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PRINCIPIOS MORALES DE LA PROFESIÓN (PRINCIPIO TÉCNICOS)


Enviado por   •  11 de Abril de 2020  •  Apuntes  •  14.277 Palabras (58 Páginas)  •  223 Visitas

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PRINCIPIOS MORALES DE LA PROFESIÓN (PRINCIPIO TÉCNICOS)

Los principios morales de la profesión son aquellas prescripciones que establecen qué acciones deben o no deben hacerse para concretar en la realidad, en una situación particular, los principios éticos fundamentales.  

PRINCIPIO MORAL EN LA COMUNICACIÓN DE LA VERDAD

“Todo profesional tiene la obligación de comunicar la verdad en forma oportuna a las personas que tienen derecho a saberla, y que se encuentran en condiciones de asimilarla positivamente”.

La exigencia moral que contiene este principio son las siguientes.  “Obligación de comunicar la verdad …”  La primera exigencia moral dice que se debe ‘comunicar’, no simplemente ‘decir’ una verdad.  Esta distinción se comentará ampliamente en el siguiente apartado.  La segunda exigencia moral dice que comunicar “la verdad”, no mi verdad ni aquella parte de la verdad que me conviene comunicar, sino toda la verdad sobre algo.  

La tercera exigencia moral dice que se debe comunicar la verdad “a las personas que tienen derecho a saberla”.  Esta exigencia pide al profesional discreción y prudencia.  El profesional debe saber el tipo de información que está manejando y quiénes son sus legítimos destinatarios.  No comunicar a cualquier persona sino solo a la persona u personas que tiene derecho sobre el asunto de la información.  Por ejemplo, hay obligación moral de comunicar la verdad acerca de determinadas cosas a los clientes o al gobierno, o al público en general.  

La cuarta exigencia moral dice que se debe comunicar la verdad a las personas que tiene derecho a saberla “en forma oportuna”.  No se debe retrasar la comunicación de una verdad de modo deliberado o por negligencia.  Este hecho podría perjudicar en la toma de decisiones del interesado.  

Y la quinta exigencia moral dice que se debe comunicar la verdad a las personas que tiene derecho a saberla en forma oportuna y que se encuentre en condiciones de asimilarla positivamente”.  Hay que tener precaución de que la comunicación de la verdad sobre algo no afecte al destinatario su salud o estado psicológico.  El profesional debe echar mano de los medios convenientes y la ocasión más propicia para minimizar los posibles efectos negativos de la comunicación de una verdad.  Sin embargo, esto no tiene que ir en contra de una comunicación oportuna.  

Distinción entre ‘decir’ y ‘comunicar’ la verdad.

La palabra ‘decir’ hace referencia sólo a lo que uno mismo hace, “dice algo”, no importando a quien se dice.  En el esquema de un proceso comunicativo, sólo toma en cuenta sólo al emisor que emite un mensaje con significado literal. No se toma en cuenta al receptor.  En cambio, la palabra ‘comunicar’ implica un proceso mediante el cual dos personas logran entenderse.  Un proceso comunicativo debe necesariamente cumplir el objetivo de que el emisor logre hacerse entender por el receptor, sin el cual dicho proceso carecería de valor.  

En el proceso comunicativo, lo profesionales suelen hacer uso de expresiones faciales, gestos, entonaciones de voz y modismos o códigos lingüísticos para darse a entender con sus clientes.  Se puede pensar que la mejor manera de transmitir una verdad es decirlo literalmente, pero en el mundo profesional hay situaciones en que una verdadera comunicación exige mucho más que eso.  Por ello un profesional debe conocer y manejar la mejor manera de comunicar la verdad en su trabajo.  Debe usar los instrumentos, modismos, etc. más convenientes.  Debe ir más allá del simple decir la verdad y poder comunicarla efectivamente, de modo que el destinatario comprenda lo que se le está diciendo.  

Hay profesionales inmorales que abusan del significado literal de las palabras, se escudan detrás de ellas cuando no quiere verdaderamente comunicar una verdad, cuando, más bien, quieren distorsionar una verdad.  Algunas veces, decir literalmente una verdad es un efectivo modo de deliberadamente la misma.  

Utilización de modismos o códigos para comunicar la verdad.

Por ejemplo “El jefe no está”, es un modismo que literalmente dice una cosa, pero en el contexto de los negocios comunica otra cosa, “El jefe no puede atenderlo ahora”.  En la compra y venta de bienes o servicios hay los ‘regateos’ y en esto se utiliza una serie de modismos o códigos, normalmente éstos se utilizan para comunicar la verdad referente al precio y a las condiciones de compra y venta.  

Se justifica la utilización de un modismo o código para comunicar la verdad en la actividad profesional siempre y cuando se cumplan dos condiciones.  La primera, la intención de la persona que utiliza el modismo o código debe ser comunicar la verdad y no, contrariamente, querer engañarla por medio de éstos.  La segunda, la persona que echa mano de un modismo debe estar segura que su receptor conoce bien el significado del mismo, debe estar seguro de que su interpretación será correcta, caso contrario es mejor no recurrir a los modismos.  Así pues, no se debe usar los modismo o códigos con la finalidad de engañar a las personas, y solamente hay que utilizarlos cuando existe la situación en la que no es suficiente decir la verdad para que el otro comprenda lo que queremos transmitirle.  

Abusos en referencia a la comunicación de la verdad.

  • Esconderse detrás del sentido literal de las palabras cuando se sabe que la otra persona no está en capacidad de entenderlas adecuadamente.
  • Supuestas rebajas que realmente no representan ningún ahorro para el consumidor.
  • Publicidad diseñada para engañar al público.
  • La falta de claridad en los términos de crédito al vender un producto a plazos.
  • Cláusulas oscuras acerca de las garantías ofrecidas con la venta de determinados productos.

El principio de veracidad respecto al principio del respeto por la autonomía de las personas.

El principio de veracidad tiene una especial relación con el ‘principio del respeto por la autonomía de las personas’.  Por lo general, para satisfacer muchas de sus necesidades que tiene que ver con su vida, las personas recurren a los profesionales para que éstos les ayuden, y por ello son recompensados.  Este hecho establece una relación entre un cliente y el profesional, la cual debe ser normada por el principio del respeto por la autonomía.  En la comunicación de la verdad, el profesional debe respetar el derecho que tiene las personas a tomar decisiones sobre sus actos, sus opciones, su vida, etc.  

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