POSTMODERNIDAD

POSTMODERNIDAD

“Hablar de postmodernidad es hablar de un mundo de fronteras rotas, cambios y decadencias dentro de un contexto lleno de aparentes y otras reales bondades; en un tiempo pensé que hubiera sido mucho mejor haber nacido en otra época, haber hecho otras cosas y porque no, tener otro nivel dentro de la escala de las clases sociales, que tanto han marcado a nuestras sociedades desde el inicio de las primeras civilizaciones, hasta nuestros días de una manera tácita.

Sin darme cuenta al haber pensado lo anterior reafirmé el grillete que me ancla a la postmodernidad, aceptando la inconformidad que nos caracteriza como sociedad postmoderna, siendo víctima de un divague que de vivir en otra época no hubiera podido formular… postmodernidad...”

El siguiente escrito pretende ser una reflexión sobre la época actual de manera breve ,que dentro del los fenómenos sociales, políticos, culturales y personales abarcan un sin número de cuestionamientos ,sobre los cuales se puede analizar y abarcar la problemática de este ensayo, sin embargo debido a nuestro actor principal, La globalización, es difícil centrarse de una manera holística, por lo que la siguiente reflexión estará enfocada a tres características de los aspectos socio psicológicos que envuelven de manera general a los individuos que nos encontramos inmersos dentro del mundo globalizado, como lo son el culto del cuerpo, la liberación personal y la revolución del individuo consigo mismo, desencantado de la modernidad donde los ideales justicia, igualdad y progreso se ven superados por la idea pesimista de nuestros resaltados pensadores, que son parte del movimiento que se ha venido arrastrando desde la mitad del siglo XIX con Nietzsche, y es este análisis lo que nos hace comprender la importancia de los cambios sociales, y el comportamiento de nuestra corporación humana, dicho así debido al aumento de organizaciones, fragmentaciones y especializaciones que se dan en distintas disciplinas de la vida diaria como lo son la política, la ciencia y la religión, que algunos paradójicamente entre mas se especializan mas pierden fuerza por dar un ejemplo: la religión cristiana que tiene tantas variantes que los grupos se reducen más con cada una de estas y esto les trunca la capacidad de expandirse y divulgar al mensaje “divino” y el carisma por el que originalmente son conformados dichos grupos.

Comenzaremos por definir la postmodernidad como la época que comienza como un movimiento estético hasta convertirse en algo más complejo, de índole histórico marcada por la desconfianza del entorno y el rechazo de la razón, donde solo se es posible lidiar con uno mismo, y de este individualismo surge la primera de tres características que se abordarán en este ensayo como lo es el culto del cuerpo, que siempre ha existido, pero que en la postmodernidad toma gran fuerza convirtiéndose en una de sus principales puntos plasmado en las modas, de gran importancia en nuestra actualidad, así como lo menciona G. Lipovetsky :

“la mayor lección de la moda es que nos hace comprender, en las antípodas del platonismo, que, actualmente la seducción es lo que reduce el desatino, lo artificial favorece el acceso a lo real, lo superficial permite un mayor uso de la razón, lo espectacular lúdico es trampolín hacia el juicio subjetivo”

Con esta frase Lipovetsky nos trata de decir que lo aparente es lo real en su libro: el mundo de lo efímero, en donde se habla de la sociedad y su evolución casada con la moda, por ello es tan importante la apariencia en nuestros días, es muy cierto que la moda se ha convertido en el signo más representativo del culto al cuerpo, pero no el único, donde las telas, los colores, texturas y accesorios representan todo un estilo de vida, que va aunado al sentido de pertenencia que por naturaleza tenemos y que la industrialización ha aprovechado el fenómeno de manera sustancial, generando culturas de consumo, donde lo novedad, tiene gran peso para las personas, debido a que puede reflejar estatus por ser “puntero” en las filas de los centros comerciales, la persona tiene estatus cuando porta la nueva prenda de colección de temporada, y es que es un signo externo, que todos pueden observar, porque si la personas ganan lo suficiente en sus trabajos , no todos tenemos la capacidad de introducirnos a sus bolsillos y contar cuantos billetes hay en él, ni ver qué y en cuanta cantidad come, que jabón o crema usa, pero si podemos ver que tan fina es una camisa, que brillantes pueden ser unos pendientes y quizá que exóticos son unos zapatos, se juega mas que nada, con la seducción de los sentidos y la especulación de la pregunta ¿Cuánto cuesta?, todo esto con la finalidad de adornar el cuerpo de materializarse en entidades de supuesto valor estético, que en los últimos años ha ido más allá de las prendas y los accesorios cayendo a las deformaciones físicas a las que se someten las personas , con la finalidad de lucir mejor, convirtiéndose como dice Baudrillard en verdaderos travestidos, se habla hoy en distintos grupos sociales de las cirugías estéticas, que nos brindan las posibilidades de aumentarnos, reducirnos, ponernos o quitarnos partes de nuestro cuerpo, que día con día se convierte en una práctica común, haciendo de las personas adictos a la salas de quirófano, a los cuales posteriormente les decimos despreocupadamente – que bien se te ve tus nuevas “bubis”, te vez genial con tu nueva nariz, te vez delgadísima después de la “lipo” , –

Del mismo modo que la cirugía pretendemos modificar nuestro cuerpo con ejercicio con la finalidad de aumentar o de reducir atributos del cuerpo, pues el deporte es visto como una práctica para embellecer, adelgazar o tonificar la carne y no como un medio para tener salud, pues hasta las frases han sido modificadas en su significado, por ejemplo: “el estar en forma”, que dentro de nuestro contexto actual nos remite a una persona de proporciones estéticamente aceptables, de músculos tonificados, piel tersa

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