Pensamiento Moderno
griseldacorado20 de Septiembre de 2013
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EL PENSAMIENTO EDUCATIVO MODERNO
A finales del siglo XIX surgió un movimiento renovador con el que se identificaron múltiples innovaciones pedagógicas, el cual fue clasificado con el rubro de educación nueva. Con este movimiento se relacionan figuras celebres como Jonh Dewey, Maria Montessori, Celestin Freinet, Jorge Kerschensteiner, Alfredo Bidet, Eduardo Claparede, Adolfo Ferriere. El nuevo pensamiento educativo inicio su desarrollo proclamando una ruptura de principio con la pedagogía tradicional, particularmente con el método de instrucción.
La escuela nueva, es una escuela de la vida, es una escuela que quiere preparar para el aquí y el ahora. El fin de la nueva educación es hacer un hombre moderno, adaptado a las nuevas estructuras urbanas y a los nuevos sistemas democráticos de gobierno.
CARACTERISTICAS DE LA ESCUELA NUEVA:
* La educación nueva es una educación centrada en el niño. La educación debe basarse en las características de las necesidades propias del niño y no en imposiciones externas.
* La escuela es por definición activa. Debe desarrollar todas las formas de actividad humana, ya sea manual o intelectual, social o individual.
* Las relaciones pedagógicas maestro-alumno cambian completamente maestro deja de cumplir la función de dirección del proceso de aprendizaje para establecer un dialogo con los niños
* El saber deja de emanar de una única fuente –el maestro- para concebirse como un proceso de construcción.
* La escuela debe establecer una continuidad con la vida. Se convertirá en una institución capaz de desarrollar en el niño los valores deseados por los educadores.
* Todos los representante de la educaron nueva asignan un papel destacado al trabajo manual. Busca reunir en una sola actividad el trabajo manual y el trabajo intelectual.
* Toda escuela activa, además, pretende desarrollar el espíritu creador de los niños requerirá una enorme capacidad de adaptación a las constantes transformaciones que sufre la sociedad moderna.
AUTORES DEL MOVIMIENTO PRO DE UNA NUEVA PEDAGOGIA:
Locke: Aconseja a los maestros utilizar métodos que pongan a los niños en contacto con la vida.
Montaigne: preconiza una educación dulce, aislada, en contacto con la naturaleza y con gran atención al cuerpo.
Pestalozzi: precursor de los métodos nuevos; con el, no se trata ya de la teoría de la educación sino de llevar a la practica, en la escuela, los principios teóricos.
Froebel: pone el acento en la idea de actividad, en la importancia del juego, de la actividad sensomotora, etc.
Piaget: Los nuevos métodos solo se han construido verdaderamente con la elaboración de una psicología o una psicosociologia sistemática de la infancia.
John Dewey: uno de los grandes iniciadores de la nueva pedagogía. La finalidad de la educación era ayudar al niño a solucionar los problemas que el contacto con los medios ambientes físico y social le suscitaba.
Montessori: dice que la educación debe estar basada en la libertad, a través de la acción-juegos, actividad sensoriales-adecuada a la evolución del niño.
Decroly: la educación debe poner el espíritu del niño en contacto con la moral humana.
Adolfo ferriere: el único verdadero conocimiento es el que nace de los ensayos fructuosos e infructuosos repetidos y grabados en el organismo bajo la forma de engranes y solo el verdadero conocimiento hace posible el verdadero progreso.
El fin esencial de la educación es propiciar la actividad centrada en el niño; la que parte de la voluntad y de la inteligencia personal para desembocar en un enriquecimiento intelectual, moral y espiritual del sujeto. No debemos presionar sobre el alumno, sino estimularle para que actué, sin esta base no hay escuela activa
2. Dos Concepciones de la Educación,
Tradicional y Moderna.
El libro "Dinámica de grupos y educación" de Cirigliano y Villaverde hace una descripción de las diferencias entre la educación tradicional y moderna sumamente clarificadora, y por ello me pareció interesante comenzar este trabajo con este tema.
Se entiende por educación tradicional a todo lo que de algún modo tenía vigencia pedagógica hasta fines del siglo pasado.
Y por educación moderna toda la renovación, a través de diferentes escuelas, tendencias y orientaciones, que comienzan a tener aplicación y vigencia a partir de este siglo (en capítulos posteriores se enumeraran las distintas tendencias pedagógicas que caben en esta clasificación general.
