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Los referenciales eticos justificados racionalmente


Enviado por   •  2 de Noviembre de 2014  •  Tutoriales  •  9.033 Palabras (37 Páginas)  •  183 Visitas

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2. LOS REFERENCIALES ETICOS JUSTIFICADOS RACIONALMENTE

Habiendo expuesto en el numeral I el concepto global de lo que entendemos por Etica fundamental, Especial y Profesional, corresponde ahora desarrollar con más detalle cuales son los referenciales "objetivos" desde los que seremos capaces de evaluar las conductas humanas en general, y en particular, aquella conducta que se da en la interrelación profesional-persona

Como habremos de ver en lo que enseguida exponemos, no existe una única concepción ética universalmente aceptada, sino diversas teorías o sistemas coherentes de pensamiento ético. Cada uno de estos sistemas de justificación racional de la ética y la moralidad, tiene su propia lógica de fundamentación. No pretendemos hacer aquí una fundamentación general de la ética personalista -que es la concepción en la que nos situamos- sino solamente introducir al lector en los fundamentos teóricos básicos que le posibiliten tener aquellos instrumentos de argumentación con los cuales valorar la realidad de la conducta moral. Sin ellos, todo sería un mero intercambio de opiniones o de emociones sin ninguna posibilidad de decidirnos sobre lo que es "correcto" "bueno" o "ideal" para el ser humano.

Contrariamente a lo que acabamos de afirmar, no es infrecuente encontrar personas que -sin formación ética- opinan espontáneamente que las convicciones morales son un asunto "subjetivo". Con esto quieren dar a entender que todo acto verdaderamente moral depende únicamente de una opinión íntima y de una experiencia intransferible acerca de aquello que "vale la pena" en la vida. Esta forma espontánea de pensar no es sin embargo novedosa sino que se afilia a teorías éticas como el emotivismo, sociologismo, o similares, que niegan la existencia de los principios universales y que afirman que todo es cuestión de preferencias arbitrarias y pasajeras. Así como el Emotivismo y el Personalismo son teorías éticas con importantes diferencias mutuas, existen otras tantas concepciones éticas a las que iremos exponiendo de forma somera en lo que sigue.

Para facilitar al lector la ardua tarea de percibir las diferentes formas de razonar éticamente, así como aquellos puntos de referencia a partir de los cuales es posible intentar una valoración de la interrelación humana, desarrollaremos los diversos niveles del discurso ético. Empezaremos por desarrollar cual es el Valor ético último o máximo al que siempre tendríamos que defender en cualquier comportamiento ético; luego analizaremos cuales son los Principios universalmente válidos que son capaces de vehicular o canalizar a ese valor, y por último cuales son las normas éticas fundamentales que hacen de punto de contacto entre lo que es la aspiración ética del ser humano, y la realidad concreta de la acción humana.

2.1. NIVELES EN EL DISCURSO ETICO

Es frecuente que cuando se trata de los asuntos morales exista una confusión entre lo que son los juicios morales frente a determinados comportamientos humanos, las normas instrumentales, los principios universales, y los valores éticos.

De ahí que sea necesario señalar los diferentes planos o componentes del discurso ético , para evitar ambigüedades y saber a lo que nos referimos, cada vez que intentamos hacer una argumentación ética:

1º. Los valores éticos son aquellas formas de ser o de comportarse en relación con los demás, consigo mismo o con respecto al ambiente, que son asumidos por la conciencia racional del hombre como ideales o metas necesarias de ser alcanzadas en orden a su autorrealización. Por configurar lo que el ser humano aspira para su propia plenificación y la del género humano, se vuelven objetos de su deseo más irrenunciable. El ser humano “persigue” los valores éticos en toda circunstancia porque considera que, sin ellos, se frustraría como ser humano. Los valores, en cuanto éticos, son anhelados y buscados en su praxis sin que nadie se los imponga. Los valores éticos son muy diversos. No todos tienen la misma jerarquía y con frecuencia entran en conflicto entre sí, de ahí que haya que buscar formas eficaces de resolver esos dilemas. Así, por ejemplo, no tiene la misma importancia el valor "conservar la vida" que el valor "tener placer". Para poder resolver esos conflictos es imprescindible saber cual es el Valor ético "último" o "máximo", aquel valor innegociable y siempre merecedor de ser buscado en cualquier ocasión.

Toda teoría ética tiene un valor ético supremo, máximo o último, que hace de referencia ineludible y sirve para juzgar y relativizar a todos los demás valores, como si fuese un patrón de medida. Más abajo mostraremos cómo las diversas teorías éticas se estructuran en torno a un valor ético estimado como el máximo en el nivel de importancia para las preferencias decisionales.

2º. Los principios morales. Dentro de las teorías éticas deontológicas, es decir, aquellas que consideran que hay valores universalmente vinculantes para la conciencia moral del ser humano, podemos hablar de “principios”. Para las teorías deontológicas los “principios” son imperativos éticos categóricos de carácter general, racionalmente justificados como válidos para todo tiempo y espacio (es decir, se consideran como universalmente válidos) que garantizan el cumplimiento del ideal moral de máxima importancia . Son orientaciones o guías para que la razón humana pueda saber cómo se puede llevar a la práctica el valor ético de máxima importancia. Afirmar que "toda persona debe ser respetada" es formular un Principio que posibilita o garantiza que el valor supremo (dignidad de "Persona humana") pueda ponerse en práctica; y a su vez hace de fundamento para la norma categorial de "no matar" o de "no mentir". Cuando se asienta el principio de que "toda persona es digna de respeto en su autonomía" se está diciendo que ese es un imperativo ético para todo hombre en cualquier circunstancia, no porque lo imponga la autoridad, sino porque la razón humana lo percibe como evidentemente válido en sí mismo. Considerar que una persona pueda no ser considerada digna de respeto parecería que es contradictorio con el valor libertad que se considera ineludible a la naturaleza humana.

Desde nuestro punto de vista, en cualquier tipo de relación interpersonal –y en consecuencia, también la relacionalidad típica del profesional- consideramos que los principios morales fundamentales son el de Autonomía, el de Beneficencia y el de Equidad a los que luego

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