es más que una cadena de excusas sin sentido porque no existe alguna razón válida para sentirse, así como también el juzgarse o ser victimario.

¿haz Lastimado a alguien con tus palabras? O ¿te han lastimado con palabras a tal grado de creértela? ¿haz tenido problemas por actuar ante suposiciones?

No importa la clase social, creencia religiosa, política etc. es más fácil culpar al prójimo de nuestras malas decisiones o conductas que enfrentar los resultados de nuestras decisiones, también es muy común realizar comparaciones irreales por las cuales se produce angustia o tristeza.

A pesar de que se evada estos sentimientos es muy fácil que las personas tiendan a inclinarse más por las cosas negativas de la vida y gastan sus energías en querer resolver o alcanzar falsas fantasías que realizar o cumplir sus objetivos de su vida, lo cual no es la opción más apropiad sin hacer antes un análisis donde se verifique si realmente es un problema o no, por lo cual se recomienda actuar siempre: Siendo impecable con la palabra, No te tomes nada personal, No hagas suposiciones y Haz siempre lo mejor que puedas.

Primer Acuerdo: Ser Impecable con nuestras palabras

Es el acuerdo principal, de él se desembocan los otros 3 acuerdos, Impecable quiere decir sin pecado, una palabra impecable es cuando no pretende enviar veneno o daño a otra persona, sin calificativos de ningún tipo, ni bueno ni malo porque esto presenta prejuicios que siempre tienen veneno emocional que proviene de nuestras heridas, para que empiecen a cerrar esas heridas se necesita que encontremos en nosotros mismos nuestra propia aceptación sin depender de los demás en absoluto. Cuando dejamos de necesitar la aceptación de los demás, no nos hará daño el veneno que las demás personas quieran trasmitirnos, cuando esto sucede dejamos de querer trasmitir veneno y heridas porque ya no las tenemos y nuestras palabras se volverán verdaderamente sinceras e impecables.

Debido a que las personas que son impecable con su palabra es más difícil que realice una acción que cause un daño debido a que nunca van a contradecir lo que predican y si desean el mal muy bien tienen en su conocimiento que recibirán lo mismo que desean al prójimo

Segundo Acuerdo: No tomaras nada personal

Como ya había mencionado antes, el primer acuerdo es la base de los otros tres, cuando aprendemos a no tomarnos nada personal creamos una barrera del mundo exterior, si necesitamos a las demás personas nunca se podrá crear esa barrera porque en el fondo las palabras que buscas son las de los demás, buscan una aceptación que venga de alguien más, y tiene que oír al mundo para entender que te hace falta para ser perfecto para ellos. De esa forma si alguien llega y te dice “feo”, en ese momento te das cuenta de que no quieres ser feo para las demás personas y intentas cambiar y cuando crees que ya intentaste cambiar asta estar satisfecho buscas que las personas te digan, si ahora es correcto, si ahora esta bonito para ellos, y si no lo está intentaras cambiar asta estar de acuerdo a lo que ellos

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