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Orígenes de la violencia


Enviado por   •  3 de Mayo de 2013  •  Ensayos  •  3.972 Palabras (16 Páginas)  •  301 Visitas

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1. Orígenes de la violencia

Antes de reflexionar sobre los orígenes de la violencia se debe examinar el significado del término. Etimológicamente, "violencia" significa "hacer uso de la fuerza" contra algo. Las formas como se usa la fuerza contra algo o contra alguien son infinitas y podría comprender todos los actos del ser humano, entre ellas las formas física y psicológica.

Sin embargo, la palabra "fuerza", no lleva implícito un juicio condenatorio como la palabra "violencia". La "violencia" es mala por definición; tiene una connotación peyorativa que explica su aplicación cada vez más amplia. Mientras que a un nivel descriptivo "violencia" puede referirse simplemente a la fuerza física empleada para causar daño, a un nivel moral denota el uso éticamente inaceptable de la fuerza física para dañar a otra persona .La violencia implica sobre todo una relación, una situación sólo definible relativamente a un conjunto alto de variables y circunstancias producto de procesos históricos y sociales.

Desde el punto de vista psicológico, se plantea la violencia no desde la naturaleza de la fuerza que se utiliza y del agente que lo hace, sino desde los efectos que causa esta fuerza sobre su receptor; es decir desvía la atención desde el causante a la víctima de la violencia. En la violencia de tipo psicológico, se transgrede la capacidad de la persona para adoptar sus propias decisiones, es la negación de la capacidad de la persona. La violencia psicológica sobre la persona puede revestir una forma sutil, en lugar de un abuso abierto. Según Garver , la violencia no se debe enfocar desde una cuestión de fuerza física sino como el violentamiento de la persona y fundamenta su teoría de la violencia en una práctica moral específica, donde se evalúa la conducta desde el punto de vista de los derechos humanos fundamentales.

Desde el punto de vista filosófico la violencia implica más que causar una lesión por la aplicación de una fuerza física intensa; implica que la lesión sea intencionada o haya sido prevista; se considera una reacción contra la impotencia. Desde lo filosófico, las manifestaciones violentas de una sociedad están influidas por las concepciones fundamentales que ésta tiene de la naturaleza humana.

Desde la sociología con la violencia se debilita la interacción de la personas como individuos inmersos en una comunidad y en una cultura e implica diversas formas de interacción e interdependencia. En ese contexto, la vida cultural, idioma, conocimientos, arte, estructuras sociales, e incluso el o sentido de nosotros mismos, están en función de la capacidad de interacción de una persona con los demás individuos y en el centro de esa capacidad para actuar se encuentran la capacidad física y la capacidad para toma de decisiones. El término violencia implica entonces, que se haya disminuido o destruido en todo o en parte, la capacidad de una persona para la acción y para la interacción, tanto en relación a la integridad física como al proceso de adopción de decisiones.

Para comprender por qué la violencia es un fenómeno generalizado se debe reflexionar respecto a al concepto de poder como dominación, es decir, el poder como capacidad de controlar o mandar; hecho permanente de la vida política y social de muchas sociedades. Dominar significa controlar a otros, tener poder sobre ellos. Es éste el carácter esencial de la dominación y la razón por la cual a veces la necesitamos y se ejerce la violencia. Para obtener ese poder, en algunas situaciones se priva de a los demás. Gran parte de la violencia que se produce en el mundo deriva de la irreflexión, la falta de conciencia y de valores éticos

Allí se encuentra una paradoja; uno de los objetivos fundamentales de la actividad política es incrementar nuestra capacidad de interacción a fin de mejorar nuestras vidas, pero la violencia, disminuye esta capacidad. Por tanto, hay que encontrar formas de actividad política que eviten la probabilidad de autodestruirse mediante la violencia o, al menos, la reduzca.

2. Moral Cristiana a la defensa de los derechos humanos

El hombre desde varios siglos atrás ha manifestado la necesidad atender asuntos que están relacionados con la espiritualidad. A partir de esto surgieron una serie de religiones que tienen como finalidad dar respuesta a muchas de las inquietudes básicas de la existencia humana. Entre estas religiones se encuentra el Cristianismo que es una de las más conocidas y practicadas en diferentes territorios. Esta promueve una serie de valores, practicas o costumbres para crear personas con conciencias y conductas mas humanas, denominada la moral Cristiana.

La relación de la moral Cristiana con los derechos humanos esta justamente en la promoción del respeto hacia los demás, es decir, recocerlos como nuestros semejantes, como personas con nuestros mismos derechos y libertades. Forjar un estilo de vida que nos permita pertenecer al reino de Dios exige tener un merito determinado por nuestro comportamiento virtuoso, todo lo opuesto a la manipulación del poder para la propia conveniencia que puede ser obtenido a través de la religión ignorando las necesidades de los demás. Lograr un comportamiento virtuoso y moral determinada por unos principios o postulados cristianos, no solamente nos acerca más al reino de Dios, sino que permite formar una verdadera comunidad con el demás, encaminada al progreso y bienestar. Es decir que todos seamos iguales ante la ley, sin discriminaciones.

El comportamiento moral del hombre se ha dado por la intervención de Dios en la tierra y no al contrario. El ser humano puede aspirar al reino de Dios gracias a que este, como se menciona en muchos escritos sagrados ha tenido presencia en nuestro mudo, dejando un ejemplo de lo que debe ser un comportamiento virtuoso, de amor hacia los demás. Dios comunica su mensaje de ser solidarios y más humanos con los demás, ayudando a los pobres, no porque estos sean necesariamente las mejores personas, sino porque son los más vulnerables y representan el pecado del mundo.

Actuar conforme a los principios mencionados en el Cristianismo no significa caer en el fanatismo que impone el pensamiento de unos particulares sobre el de los demás, alejándonos del reino de Dios en donde lo que más importa es el respeto por el prójimo y su libertad.

En pocas palabras, lo principal de la moral cristiana en relación a los derechos humanos son los valores, delimitados por la historia cristiana o la historia de Dios en la tierra. El respeto a los derechos humanos, y la libertad en igual de condiciones para todos por encima de los intereses particulares.

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