Pragmatismo
mirellacastillo23 de Junio de 2015
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El Pragmatismo.
Se define, el pragmatismo, como un movimiento filosófico desarrollado especialmente en Estados Unidos e Inglaterra, con repercusión y desarrollo parcial en otros países.
Consiste el reducir “lo verdadero a lo útil” negando el conocimiento teórico en diversos grados, es decir que solo es verdadero todo aquello que conduce al éxito individual, mientras que para otros, solo es verdadero cuando se haya verificado con los hechos.
Cuando se habla de pragmatismo, nos referimos a la carencia de valores, es decir que no existen ni los valores, fines, objetivos o norma alguna. Únicamente existen los intereses o los deseos personales y las dificultades y problemas que plantea su satisfacción.
El fundador del pragmatismo es el filosofo norteamericano William James, del cual procede el mismo nombre de “pragmatismo”. Tiene influencia de Kant y Hegel. Otro percusor del pragmatismo fue Federico Nietzsche, quien afirma; “la verdad no es un valor teórico, sino también una expresión para designar la utilidad.” Según el sirve para designar poderío.
Para James, no existe la realidad absoluta. Las cosas verdaderas se van construyendo con la elaboración humana a base de un núcleo incognoscible.
En cuanto a la religión, según James, "Ese fenomenismo se mitiga diciendo que si un mundo real trae consecuencias prácticas para la vida, tendrá significado... La distinción de bueno o malo no proviene del objeto, sino de sentimientos conscientes de las reacciones
viscerales. La religión debe admitirse por su valor pragmático; el fenómeno religioso, tiene su explicación en el subconsciente, que es una personalidad educada en la penumbra y que actúa sin ser percibida por la experiencia."
De esta manera se explica que el individuo quiere librarse de una inquietud recurriendo a un ser superior a quien debe reverencia; para James, los valores religiosos no son un saber demostrable si son sumamente prácticos.
Teísmo. El teísmo o "espiritualismo" dice que la mente no solo atestigua y anota los hechos, sino que también actúa y opera con ellos, es decir, que el mundo es guiado, no por sus elementos inferiores sino por los superiores.
"La materia es grosera, tosca, rastrera; el espíritu es puro, elevado, noble; y puesto que está en consonancia con la dignidad de Universo conceder la primacía a lo que parece superior, debe afirmarse el espíritu como principio directivo."
Otro fundador del Pragmatismo fue Charles Sanders Pierce, nacido en Cambridge, 1983. Fue el primero en formular el principio pragmatista cuando en su ensayo "Cómo hacer claras nuestras ideas" respondía: "Considerad qué efectos, que puedan tener una importancia práctica, tiene el objeto de nuestra concepción. Nuestra concepción de estos efectos constituye toda nuestra concepción del objeto", porque la única función del pensamiento es la de reproducir creencias y toda creencia es una regla de acción; así pues, el objetivo final del pensamiento es el
ejercicio de la volición y producción de hábitos de acción.
Para Pierce, todo proceso racional e investigativo tiene como un fin único establecer creencias, sus ideas se oponen a cualquier concepción “necesarista” material o espiritual porque según él, la ciencia es por su naturaleza probabilista.
La moral pragmática es individualista y relativista; individualista por que la conducta de cada persona se justifica por su éxito personal, y relativista porque no admite principios de valor universal. Para el pragmatismo lo único importante es ser asertivo en el triunfo.
En sí, de manera general, el pragmatismo se enfoca en ser práctico. Lo que busca son resultados efectivos. No le interesa la calidad de los procedimientos, es decir el medio. El pragmatismo se dirige hacia lo concreto, a los hechos, a la acción. Huye de los principios fijos, las razones a priori, de los sistemas cerrados, de los falsos absolutos; en la práctica de toda teoría que no sea guía para la acción.
El Pragmatismo tiene mucha influencia del utilitarismo. Buscan el máximo bien para el máximo número de individuos, le interesa únicamente lo útil, es práctico. Lo demás lo descarta.
Como anteriormente se plantea, el pragmatismo busca el mismo modelo de maximización de la utilidad, las consecuencias o el fin de estos que gira alrededor del máximo bien para el máximo número, y por tanto es correcto, según la teoría, ya que produce el máximo beneficio. El pragmatismo se distingue por su
identificación de la verdad con lo útil, como aquello que ayuda a vivir y convivir mejor.
