ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

¿Qué distingue al ser humano de las demás especies?


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2020  •  Ensayos  •  2.907 Palabras (12 Páginas)  •  368 Visitas

Página 1 de 12

El presente ensayo tiene como fin desarrollar de manera objetiva y clara las discrepancias que presenta el ser humano con las demás especies del planeta y como a partir de estas él mismo se distingue, tomando en cuenta su desenvolvimiento evolutivo a lo largo de los años como un ser viviente con constantes necesidades físicas y sobretodo sociales, así como también mencionando la relación que comparte con los demás animales “No humanos”, siendo todos juntos parte de un mismo origen.

        Primeramente, antes de adentrarnos a la temática principal de este texto, es imperativo resaltar la historia evolutiva del hombre, distinguida como el proceso progresivo y fidedigno de los cambios biológicos presentados en el ser humano, tomando como partida a sus ancestros más primitivos, hasta la llegada de la actual especie conocida como Homo sapiens. Dicho proceso evolutivo tuvo origen hace alrededor de 7 millones de años en el continente Africano, surgiendo de las especies del linaje “Hominino”, así como también de los chimpancés. Cabe resaltar la existencia de numerosas especies, que aunque actualmente se encuentran en extinción, estas demostraban poseer características físicas, biológicas y comportamentales muy similares  entre sí.

        Se entiende que el punto de partida de la evolución humana tuvo origen cuando una población de primates ubicados en el noroeste de África se separó en dos diferentes linajes, los cuales fueron evolucionando libremente; una de estas estirpes continuó en los árboles, mientras que la segunda de ellas comenzó a emigrar a las llanuras. Esta última debido a la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno, aprendió a erguirse sobre dos patas para así proceder a movilizarse por todo el territorio, dejando las dos extremidades delanteras para sujetar herramientas, haciendo el papel de manos.

        Ahora bien, teniendo en claro la historia evolutiva de ser humano desde sus inicios, es precario conceptualizar el término “Hombre”. Diversos filósofos a lo largo de los tiempos han tratado de hallar respuesta a tal interrogante: “¿Qué es el hombre?, tal es el caso de Aristóteles quien afirma:

 “El hombre es un animal racional (…) El hombre es un animal político y es el único animal que posee razón y la razón sirve para indicarle lo útil y lo dañoso y, por lo tanto, también lo justo y lo injusto[1]”.

        Aristóteles, se refiere al hombre en su obra “Política” como un animal, caracterizándolo a su vez como social, racional y político, esto se debe a la naturaleza, hábitos y especialmente el uso de la razón que es propia de él. Primeramente, la naturaleza representa aquel elemento animal perteneciente del hombre que lo asimila a los demás animales miembros de grupos con regímenes organizados. Consecuentemente, los hábitos proyectan la parte animal y social característica del hombre. Por último, la razón hace referencia al lenguaje, significando la capacidad que posee cada uno de distinguir entre lo bueno y lo malo, marcando una gran diferencia entre las demás especies. Conforme a esto, Aristóteles afirmaba en esta misma obra que:    

“La razón por las cuales hombre es un ser social, más que cualquier animal gregario es evidente. La naturaleza, como decimos, no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra. Pues la voz es signo del dolor y del placer, y por eso la poseen también, los demás animales (...). Pero la palabra es para manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto”[2].

        Aunque se diga que el hombre es el único animal racional que existe, esto no significa que no posea momentos de irracionalidad o actué de tal forma, debido a que también se le caracteriza por sus emociones, pulsaciones y aquellos procesos cognitivos que le permite adaptarse a los diferentes cambios que se le presentan.

        Para introducirnos más en el tema que se está desarrollando, es preciso hacer referencia a la Teoría de la Evolución de las especies, elaborada por Charles Darwin. Dicha hipótesis mencionada se originó basándose principalmente en la observación directa de diversas especies, estudiando las relaciones y semejanzas entre ellas. Actualmente, esta teoría de la evolución que se ha ido desarrollando de lo más banal a lo más complejo se encuentra apoyada en el hallazgo de la molécula pilar de la vida: El Ácido Desoxirribonucleico (ADN). Lo asombroso de este descubrimiento es que dicho elemento molecular es prácticamente igual en todas las células de los organismos vivos, desempeñando funciones parecidas en cada uno. Básicamente, el ADN de una especie animal guarda algunas semejanzas con el de un ser humano, entendiendo así que la vida como tal tuvo sus inicios en un origen común y que esta por lo tanto va evolucionando.  

Desde esta perspectiva, se entiende que hombre y animal guardan una estrecha semejanza, principalmente en cuanto a su herencia genética. Se es bien sabido que en los genes se constituyen todas las particulares físicas de un ser, como su color de cabello, ojos y piel, la forma de su nariz, altura y complexión corporal, así como también abarca las enfermedades de carácter hereditario. Pero esto no queda solamente aquí, en los genes también se encuentran presentes aquellas conductas sociales originarias de la especie que constantemente se encuentra evolucionando, tales comportamientos reciben el nombre de instintos, a partir de esta primicia se puede evidenciar comportamientos sociales en animales muy similares a los de un ser humano. En fin, los genes no solamente trasfieren  información genética por generaciones, sino también intervienen en los procesos sociales de cada especie.

Bajo este mismo contexto, influenciados también por las características genéticas que comparten ambas especies, los animales pueden experimentar emociones primarias como el miedo, la alegría y la tristeza. Asimismo, tanto el hombre como los animales tienen la capacidad de recordar con facilidad. Otra similitud son los lazos formados por el ser humano con los miembros de su familia, los animales también pueden formar dicha estructura familiar. Por último, ambas especies presentan un sobresaliente sentido maternal, donde la hembra protege a como dé lugar a sus crías, caso igual que una madre humana a sus hijos.  

        Al referirnos a las diferencias presentes entre el ser humano y las demás especies y su forma de distinguirse el fondo de la temática se vuelve mucho más complejo, son múltiples las características que los hacen discrepar entre ellas. El paleantropólogo del museo estadounidense de historia natural en Nueva York, Ian Tattersall afirma que:  

"Obviamente tenemos similitudes. Tenemos similitudes con todo lo demás en la naturaleza, sería sorprendente si no las tuviésemos. Pero tenemos que centrarnos en las diferencias”[3].

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.9 Kb)   pdf (138.8 Kb)   docx (14.7 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com