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Sobre la mala interpretación del concepto de Súper Hombre (Übermensch) en la filosofía de Nietzsche

luigicorleone88Ensayo27 de Octubre de 2017

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Sobre la mala interpretación del concepto de Súper Hombre (Übermensch) en la filosofía de Nietzsche

Filosofía del siglo XIX

Estudiante: Rosas Hernández, José Luis

Profesora: Patricia Díaz Herrera

13/12/2016

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Sobre la mala interpretación del concepto de Súper Hombre (Übermensch) en la filosofía de Nietzsche

En el presente trabajo nos proponemos a tratar el concepto de Súper Hombre en la filosofía del filósofo del siglo XIX Friedrich  Nietzsche (1844-1900). La tesis que sostenemos y que más abajo nos dedicaremos a demostrar es la siguiente: el concepto de súper hombre y la justificación del Nacional Socialismo a partir de este concepto, no es más que una mala exégesis de la filosofía de Nietzsche.

La metodología que hemos decidido seguir para llevar a cabo nuestra meta versa de la siguiente forma: en primer lugar vamos a exponer como es que el nacional socialismo adopta la filosofía de Nietzsche y la transporta a su terreno ideológico. En segundo lugar vamos a presentar rasgos capitales de la vida de Nietzsche  que refutan su acercamiento a un pensamiento antisemita. Finalmente procedemos a realizar una reconstrucción de  aquellos temas que forman parte de la propuesta filosófica de Nietzsche, esto es a saber: muerte de Dios, eterno retorno y voluntad de poder. La lógica de realizar la reconstrucción de estos temas, responde a nuestra convicción de que dichos temas van concadenados, y que al final la comprensión de cada uno de ellos nos conduce a la comprensión del súper hombre.

Nietzsche es uno de los filósofos más importantes del siglo XIX. Sin embargo el reconocimiento de su obra se da hasta después de su muerte. Mucho se ha escrito sobre su legado y en distintas corrientes de pensamiento se ha tratado de encasillar su obra. Para ello a veces se han seguido de forma literal sus aforismos, en otras ocasiones se cortan párrafos de su obra o se le cita en una forma descontextualizada. El anarquismo individualista y corrientes veganas han sido algunas corrientes de pensamiento que se han apropiado del pensamiento del autor del Caminante y su Sombra. Consideramos que la exégesis de estas dos corrientes de pensamiento, son en cierto sentido genuinas, pues la vida y obra de Nietzsche se corresponde en cierto grado con ellas.

Por otro lado, el nazismo también ha tratado de trasladar la obra de Nietzsche a sus terrenos ideológicos. Se cree que Hitler conoció la obra de Nietzsche cuando paso cinco años en Viena[1]. Esta afirmación parece plausible, pues como ya dijimos más arriba, la obra de Nietzsche comenzó a propagarse post mortem. Se ha afirmado que la obra de Nietzsche superó a la obra del propio  Marx en cuanto a su difusión en las bibliotecas de Viena, esto según reveló una encuesta a trabajadores en la cual se afirmó que eran más solicitados los libros del primero.[2] Bajo este criterio es que podemos bien deducir que Hitler tuvo un acercamiento a la obra de Nietzsche, considerando que éste  visitaba de manera  constante las bibliotecas vienesas y a su pasión por la lectura. Así habló Zaratustra se  convirtió además en objeto del equipaje de los soldados alemanes durante la gran guerra.[3] Recordemos la participación de Hitler en la primera guerra mundial. 

Autores como Hirschberger suelen realizar una conjunción entre la filosofía de Nietzsche y el Nacional Socialismo colocando como punto de encuentro el “biologismo” que circunda la filosofía de Nietzsche[4]. Es en este punto donde parece que el Nacional Socialismo penetra más en el pensamiento de Nietzsche; pues es bien sabida la relación entre la compasión y el vitalismo nietzscheano. Esto es tema recurrente, y aquí vamos a extraer una cita que bien puede ilustrar a lo que aquí afirmamos –aunque sólo sea de manera parcial- sobre el pensamiento de Nietzsche y el nacional socialismo:

La compasión es una disipación del sentimiento, un parásito dañino de la salud moral; es imposible que sea un deber aumentar el mal en la tierra. Cuando sólo se hace el bien por compasión, en realidad no nos hacemos bien más que a nosotros mismos y no a los demás. La compasión no se refiere a las máximas, sino a los efectos; es patológica. El dolor ajeno nos contagia, la compasión es un contagio.[5]

