Nietzsche Nihilismo

Comentario de cuatro discursos:

De las tres transformaciones

Las tres transformaciones del espíritu: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño. Todas estas transformaciones, son transformaciones del espíritu:

• El camello representa la carga, lo pesado. Las más pesadas de todas, quien las carga es el espíritu: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación:

• El león se transforma aquí el espíritu, que es quien quiere conquistar su libertad como se conquista una presa. Esta transformación del espíritu es el cual dice yo quiero “en negación” del “tu debes”. Es visto como necesaria para crearse libertad, y tiene que encontrar ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese robo se precisa el león.

• El niño es inocencia, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. Para el juego del crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.

Estas son las tres transformaciones del espíritu en la cual el camello pasa a transformarse león, y por fin el león en niño.

De las cátedras de la virtud

Lo que dice Zaratustra ante los jóvenes es (…) “¡Sentid respeto y pudor ante el dormir! ¡Eso es lo primero! ¡Y evitad a todos los que duermen mal y están desvelados por la noche!” (…). Luego habla de la superación de uno durante el día, la cual debe darse diez veces, en el mismo, y diez veces se debe reconciliarse, puesto que la superación es amargura. Por esto causa un enorme cansancio y es importante el dormir. Luego de esto da una metáfora que refleja su pensamiento del dormir y la virtud de eso (…) “Para mí el mejor pastor será siempre aquel que lleva sus ovejas al prado más verde, esto se aviene con el buen dormir” (…)

Aunque se tengan todas las virtudes, es necesario entender una cosa: de mandar a dormir a tiempo a las virtudes mismas.

De los trasmundanos

Aquí es cuando Zaratustra presenta su sueño, su ilusión más allá del hombre, en donde es lo mismo que todos los trasmundanos. Bien y mal, yo y tú, placer y dolor, este mundo, es eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradicción.

Esto es la ilusión misma, más allá del hombre, que quienes se ven como ejemplo son estos mismo, los trasmundanos, es decir, que son quienes están en este sueño de ir a ese ámbito, los personajes de la ilusión.

Al platicar de forma irónica, muestra su concepción de los hombres semejantes a Dios, los cuales quieren que se les crea a ellos y que la duda sea un pecado, aunque denota, demasiado bien su saber en aquello en lo que más creen ellos mismos.

De los despreciadores del cuerpo

Les dice que no deben aprender doctrinas ni enseñarlas, sino decirle adiós a su propio cuerpo, para así enmudecer. La pregunta aquí es ¿Por qué no hablar como el niño?

Denota que el cuerpo es una gran razón, e incluso denota que un pequeño juguete de la gran razón es el espíritu. Al estar orgulloso de la palabra “yo”, al estar orgulloso de decirla, pero en lo que no quieres creer, en tu gran razón y en tu cuerpo no es quien dice “yo”, es quien hace yo.

Luego muestra que hay más razón en el cuerpo que sabiduría, y enumera una serie de argumentos por los cuales esto se da de esa manera, o bien muestra las causas por las cuales esto se da. Como esto también entra en juego el caso del

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