Progreso Moral
LuisIvan6785 de Marzo de 2014
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El Progreso Moral
Para empezar a hablar de moral marxista es necesario definir en un principio si esta existe, “el marxismo es primeramente una crítica de lo existente y, en particular, del capitalismo: crítica de sus males sociales, engendrados necesariamente o estructuralmente por él, que –como toda crítica– pre¬supone ciertos valores desde los cuales se ejerce. Hablar de los males sociales que se critican significa a la vez presuponer los bienes sociales en los que encarnan esos valores –morales y no morales– que el capita¬lismo limita, asfixia o niega realmente. Además de eso el marxismo también es un proyecto, idea o utopía de emancipación social, humana, o de nueva sociedad como alternativa social en la que desaparezcan los males sociales criticados. Se trata de un proyecto de nueva sociedad (socialista-comunista) en la que los hombres libres de la opresión y la explotación, en condiciones de libertad, igualdad y dignidad humana, dominen sus condiciones de existencia; un proyecto a su vez deseable, posible y realizable, pero no inevitable en lo que respecta a su realización.” Cuando se habla del marxismo como un proyecto de emancipación es donde se puede ver que efectivamente si existe una moral marxistas, ya que para llevar a cabo este proyecto Marx menciona en sus obras una seria de pasos a seguir por la clase trabajadora para lograr su emancipación.
Seguí por el lado del progreso moral debido a las ideas que Ernesto Guevara manifiesta en su carta “El socialismo y el hombre en Cuba” en esta carta Guevara responde a los que atacan el socialismo cubano diciendo que el comunismo que propone la revolución suprime al individuo en aras del estado, el defiende el socialismo diciendo que con él viene un hombre nuevo que hace las cosas por el placer de contribuir a la comunidad y no por solo el crecimiento individual, citándolo: “No se trata de cuántos kilogramos de carne se come o de cuántas veces por año se pueda ir alguien a pasearse en la playa, ni de cuántas bellezas que vienen del exterior puedan comprarse con los salarios actuales. Se trata, precisamente, de que el individuo se sienta más pleno, con mucha más riqueza interior y con mucha más responsabilidad. El individuo de nuestro país sabe que la época gloriosa que le toca vivir es de sacrificio; conoce el sacrificio. Los primeros lo conocieron en la Sierra Maestra y dondequiera que se luchó; después lo hemos conocido en toda Cuba. Cuba es la vanguardia de América y debe hacer sacrificios porque ocupa el lugar de avanzada, porque indica a las masas de América Latina el camino de la libertad plena.” Aunque Guevara no menciona explícitamente la moral, se puede observar a lo largo de todo el texto que el predica que el éxito de la revolución está en el progreso moral de los individuos de la comunidad cubana, en ese caso.
Teorías del progreso moral
SERGIO SÁNCHEZ-MIGALLÓN
Esta es una teoría idealista que habla sobre el arrepentimiento y dice que este puede funcionar como motor para el cambio de conciencia del individuo y por ende un progreso moral. Primero es necesario hablar de que es el arrepentimiento, “en síntesis puede decirse que «arrepentirse significa, ante todo, imprimir a un fragmento de nuestra vida pasada, volviéndonos sobre él, un nuevo sentido y valor de miembro»6. Scheler no duda de que esto es lo que vivimos en los auténticos actos de arrepentimiento, a saber: hacerse presente una acción pasada moralmente negativa, que por ello pesa e influye negativamente sobre nosotros, y tomar ante ella una postura axiológica distinta para que así influya en nuestra vida de otra manera.” En concreto el autor propone tres tesis, “primera, que los actos humanos contienen dos componentes, el de su realidad fáctica y el de su sentido axiológico; segunda, que la vida humana es una biografía o historia que comprende globalmente todos los actos pasados de la persona; y tercera, que somos libres para cambiar nuestra valoración de un acto pasado, dándole un valor distinto en el todo de nuestra vida.” En estas tesis el autor justifica por qué el arrepentimiento puede llegar a convertirse en un motor para el progreso moral al “incomodar” la conciencia del individuo obligándolo así a cambiar su comportamiento de modo que quede satisfecho con sus sentimientos.
Ruth Macklin
En este texto se expone el progreso moral como una vara para medir la evolución histórica de las sociedades, dejando de lado el progreso oral individual y solo tomando en cuenta el de las masas, en el establece dos formas de ver el progreso moral, el principio humanitario y el principio de humanidad.