Estaría de sobra mencionar todos los casos en que los agentes de las SS o el ejército nazi mostraron una falta de compasión en contra de aquellos que consideraban sus adversarios o aquellos que consideraban de raza inferior. No obstante, mencionaremos sólo dos situaciones donde la compasión para con los demás fueron inexistentes, una será un hecho concreto y la segunda serán una declaración que el  Führer haría. En primer lugar, es de conocimiento universal toda la muerte que rodeaba los muros de los campos de concentración. En Auschwits por ejemplo, se asesinó (dio solución final) a cerca de un millón trescientas mil personas, en su mayoría judíos. A otros tantos se les obligó a  trabajar hasta el último día de su vida en situaciones completamente inhumanas.

La otra forma en que se puede notar la influencia del Nietzsche en Hitler –producto claro de una mala exégesis- es en un discurso en la ciudad de  Nuremberg:

Hitler no tenía conciencia. En una conversación revelada en Nuremberg, que se sacó de las anotaciones tomadas por Hermann Rauschning, dice: -Libraré a los seres humanos de la sucia, denigrante y venenosa locura... llamada conciencia y moral.[6]

Consideramos que hasta aquí hemos dado cuenta de cómo es que el nazismo adapto algunas concepciones capitales de la filosofía de Nietzsche. En los parágrafos siguientes destacaremos de manera breve algunos sucesos claves sobre la biografía del filósofo, a modo de refutar sus intenciones, si bien no nazis[7] si como antisemita. Esto a modo de seguir la sugerencia de Jaspers quien afirma:

[…] la ocupación con el pensar de Nietzsche exige simultáneamente y en primer lugar, el trato con la realidad de la vida de Nietzsche. Para ver el contenido inseparable de su vida y pensamiento, debemos tener en cuenta sus vivencias y su conducta, dentro de determinadas situaciones.[8]

Friedrich Nietzsche nació en Röcken el 15 de octubre de 1844 bajo el seno de una familia protestante. Desde pequeño mostró habilidades para la música, sin embargo, expertos como su amigo Richard Wagner consideraron que no escalaría muy alto si seguía la música como forma de vida. Nietzsche lidió con diversas enfermedades durante toda su vida. En el año de 1869  Nietzsche decide participar como enfermero voluntario en la guerra franco-prusiana, empero su participación  es efímera debido a que adquiere difteria y disentería.[9] 

El problema de la miopía en Nietzsche se agudizo en los años en que preparaba su obra Aurora entre 1880 y 1881 en la fría ciudad de Génova. Stefan Sweig retrata la vida de Nietzsche en Génova de la siguiente forma:

[…] la campana había llamado ya a comer. Entra un hombre de espaldas cargadas de silueta imprecisa; su paso es incierto  porque  Nietzsche que tiene “seis séptimas de ciego, anda casi tanteando, como si saliese de una caverna  [sus] ojos se ven a través de unos cristales gruesos, extraordinariamente gruesos.[10]

 Nietzsche padeció de dolores de cabeza durante toda su vida. En mayo de 1879 renuncia a su cargo de profesor tras padecer dichos dolores en forma descomunal. Desafortunadamente nunca se pudo determinar la enfermedad de Nietzsche, sin embargo se han lanzado diversas hipótesis al respecto: Se ha hablado por ejemplo de migraña; de un proceso psiconeurótico producto de la ruptura con Wagner y a veces de un sistema patológico orgánico del sistema nervioso.[11] 

Finalmente el ocho de enero, el teólogo Franz Overbeck, amigo de Nietzsche encuentra a este último hundido en la demencia en la ciudad italiana de Turín. “[…] replegado en el extremo de un sofá –indica Overbeck- se precipitó sobre mí, me abrazó con ardor y volvió a sumergirse en el extremo del sofá”[12]

Como ya apuntamos más arriba, es necesario seguir la vida del autor para entender su vivencia plasmada en su obra. En  este sentido, consideramos que gran parte del “vitalismo” de Nietzsche, surgió  de sus anhelos de afirmar  la vida, pese a sus condiciones de enfermedad. Esto lo podemos observar en  una carta enviada a Karl Hillebrand donde le comunica sobre su nueva  obra (Así Habló Zaratustra) y donde indica lo siguiente: Todo lo que he pensado, sufrido y anhelado se encuentra aquí y de tal forma que hace que mi vida aspire aspire a aparecer como justificada.[13]

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