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¿Sabías que Nietzsche, como todo el mundo, también se hacía propósitos de Año Nuevo?


Enviado por   •  13 de Septiembre de 2021  •  Ensayos  •  1.436 Palabras (6 Páginas)  •  235 Visitas

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¿Sabías que Nietzsche, como todo el mundo, también se hacía propósitos de Año Nuevo? Nietzsche también se hacía sus propósitos, aunque (como veréis) él iba un poquito más allá que todos nosotros y no se estaba por tonterías. En enero de 1882, escribe el siguiente aforismo, titulado "Para el nuevo año": "Hoy en día todo, el mundo se permite expresar su deseo y su más querido pensamiento. Pues bien, también yo quiero decir lo que hoy desearía de mí mismo y qué pensamiento fue el primero que me vino este año al corazón". "¿Cuál es el pensamiento que ha de ser para mí el fundamento, el aval y la dulzura del resto de mi vida? Quiero aprender cada vez más a ver la belleza existente en la necesidad de las cosas –así yo seré uno de los que las embellezcan. Amor fati (…) que éste sea mi amor a partir de ahora. No pretendo hacer la guerra contra lo feo, no pretendo acusar, ni siquiera acusar al que acusa. Que apartar la vista sea mi única negación. Y para decirlo todo y de golpe, quiero ser algún día alguien que sólo sepa decir sí”. ¿Qué está pidiendo Nietzsche en este aforismo? al final lo que dice es que quiere convertirse en alguien "que sólo sepa decir sí". Esto, en el imaginario nietzscheano, corresponde a desarrollar una personalidad que no tenga ningún rencor hacia la vida. Decir "no" a la vida, para Nietzsche, es el mayor de los crímenes. A la vida hay que decirle que sí siempre, por muy dolorosa que sea. El que dice "no" a la vida es un ser débil y enfermo que se niega a sí mismo en esa negación. En cambio, en el decir "sí" está la clave de la salud, del rebosar de vida. ¿Y por qué hay que decir que sí? Pues hay que decir que sí porque la necesidad de las cosas encierra una belleza apabullante. No hay que decir que sí porque sí, sino que hay que decirlo porque la vida es bella. "Amor fati", amor al destino, ése es el lema nietzscheano, el "sí" nietzscheano: aprender a aceptar la vida. Esto es lo que se ha llamado el vitalismo de Nietzsche, que significa que para él la vida es el valor supremo. Si viene alguien a deciros que Nietzsche es un autor relativista que no tiene ningún valor, tenéis mi permiso para decirle que se equivoca, porque no es verdad. El criterio con el que Nietzsche lo valora todo es la vida: el valor es la vida, todo lo que aumenta y fortalece la vida es bueno y todo lo que la debilita y la enferma es malo. Si esto es así, ¿cómo va a ser Nietzsche un autor relativista o amoral o inmoral? Es un moralista de tomo y lomo, lo que pasa es que está desarrollando una moral de la vida, dejando de lado que, a mi entender, no sé qué tipo de moral puede desarrollarse si no es una moral de la vida, pero bueno, eso lo dejamos para otro momento. La crítica que Nietzsche hace al Dios cristiano. Porque, para él, este Dios es la negación completa de la vida. Otra cosa es si tiene razón o no en este análisis, pero daos cuenta de que tiene un criterio para hacer la valoración. El motivo para aceptar o rechazar a Dios es si éste es bueno o malo para la vida, para nuestra vida. Para Nietzsche, la vida puede ser muy dolorosa y terrible, y él personalmente, de hecho, tuvo una vida muy dura, con mucho sufrimiento tanto físico como espiritual. Pero a pesar del sufrimiento, la vida siempre va a tener el carácter de una aventura y valdrá la pena vivirla. A pesar de todo, la vida tiene una tremenda belleza que hace que sea merecedora de nuestro amor. De aquí el decir "sí" a la vida, para no vivir cabizbajos, resignados, derrotados, sino para vivir a lo grande. Sólo amando de esta manera la vida vamos a poder alcanzar prácticamente la gloria, la plenitud de esta misma vida. El amor fati, de todos modos, va un pelín más allá. Como he dicho, literalmente significa "amor al Destino", es decir, amor a lo necesario, a lo que no puede ser de otro modo. Para cumplir este ideal nietzscheano a rajatabla, uno no puede desear cambiar nada en su vida, ni en el pasado ni en el presente ni (si lo supiéramos) en el futuro. Para que se entienda, si en el instante de la muerte vemos toda nuestra vida por entero sin hacerle ascos a ningún episodio concreto, sólo entonces habremos conseguido alcanzar este ideal nietzscheano. No se trata sólo de resignarse ante el destino, de aceptarlo porque, bueno, no se puede hacer otra cosa, sino de amarlo. Amor fati sería algo así como querer que mi vida sea así como es, querer mi vida como es, como ha sido y como será, aceptarla tal cual. Hablar del destino acaba siendo paradójico cuando intentamos meter la libertad, pero la idea es que este amor fati es un modelo existencial, nos ofrece una pauta acerca de cómo vivir. La gracia, entonces, está en vivir de tal modo que yo pueda hacer este amor posible, vivir de tal modo que en el momento de la muerte yo mire atrás a toda mi vida y diga "Volvería a vivirla tal cual, sin cambiar nada, porque es que me lo he pasado genial, he vivido a tope, he amado a tope y he sacado de mí mi mejor yo. Me voy de este mundo satisfecho, sin queja alguna. Si alguien me ofreciera volver a vivir mi vida, la volvería a vivir tal cual, sin cambiar nada". ¿No llamaríamos afortunado a quien pudiera decir esto en el momento de la muerte? Y no es por adelantar temas, pero todo esto tiene que ver con el superhombre y con el eterno retorno, que al final son tesis que se complementan. Pero, bueno, ¿qué os parece esto? ¿Creéis que se puede amar al destino? Algunos autores lo han atacado un poco por aquí, porque dicen que Nietzsche glorifica un tipo de amor que no es el tipo de amor más alto posible, porque estrictamente hablando amar, lo que es amar, sólo se puede amar a una persona, no a un Destino impersonal. También nos podemos preguntar qué espacio le queda al arrepentimiento. Arrepentirse de algo que he hecho, ¿eso es de débiles o, al contrario, se necesita ser fuerte en algún sentido para poder reconocer un error? Otros autores han dicho que a veces el ideal nietzscheano es tan supra humano que acaba siendo inhumano. En fin, Nietzsche, como siempre, da para discutir un montón. En cualquier caso, quedaos con que Nietzsche es un autor que celebra la vida, y esto, cuando normalmente se presenta a Nietzsche como un autor relativista o que no tiene ningún valor, ninguna moral, pues es algo que siempre vale la pena remarcar.

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