Cada una de estas concepciones educativas tiene una mirada diferente sobre el hombre que indudablemente va a repercutir en variables como estilo de educación, actividad escolar, metodología, fines educativos, contenidos didácticos, criterios del aprender, fines que persigue, etc.
Es habitual afirmar que el concepto de hombre que tenga una sociedad o una época influirá en la educación que este reciba. En lo que hemos llamado educación tradicional se define al hombre con la aristotélica: animal racional. Y esta mirada del hombre como principalmente racional tendrá una indiscutible influencia en la educación.
Por racional se entiende a todo lo que tenga relación con la inteligencia, mente, intelecto, capacidad de entender o pensar. El hombre es hombre por su capacidad racional y esta capacidad es lo que lo diferencia con las otras especies vivientes.
Este ser dual, dividido en mente y cuerpo, no tiene en cuenta las circunstancias, situación o momento histórico. Es una mente dentro de un cuerpo humano.
El estilo de educación que se deriva de esta concepción es esencialmente una educación que se dedica a cultivar, desarrollar y alimentar la inteligencia; y lo que alimenta mejor a la inteligencia son las ideas, y de tanto llenarla con ideas se la termina concibiendo solamente como memoria.
Claro que esto tiene una explicación externa a la educación misma y viene dada por la sociedad que exige a la escuela que sea la trasmisora de su patrimonio cultural o sea el conjunto de contenidos que estima valioso, reducidos previamente a ideas o conocimientos depositados en libros. Estos libros pasan a la cabeza del maestro y de allí a la del alumno, a su memoria, que tiene la capacidad de retener y conservar.
Así la mente es concebida como la variante del libro, y la obligación del educante es llenarla de datos, ideas, conocimientos.
En esta concepción educativa el profesor viene a ser una réplica hablante del libro y quien se sabe de memoria todas esas verdades fundamentales que constituyen el patrimonio cultural. Claro que esta cultura es estática, fija, y se mantiene vigente por mucho tiempo.
Las verdades que el libro contiene son mucho mas importantes que las que el alumno puede descubrir, porque lo que debía ser descubierto ya fue hecho y de modo definitivo. Ante esto lo que le corresponde al alumno es inclinarse y recibir todo aquello que otros mas inteligente que él han descubierto para siempre, su obligación es aprenderlo y repetirlo correctamente. Subyace una concepción del saber absoluto e inmanente.
La clave de esta actividad escolar no es lo que haga el alumno para aprender sino la habilidad que tenga el profesor para enseñar, para hacer penetrar en las mentes las verdades que es necesario aprender. Y quien determina que es lo necesario es la sociedad pero presentado de tal modo que aparece con legalidad propia y autónoma desde los mismos conocimientos que deben saberse, precisamente, porque son verdaderos. Se confunde conocimiento científico con la realidad externa, cuando la realidad no es así, la misma ciencia ha demostrado que modelos que se creían absolutos no lo fueron tanto.
El eje está en el educador y en lo que este hace, ya que es quien habla y señala lo que hay que hacer porque es él el único que lo sabe. Es preciso entonces desarrollar las habilidades del profesor para que la educación funcione. El problema no está en la materia, ya que esta se encuentra desarrollada en los libros, lo que hace falta es una persona que cuente con los
métodos adecuados para que los conocimientos escritos pasen a la cabeza del educando.
La didáctica inserta en esta realidad educativa utilizará como métodos didácticos al analítico, sintético, inductivo, deductivo, que son los métodos propios del pensar y no del enseñar. Estos métodos son los que usamos permanentemente en nuestra vida diaria, son funciones que el hombre lleva a cabo espontáneamente, de lo que se concluye que de didácticos no tienen nada. El proceso de conocimiento se confunde con el conocimiento en sí, como si este fuese acabado y terminado, sin considerar métodos procedimentales.
Estos métodos lógicos tienen sentido en un hombre pensado fundamentalmente como Logos, como una simple entidad pensante.
En esta concepción tradicional y estática el fin educativo sólo es conocido por el educador, el alumno no tiene idea cual es la finalidad de lo que aprende, ni el para que ni el porque son conocidos por él, esto marca la escisión entre fin y medios. El fin es externo a la actividad educativa.
El educando solo conoce los contenidos de la lección del día, que es repetida por el profesor y que él debe a su vez aprender a repetir. La duración de la lección esta determinada por una variable temporal de cuarenta y cinco minutos basada en el criterio de resistencia de la memoria en la captación de datos.
El material o contenidos de la lección es presentado en materias aisladas divididas lógicamente que representan cada una a sectores de la realidad y producen en quien aprende separaciones mentales
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