Su tesis central se ubica en la acción y la utilidad; la verdad según el pragmatismo consiste en esta. Por ejemplo, la veracidad de las ideas o de una conducta ética determinada, consiste en el buen éxito que puedan tener. Así, el criterio de verdad es el éxito práctico en el mundo. El pragmatismo altera o cambia el sentido de verdad tradicional y lo hace relativo a una casuística de la producción y de la utilidad.
En el pragmatismo ser invita a renunciar a todo juicio de valor, a hacer a un lado todo pensamiento que pueda ser considerado un obstáculo para alcanzar a un fin. Es decir que es movido por objetivos prácticos concretos. No se actúa por razones teóricas. Solo les importan los bienes concretos y, alcanzar la felicidad, y esto es un objetivo considerado claramente práctico.
Dentro del pragmatismo no existe un “deber” moral en sí, afirma que las personas están determinadas por las circunstancias de manera que no se puede dar una libertad moral de elección. Afirma que las el sentido de la vida depende de cada quien, de lo que se proponga. Esta es un enfoque que se puede considerar como pragmatismo negativo.
El pragmatismo renuncia la moral en cuanto a los fines de la conducta humana. Es decir que no valora éticamente ninguna conducta. Sin embargo, los pragmatistas no solo defienden y condenan actitudes, si no que pretenden con frecuencia hacerlo con una “objetividad”
basándose en la “racionalidad científica”.
“El intelecto es dado al hombre, no para investigar y conocer la verdad, sino para poder orientarse en la realidad. El conocimiento humano recibe su sentido y su valor de este su destino practico. Su verdad consiste en la congruencia de los pensamientos con los fines prácticos del hombre, en que aquellos resulten útiles y provechosos para la conducta práctica de este.”
El pragmatismo ético se confunde frecuentemente con el utilitarismo, ambos buscan la utilidad de los hechos, con la diferencia de que el pragmatismo es egoísta y no le importan los medios por los cuales va a conseguir o lograr su fin u objetivo.
El pragmatismo, en la actualidad, ha tenido una gran influencia, ya que el hombre durante un largo proceso de elaboración de conocimientos, comienza a encontrar un “sentido práctico” de este “saber”, de este conocimiento. Gracias al pragmatismo, nos hemos dado cuenta que el hombre transforma las cosas, las trasciende y mediante un proceso de relación hombre - ambiente reconstruye y transforma los elementos que ya están en algo que a él le favorezca, le sean benéficos. Aparte que en nuestras sociedades, se requieren de hombres prácticos que promuevan obras que sean dirigidos al bien tanto del individuo y por consecuente con la misma sociedad. Se necesita de hombres teóricos con fluidez en sus pensamientos, pero sobre todo con un pensamiento lógico y practico.
El Existencialismo. El existencialismo tiene
una gran variedad de corrientes; sin embargo se encuentra un denominador común en todas sus direcciones: el estimar la existencia antes o por encima de la esencia (de ahí el nombre de existencialismo); así, el existencialismo coloca en el centro de su reflexión el hecho concreto de la existencia.
Etimológicamente proviene de los vocablos latinos Ex-Sistere, Existentia, que significan "lo que está ahí", "lo que es". También Ex-Sistit, que es "lo que está afuera"; así, la existencia es equiparable a la realidad, lo que está "Ex" de la cosa que es.
De este modo, el existencialismo, como relación hombre mundo, "lucha contra toda concepción del hombre que le considere independiente de sus relaciones con el mundo, como alma pura, conciencia pura, yo puro o espíritu puro".
El existencialismo es una de las corrientes filosóficas más importantes del Siglo XX, tiene sus raíces en pensadores como Sören Kierkegaard y su posición sobre la angustia. Surgió después de la Primera Guerra Mundial y tuvo un resurgimiento en la Segunda Guerra Mundial.
Para los existencialistas el hombre es una realidad completa inacabada, con conciencia y libertad, cuyo destino es hacerse y realizarse en medio de múltiples contradicciones de su propia vivencia, lo que le engendra la incertidumbre y la angustia frente al absurdo, al fracaso, lo misterioso y lo inexplicable de su propia existencia.
Aparece el existencialismo, a diferencia del esencialismo, proclamando y defendiendo
radicalmente la existencia sobre la esencia.
De manera resumida, el existencialismo es básicamente pesimista. Desde su punto de vista, el individuo no es una parte mecánica de un todo único sino lo integro por sí mismo.
Se definen numerosas tendencias en el Existencialismo;
1. La religiosa se le otorga primacía a la relación del hombre con Dios.
2. La atea considera al individuo como único Dios.
3. La agnóstica considera la existencia o no de Dios irrelevante.
La filosofía
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