Una Linea Muy Delgada
violasam5 de Septiembre de 2012
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICO EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO BARQUISIMETO
“DR. LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA”
Programa de Profesionalización
Ejecución de proyectos
Una Línea muy Delgada
Participantes:
Samuel E. Parra Báez
C. I. : V.- 7.575.191
Gabriel Gutierrez Rivas
C.I. : V.- 19.590.699
Abril de 2012
UNA LINEA MUY DELGADA
Al comenzar a escribir sobre este tema, recordamos cómo ha sido nuestras vidas en cada uno de los roles que hemos desempeñado y desempeñamos hasta el momento. Evocamos los instantes en que los maestros de la escuela comenzaban a mostrarnos las primeras letras hasta llegar a construir sílabas, palabras, frases, oraciones. Estábamos construyendo el conocimiento, un conocimiento que a su vez era castrado por los mismos maestros que nos enseñaban a leer y a ordenar ideas pero que a la vez no nos permitían decir lo que pensábamos. Nuestro punto de vista no podía ser expresado porque sólo el maestro tenía la razón.
Cómo olvidar cuando nuestros padres o parientes adultos decían: “Cuando los grandes hablan, los chiquitos se callan” o en el peor de los casos frases como: “Los chiquitos se van”. Así fuimos creciendo llenos de confusiones, de allí que nos preguntamos: ¿Nuestros padres nos enseñaron a hablar pero no siempre podíamos hacerlo?; ¿Los maestros de la escuela nos enseñaron a leer, escribir y redactar pero nuestras ideas no siempre eran respetadas, por el contrario se imponía el criterio del maestro por encima del nuestro?
Al llegar a bachillerato pensamos que la cosa cambiaría, “Por fin llegamos al liceo, ahora sí podremos expresarnos”. Pues no, allí todo era más de lo mismo, entonces llego la música a nuestras vidas y con ella el Maestro José Antonio Abreu. Sin conocer personalmente a este Señor sus ideas motivaron aquel momento, comenzamos a expresarnos como queríamos, uno con el violín y el otro con la trompeta. sin conocer la palabra valores comenzamos a ser solidarios, disciplinados, constantes, amigos, responsables y todo en función del bien común llamado Orquesta Juvenil de San Felipe”.
A partir de ese mágico momento comprendimos por qué un ser humano que no habíamos visto jamás inspiraba en nosotros todo aquello que había sido castrado en la escuela y en nuestros hogares. El maestro Abreu es lo que los filósofos llaman un líder transformador, de allí la frase filosófica del Sistema de Orquestas y su lema “Tocar y Luchar”. Transformar al niño, es transformar su entorno, su barrio, escuela, estado, país, su universo entero, todo esto se logra basándose en el respeto y la tolerancia al otro teniendo como norte siempre la excelencia.
En los actuales momentos de nuestras vidas, analizando cuando la profesora del curso “Ejecución de Proyecto” nos asignó la elaboración de este ensayo, nos dimos cuenta que siempre hemos tenido en el salón de clases a “pequeños jefes” y en oportunidades hasta “pequeños dictadores” y cuando hablamos de pequeños nos referimos al espacio reducido del salón de clases, lo que quiere decir que una escuela tiene aproximadamente 30 dictadores dirigidos por el dictador mayor (El Director).
Las Universidades no escapan de esta realidad, aunque hablan de humanismo y horizontalidad en el proceso enseñanza-aprendizaje, en la mayoría de los casos no lo practican, siguen prefiriendo la estructura piramidal donde sólo el profesor tiene la razón y ven al estudiante como alguien que compite contra ellos, nada más lejos de la realidad, ya que según nuestro punto de vista el proceso “enseñanza-aprendizaje”
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