Los valores y la cultura

Resumen capitulo no.6

• Los valores y la cultura

Los valores son parte importante dentro de la cultura ya que los valores que tiene cada cultura, representan a la misma individualmente sus raíces y en que creen. Los valores son parte esencial de toda cultura, los cuales forman verdaderos sistemas de valores. Los valores se ubican en el pensamiento y en el sentimiento; los valores caracterizan una cultura, y la cultura reproduce y transmite esos valores.

Entendemos por cultura como un conjunto de ideas, valores, símbolos, y relaciones sociales que identifican a un conglomerado humano. Desde el punto de vista sociológico, en la cultura están implícitos instrumentos de comunicación y pensamiento, un determinando acervo común de conocimientos y técnicas, cierta jerarquización de valores, orientación de las conductas colectivas y expresión artística. En no pocos casos, la religión está ligada muy estrechamente a cierta cultura; En contextos católicos se han desarrollado recientemente conceptos:

-Inculturación del evangelio: dando a entender la necesidad pastoral de tomar en cuenta las variables culturales para predicar y vivir el mensaje evangelico; es decir la iglesia debe de acoplarse o asimilar de otra manera los cambios culturales para así poder indicar el verdadero objetivo de su mensaje.

-Evangolización de la cultura: es la influencia inversa; está tiene como objetivo acoplar a la sociedad a su punto de vista y que actúen como la iglesia lo desea.

La cultura posee, modos de vida creados, aprendidos y transmitidos de una generación a otra entre los miembros de una sociedad particular. Los valores, que surgen y se desarrollan al interior de las culturas, sufren, por tanto, idénticos procesos de intercambio con consecuencias de rechazo, asimilación o modificación; esto se debe ya que la sociedad y las culturas están en constante evolución y esto le permite adoptar nuevas formas de pensar y actuar.

Los valores que hoy consideramos vigentes, rara vez acaban de surgir. Son el resultado de generaciones y a veces siglos de paciente decantación. Incluso valores nuevos, o de las cosas nuevas, suelen tener una raigambre muy antigua, por mucho que aparezcan terminologías renovadas y actualizadas; esto se debe a que todos los valores se transmiten de generación en generación para enriquecer su cultura.

La comprensión de la totalidad y conexión de los valores ha de construirse sobre los bienes vividos. La educación de los valores comienza a tempranísima edad, en el seno del hogar, las técnicas de estimulación temprana, en la primera infancia, son propicias por la fijación de ciertos valores. No obstante, la escuela -en todos sus niveles- se presenta como la segunda instancia de transmisión de valores.

La fe supone un alto grado de adhesión a lo que se cree y, a la vez, un fuerte compromiso de vivir de conformidad con ello. Los valores compartidos al calor de la amistad suelen fijarse de modo a veces imborrable a lo largo de la vida. En la sociedad actual, los medios también cumplen su parte en el proceso de transmisión de valores, a veces de manera positiva o negativa., muchas veces representan valores de otras culturas como el ideal a seguir. El concepto de crisis de valores parece reservarse a los cambios en dirección negativa a cargo de un grupo social dado.

Las eventuales salidas al conflicto interpersonal pueden ser algunas de las siguientes:

• Evasión
• Silencio
• Aislamiento
• Confinamiento
• Renuncia
• Asimilación
• Rectificación
• Liderazgo persuasivo
• Lucha Solidaria

Al discrepar sobre valores, es muy probable que el origen y motivación del diferido sea también de naturaleza axiológica, pues frecuentemente se aducen razones económicas, políticas, religiosas, estéticas, vitales entre otras. Por ello, es importante abrir el debate sobre las cuestiones axiológicas, para confirmar las opciones propias, conocer otras perspectivas, ampliar el radio de acción de conciencia y mejorar nuestro conocimiento de los seres humanos. Conocer las preferencias de cada individuo es importante ya que nos permite apreciar diferentes puntos de vista acerca de las cosas, averiguar el comienzo del cultivo de los valores, permite muchas veces medir el tipo de persona con la que estamos lidiando, así como hay valores, también existen los antivalores, como en los medios de comunicación, muchas veces no se transmiten mensajes adecuados para el público al que va dirigido y consecuentemente se adopta una cultura errónea.

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