Resumen Del Mundo De Sofia
max32116 de Noviembre de 2012
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Uno de los libros que más he disfrutado leer en mi vida no sólo por entretenimiento sino por aprendizaje ha sido "El Mundo de Sofía" de Jostein Gaarder; leer este libro era y es disfrutar amenamente de la historia de la Filosofía.
El personaje principal de esta novela es una niña llamada Sofía que va aprendiendo Filosofía mediante el relato de un maestro filósofo ( Alberto Knox); Sofía va aprendiendo de Alberto sobre la Filosofía Occidental, primero en forma anónima y luego en persona, en medio de una serie de hechos que se suceden en el entorno de Sofía.
Hacen un largo recorrido por todas las teorías y pensamientos de los filósofos y pensadores desde la antiguedad hasta la época moderna, desde Tales hasta Sigmund Freud, pasando por Demócrito, Socrates, Platon, Aristóteles,Jean Paul Sartre etc.
Sofía descubre postales de un hombre noruego que está en el Líbano, el cual trabaja en la ONU, a su hija, la cual se llama Hilde. A la vez, descubre objetos que pertenecen a Hilde (bufanda, moneda, etc.).
Sofía está muy confundida, no lo soporta más, ocultarle todo a las personas que quiere. Primero le cuenta a su amiga Jorunn y luego, mientras aprende sobre la época barroca le cuenta algunas cosas a su madre .
Al final tanto Sofía y Alberto descubren que no son más que personajes del padre de Hilde (Albert Knag) quien vendría a ser como una especie de Dios para ellos, ese descubrimiento se produce a raíz de que el día de cumpleaños de Sofía que es el mismo día que el de Hilde, ésta última recibe un libro titulado "El Mundo de Sofía".
Sofía y Alberto hacen un plan para tener voluntad y escapar del manejo del papá de Hilde, les queda una semana y en ese tiempo les suceden hechos extraños con personajes animados, al final concluyen que ya no estarán pero que de algún modo existirán eternamente... y tenían razón.
De esa excelente novela la parte que más me gusto es la forma didáctica en que Alberto le enseña a Sofía sobre Platón, aqui esa parte del texto:
La Academia de Platón
¡Que bien lo pasamos juntos, Sofía! En Atenas, quiero decir. De
esa forma, al menos, me he presentado. Como también te
presenté a Platón, podemos ir directamente al grano.
Platón(427-347 a. de C.) tenía 29 años cuando a Sócrates le
obligaron a vaciar la copa de veneno. Era discípulo de Sócrates
desde hacía mucho tiempo, y siguió el proceso contra éste muy
de cerca. El hecho de que Atenas fuera capaz de condenar a
muerte a su ciudadano más noble, no sólo le causó una
hondísima impresión, sino que decidiría la dirección que tomaría
toda su actividad filosófica.
Para Platón, la muerte de Sócrates constituía una clara expresión
del contraste que puede haber entre la situación fáctica de la
sociedad y lo que es verdadero o ideal. La primera acción de
Platón como filósofo fue publicar el discurso de defensa de
Sócrates. En el discurso se refiere a lo que Socrates dijo al gran
jurado.
Te acordarás de que el propio Sócrates no escribió nada. Muchos
de los filósofos presocráticos sí habían escrito, el problema es
que la mayoría de esos escritos se ha perdido. En lo que se
refiere a Platón, se cree que se han conservado todas sus obras
principales. (Aparte del discurso de defensa de Sócrates, Platón
escribió una colección entera de cartas, y treinta y cinco
diálogos filosóficos).
El hecho de que estos escritos hayan sido conservados se debe,
en gran parte, a que Platón fundó su propia escuela de filosofía
fuera de Atenas. La escuela estaba situada enuna arboleda que
debía su nombre al héroe mitológico griego Academo.
Por lo tanto, la escuela de filosofía de Platón adquirió
el nombre de Academia. (Desde entonces se han fundado miles
de «academias» por todo el mundo. Incluso hoy hablamos de los
«académicos» y de «materias académicas».)
En la Academia de Platón se enseñaba filosofía, matemáticas y
gimnasia. Aunque «enseñar» no sea, quizás, la palabra
adecuada, ya que también en la Academia de Platón la
conversación viva era lo más importante. Por lo tanto, no es
una casualidad que el diálogo llegara a ser la forma escrita de
Platón.
Lo eternamente verdadero, lo eternamente hermoso
y lo eternamente bueno.
Al principio de este curso de filosofía te dije que, a menudo,
resulta muy útil preguntarse a uno mismo cuál es el proyecto de
un determinado filósofo. De modo que ahora pregunto: ¿qué era
lo que a Platón le interesaba averiguar ante todo?
