Reflexion sobre el escrito filosofico

Reflexión sobre el escrito filosófico.

En la clase anterior se buscó crear un esquema de búsqueda de elementos para formular la estructura de un texto filosófico, en especial con referencial al propio trabajo cotidiano de la explicación del texto, diferenciándolo del comentario y de la disertación, vimos la importancia de ver el texto por sí mismo y no descuidarlo por el pretexto, no desviar el significado del texto con las musas engañosas de la memoria. Explicar pone a prueba nuestra propia capacidad para discernir correctamente, nuestra labor depende precisamente de una lectura profunda que un individuo no dotado de capacidades filosóficas no podría tener, por ejemplo, una persona común y corriente que tome un libro de Algebra Superior será incapaz de captarlo, si es que no tiene la educación matemática suficiente, sin embargo en la filosofía ciertamente hay libros muy complejos que requieren de mucho conocimiento pero también hay libros muy sencillos, Platón es un gran ejemplo casi todos el que no sea un analfabeta puede captar que es lo que quiere hacer Platón. Ahora bien siendo que ya vimos un esbozo de los principales sistemas filosóficos podemos ver que de diferentes posturas se llegan a resultados distintos, para poner una analogía hay siete sabios pero todos son ciegos, entonces a estos sabios les dieron la tarea de describir que es un elefante, cada uno se acerca el primero toca una de las cuatro patas y se da cuenta que es una columna, el siguiente toca los pelos la cola y se da cuenta que es como una escoba, un tercero los colmillos, un cuarto las orejas, quinto la trompa, y así las diferentes partes, entonces al ponerse a discutir los ciegos no pudieron llegar a un consenso sobre qué era eso que habían tocado pues cada uno tenía una referencia material tan distante el uno del otro, nosotros somos como estos ciegos podremos tocar parcialmente la realidad pero nunca conocerla completamente, lo cual no quiere decir que no podamos integrar más o menos unas coordenadas para manejarnos en la realidad, a lo que voy es hay que dejar que el texto se explique por sí mismo, dejar que el que ha tocado la trompa describa su curvatura, textura etc. Pero esta descripción tendrá un lenguaje propio del autor, este lenguaje habrá que tener cuidado de no diluirlo ni de mezclarlo con nuestra experiencia “tocando al elefante”.

Si bien la filosofía es complicada, también entra una contradicción y es que todos filosofamos, todos tenemos creencias sobre que es aquello que guia nuestro destino, cual es la realidad etc. El punto del filósofo es integrar esas partes que pululan la realidad y tratar de totalizarlo, es decir nosotros también somos ciegos pero tenemos descripciones previas y sobre ellas hay que encontrar el equilibrio de la realidad, y aquí viene muy al caso la frase  “No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír” Esto es no hay que entrar en la soberbia que ya lo conocemos todo, ni leer a un filósofo desde nuestro prisma, sino leerle por sí mismo, y encontrar la riqueza de su aportación, y tratar de explicar cuál es el valor de esa riqueza a partir de lo siguiente.

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