Obligacion Moral

Quisiera empezar con este tema aludiendo a la definición de lo que es una obligación, como lo que se tiene que hacer, en tanto, una obligación también puede estar dada por una circunstancia que nos obliga a hacer o no tal o cual cosa.

Con la facultad moral calificamos de buenas o malas las acciones voluntarias hombre.

De acuerdo a la lectura que se nos presentó sobre obligación moral se entiende que es un deber que te impone un ente fuera de las leyes civiles. La obligación moral se define como la influencia que ejerce la razón sobre la voluntad, delante de un valor. Por tal motivo, está lejos de ser una presión originada en la autoridad, o de la sociedad, o del inconsciente, o basada en el miedo al castigo. La obligación moral no es la obligación que se siente por la presión externa, ni mucho menos ese tipo de acción psíquica originada por el inconsciente.

El hombre puede ser obligado por convencimiento, por temor, por afecto; más sólo puede ser compulsado por un agente superior: él mismo.

Uno de los aspectos más delicados en la relación entre el concepto de la persona y esto de la filosofía moral parece surgir en torno a la libertad, que constituye seguramente la mayor cuestión planteada y la problemática entre la importancia de la libertad de la persona, el reconocimiento de los valores morales y el derivado nacer de la obligación moral.

Con esto quiero decir que el hombre, con su razón, trasciende al plano de los hechos y percibe el valor de las leyes, con ello, él mismo se impone una obligación, sin que La obligación moral suprima el libre albedrío ni su autonomía.

Cuando una persona capta un valor con su conocimiento, se ve requerida por dicho valor, y entonces su conocimiento presenta a la voluntad la realización de tal valor.

Sin embargo el conocimiento obliga suavemente, sin eliminar la libre decisión; simplemente ve una necesidad objetiva y como tal la propone a la voluntad para su realización. Se trata pues, de una exigencia propia de la razón, fundamentada en un valor equitativo, pero nacida en lo más íntimo y elevado de cada hombre, es decir, su propia razón.

Ya se ha dicho que la obligación moral descansa en primer lugar sobre los valores, y no sobre la proyección del deseo hacia el fin último, lo que hace mención en la última parte de la lectura, aunque en la seguridad de la existencia, dicha proyección refuerce o debilite el nivel de la obligación moral: la refuerza si el deseo de la persona está orientado hacia el verdadero fin último, la debilita si mira hacia otra parte.

Por lo que concluyo que la obligación moral es independiente y no desacorde con el libre albedrío.

Los hombres tienen la obligación moral de ser justos. Si esto lo relacionáramos en el campo del Derecho, un sistema jurídico sería suficientemente justo

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