“El principio de humanitariedad dice: Una sociedad, cultura o época histórica manifiesta un mayor grado de progreso moral que otra si la primera muestra más sensibilidad hacia el dolor y el sufrimiento de los seres humanos que la segunda, expresada en las leyes, costumbres, instituciones y prácticas de la sociedades respectivas.” Este principio como bien su nombre lo indica habla acerca de se humanitario, es decir de la compasión y la empatía hacia nuestros semejantes.
“El principio de humanidad dice: Una cultura, sociedad o época histórica manifiesta un mayor grado de progreso moral que otra si la primera muestra más reconocimiento de la dignidad inherente, la autonomía básica o el valor intrínseco de los seres humanos que la segunda, expresada en las leyes, costumbres, instituciones y prácticas de las sociedades y épocas respectivas” En este principio encontramos que se le da mayor importancia a los valores inherentes al ser humano, más acorde con la definición de humanidad.
Daniel Morales
En este texto se pone en juicio si existe un progreso moral consciente en la humanidad o si lo que existe es la repetición de un patrón en donde al individuo acepta la moral del presente no porque la considere más adecuada, sino por ser considerado lo “normal”, es decir “Dada una postura en la que “lo actual” es “lo bueno”, el desarrollo de la historia es necesariamente uno que acerca un punto alejado (el que sea), poco a poco, a la actualidad. Esto es inevitable, sin importar dónde esté la actualidad: el pasado es el desarrollo que llevó a donde estamos, así que inevitablemente va a ser la historia de un acercamiento, con vueltas y revueltas pero acercamiento, a lo que tenemos ahora. ¿Es por tanto el “progreso moral de la civilización terrestre” sólo un espejismo provocado porque me gusta lo que hay ahora, e inevitablemente hemos ido llegando a lo que hay ahora?” .
El Autor defiende su punto argumentando que si se le preguntase a un individuo de cualquier otra época lo que pensaba a cerca de la moral predominante, lo más probable es que el individuo pensara lo mismo en todas las épocas, es decir que todos por considerar normal, creerían que están bien, pero no analizarían si en verdad lo está o no, por ejemplo “Un absolutista del S.XVII podría pensar no sólo que “ahora” (en el S. XVII) el absolutismo está afortunadamente triunfando, sino que además toda la historia de la humanidad ha sido un camino ascendente hacia el absolutismo. Y por tanto, que éste será mejorado y perfeccionado como parte de ese proceso ascendente, en un futuro absolutista.” , si se ven las cosas desde este punto de vista se podría negar la existencia del progreso moral, pues para que este se pueda presentar el individuo debe de estar consciente de este desarrollo, de lo contrario no podrá ejercer adecuadamente ni su responsabilidad moral ni su libertad moral.
Javier Gomá Lanzón
Este autor plantea también la duda de si existe o no un progreso moral, juzgando desde el punto de vista de la libertad y de las formas en que se ejerce dicha libertad. Contesta a la pregunta en diferentes partes primero dice: …”Por consiguiente, a la pregunta de si existe el progreso moral ha de contestarse afirmativamente si se considera el rotundo avance de la libertad individual en el mundo contemporáneo y los extensos terrenos conquistados a la coacción y a la opresión. Somos, incuestionablemente, más libres que antes. Podría incluso argumentarse que la nuestra es una época de libertad consumada, queriendo indicar con ello que el progreso de la libertad y de los derechos individuales, sin decir que se ha agotado totalmente, ha alcanzado un máximo histórico en todos los órdenes de la vida (no ignorando los obstáculos materiales que, en muchos casos, se oponen todavía hoy al ejercicio efectivo de esos derechos, en determinados países, minorías o sectores sociales). La batalla por la libertad está básicamente ganada, o le falta ya poco. Existen las condiciones jurídico-formales y, en buena medida, también materiales para, en términos kantianos, salir de la auto culpable minoría de edad, emanciparse y constituirse sin interferencias exteriores en sujeto moral libre.” En seguida el autor explica el porqué de la duda, según Ruth Macklin con su principio de humnitariedad si existiría un progreso moral debido a que se tiene una mayor sensibilidad al dolor humano y esto se encuentra expresado en las leyes de nuestra sociedad (derechos humanos, etc.), pero a la pauta en que existe esta mayor libertad y sensibilidad también existen los crímenes más atroces contra estos mismos derechos que se tratan de defender, Lanzón lo dice de esta manera: “Otra cosa es el uso, virtuoso o no, que se haga de esa libertad ampliada. Somos jurídica y políticamente más libres que antes, pero no hay razón para mantener que somos mejores –más
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