OBSERVACION

En el siglo XX ningún concepto fue tan significativo o con tanta profundidad como la “Teoría de la complejidad”. De un uso común y científico que había perdido sus raíces y lo relacionaba con lo complicado, lo enmarañado y lo difícil de entender, retomó su sentido originario y pasó a significar una nueva perspectiva para designar al ser humano, a la naturaleza, y a nuestras relaciones con ella.

El estudio de lo complejo según investigaciones ha impactado también en el ámbito más directo de las interacciones de los seres humanos: la educación, la interpretación de la sociedad, la política, y la comprensión del momento actual que vive la humanidad.

Para ser un poco mas especifica La complejidad va acompañada de la perplejidad, es decir de lo enredado, lo inextricable, el desorden, la ambigüedad y la incertidumbre.

Hay muchos tipos de complejidad, por un lado podemos hablar de aquellas que están ligadas al desorden y otras que están sobre todo ligadas a contradicciones lógicas. Lo complejo de esta manera recupera por un lado la incapacidad de formar un orden absoluto y por otro la incapacidad de evitar contradicciones.

Si llevamos esta teoría a la educación pues Nos han enseñado desde niños a dividir la realidad en materias o asignaturas. En vez de explicarnos que la realidad es compleja, esto obedeció a los lineamientos positivistas, mostrándonos un mundo dividido en muchas partes bien separadas entre sí, puedo mencionar un ejemplo clave es cuando realizamos una comprobación de ciencias sociales y corregimos errores ortográficos pues los alumnos se molestan diciendo que no era comprobación de lengua y literatura, he allí la falla que se ha venido generando desde hace décadas. Ante esta cultura que no permite ver el todo, que se encierra en ella misma y se forma una coraza definitiva ante su entorno, nosotros como educadores debemos hacer el cambio.

Ahora bien nuestro rol como educador en el cual estamos implícitamente unidos a La Teoría de la Complejidad nos encontramos con una misión

de transmitir un conocimiento que se dé cuenta que las partes dependen del todo y viceversa, Es decir que las prácticas educativas no deben centrarse en un enciclopedismo que transmita lo puramente cognitivo, eso lo puede hacer una computadora, un libro o un programa de TV. La verdadera educación es un encuentro entre seres humanos, donde la vida misma es la protagonista.

A continuación se describen los principios que guían el pensamiento complejo, según Morín (2001) :

- El principio sistemático u organizacional bajo el que se relaciona los conocimientos de las partes con el conocimiento del todo.

- _el principio hologramatico que incide en que las partes están dentro del todo y el todo está en todas partes.

- El

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