Resumiendo mucho, podemos decir que a Platón le interesaba la
relación entre lo eterno y lo inalterable, por un lado, y lo que
fluye, por el otro. (¡Es decir, exactamente igual que a los
presocráticos!) Luego dijimos que los sofistas y Sócrates
abandonaron las cuestiones de la filosofía de la naturaleza, para
interesarse más por el ser humano y la sociedad. Sí, eso es
verdad, pero también los sofistas y Sócrates se interesaban, en
cierto modo, por la relación entre lo eterno y lo permanente, por
un lado, y lo que fluye, por el otro. Se interesaron por esta
cuestión en lo que se refiere a la moral de los seres humanos, y a
los ideales o virtudes de la sociedad. Muy resumidamente, se
puede decir que los sofistas pensaban que la cuestión de lo que
es bueno o malo, es algo que cambia de ciudad en ciudad, de
generación en generación, es decir que la cuestión sobre lo
bueno y lo malo es algo que «fluye». Sócrates no podía aceptar
este punto de vista, y opinaba que había unas reglas totalmente
básicas y eternas para lo que es bueno y lo que es malo.
Mediante nuestra razón podemos, todos los seres humanos,
llegar a conocer esas normas inmutables, pues precisamente la
razón de los seres humanos es algo eterno e inmutable.
¿Me sigues, Sofía? Estamos llegando a Platón. A él le interesa lo
que es eterno e inmutable en la naturaleza y lo que es eterno e
inmutable en cuanto a la moral y la sociedad. De hecho, para
Platón, estas son una misma cosa. Intenta captar una propia
«realidad» eterna e inmutable. Y, a decir verdad, precisamente
para eso tenemos a los filósofos. No están para elegir a la chica
más guapa del año, ni los tomates más baratos del jueves (razón
por la cual no son siempre tan famosos).
Los filósofos suelen fruncir el ceño ante asuntos tan vanos y tan
«de actualidad»• Intentan señalar lo que es eternamente
«verdadero», eternamente «hermoso», y eternamente «bueno».
Con esto tenemos, al menos, una vaga idea del proyecto
filosófico de Platón. A partir de ahora, miraremos las cosas una
por una. Intentaremos entender un razonamiento que dejó
profundas huellas en toda la filosofía europea posterior.
El mundo de las ideas
Tanto Empédocles como Demócrito habían señalado que todos
los fenómenos de la naturaleza fluyen, pero que sin embargo,
tiene que haber “algo” que nunca cambie “las cuatro raíces de
todas las cosas” o “los átomos”. Platón sigue este planteamiento,
pero de una manera muy distinta.
Platón opinaba que todo lo que podemos tocar y sentir en la
naturaleza fluye. Es decir, según él, no existen unas pocas que no
se disuelven. Absolutamente todo lo que pertenece al mundo de
los sentidos está formado por una materia que se desgasta con
el tiempo. Pero, a la vez, todo está hecho con un eterno e
inmutable.
¿Lo entiendes? Ah, ¿no...?
¿Por qué todos los caballos son iguales, Sofía? A lo mejor piensas
que no lo son en absoluto. Pero hay algo que todos los caballos
tienen en común, algo que hace que nunca tengamos problemas
para distinguir un caballo de cualquier otro animal. El caballo
individual «fluye», claro está. Puede ser viejo, cojo, y, con el
tiempo, se pondrá enfermo y morirá. Pero el «molde de caballo»
es eterno e inmutable.
Esto quiere decir que, para Platón, lo eterno y lo inmutable no es
una «materia primaria» física. Lo que es eterno e inmutable son
los modelos espirituales o abstractos, a cuya imagen todo está
moldeado.
Déjame precisar: los presocráticos habían dado una explicación,
más o menos razonable, de los cambios en la naturaleza, sin
tener que presumir que algo «cambia» de verdad. En medio del
ciclo de la naturaleza, hay algunas partes mínimas que son
eternas e inmutables y que no se disuelven, pensaban ellos ¡Muy
bien, Sofía! Digo muy bien, pero no podían explicar cómo estas
«partes mínimas», que alguna vez habían sido las piezas para
construir un caballo, de pronto pueden juntarse para formar un
«caballo» completamente nuevo, unos tres o cuatrocientos años
más tarde. O formar un elefante, por usar otro ejemplo, o un
cocodrilo. Lo que quiere decir Platón es que los átomos de
Demócrito nunca pueden llegar a convertirse en un «cocofante»
o un «eledrilo». Precisamente, esto fue lo que puso en marcha su
reflexión filosófica.
Si
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