Los 4 Acuerdos

LA DOMESTICACION DE EL SUELO DEL PLANETA

Para la milenaria cultura tolteca (México) la "realidad" que asumimos socialmente no es más que un sueño colectivo, el sueño del planeta. Desde el momento mismo de nacer, interpretamos la realidad mediante acuerdos, y así, acordamos con el mundo adulto lo que es una mesa y lo que es un vestido, pero también lo que "está bien" y lo que está mal, e incluso quiénes somos o cuál es nuestro lugar en el mundo (en la familia, en clase, en el trabajo). "La domesticación es tan poderosa que, en un determinado momento de nuestra vida ya no necesitamos que nadie nos domestique. No necesitamos que mamá o papá, la escuela o la iglesia nos domestiquen. Estamos tan bien entrenados que somos nuestro propio domador. Somos un animal auto domesticado". Cada ser humano, hombre o mujer, tiene su sueño personal, que, al igual que ocurre con el sueño de la sociedad, a menudo está dirigido por el miedo. Aprendemos a soñar el Infierno en nuestra propia vida, el nuestro sueño personal. El mismo miedo se manifiesta de distintas maneras en cada persona, por supuesto porque todos sentimos cólera, celos, odio, envidia y otras emociones negativas. Nuestro sueño personal también puede convertirse en una pesadilla permanente en la que sufrimos y vivimos en un estado de miedo constante. Sin embargo, no es necesario que nuestro sueño sea una pesadilla. Podemos disfrutar de un sueño agradable.

En el transcurso de este aprendizaje incorporamos en nuestra propia personalidad al juez y a la víctima.

El juez representa esa tendencia en nuestra mente que nos recuerda continuamente el libro de la ley que gobierna nuestra vida -lo que está bien y lo que está mal-, nos premia y, más frecuentemente, nos castiga. La víctima es esa parte en cada persona que sufre las exigencias de su propio juez interior. Sufrimos, nos arrepentimos, nos culpabilizamos, nos castigamos por la misma causa una y otra vez, cada vez que el recuerdo nos pasa factura.

Y como consecuencia del propio sistema, el miedo se instaura en nuestra vida.

1. IMPECABLE CON TUS PALABRAS

2.

Habla con integridad. Di solamente lo que quieras decir. Evita hablar contra ti mismo y chismorrear sobre los demás. As palabras poseen una gran fuerza creadora, crean mundos, realidades y, sobre todo, emociones. Las palabras son mágicas: de la nada y sin materia alguna se puede transformar lo que sea. El que la utilicemos como magia blanca o como magia negra depende de cada cual. Son pura magia y si las utilizamos mal, se convertirán en magia negra. Con una sola palabra podemos cambiar una vida o destruir a millones de personas. Se impecable con las palabras y trasciende tu nivel de existencia-las palabras que verbalizamos o las que pensamos nos están creando cada día. Las expresiones de queja nos convierten en víctimas; las crítica, en jueces prepotentes; un lenguaje machista nos mantienen en un mundo a donde el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, y las descalificaciones auto victimitas (pobre de mí, todo lo hago mal, qué mala suerte tengo nos derrotan de antemano.

2- NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE

En este presente acuerdo se refiere a que lo que los demás dicen y hacen es una proyección de su propia realidad, de su propio sueño. Nada de lo que hacen es por ti.

Las demás personas sólo somos figurantes en esa película que cada cual hace de su vida, Si alguien me insulta por la calle con casi toda seguridad no tiene nada o muy poco que ver conmigo; es simplemente su reacción a

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