Valor Templanza
rasasali14 de Marzo de 2014
805 Palabras (4 Páginas)351 Visitas
TEMPLANZA
EL REY MIDAS
NARRADOR… Midas era un rey que tenía más oro que nadie en el mundo, pero nunca le parecía suficiente. Siempre ansiaba tener más. Pasaba las horas contemplando sus tesoros, y los recontaba una y otra vez. Un día se le apareció un personaje desconocido, de reluciente atuendo blanco. Midas se sobresaltó, pero enseguida comenzaron a hablar, y el rey le confió que nunca estaba satisfecho con lo que tenía y que pensaba constantemente en cómo obtener más aún.
REY MIDAS… "Ojalá todo lo que tocara se transformase en oro", concluyó.
GENIECILLO… "¿De veras quieres eso, rey Midas?"
REY MIDAS… "Por supuesto."
GENIECILLO… "Entonces, se cumplirá tu deseo"
NARRADOR… Entonces el geniecillo desaparecio.
NARRADOR… El don le fue concedido, pero las cosas no salieron como el viejo monarca había soñado. Todo lo que tocaba se convertía en oro, incluso la comida y bebida que intentaba llevarse a la boca. Asustado, tomó en brazos a su hija pequeña, y al momento se transformó en una hermosa estatua dorada. Sus criados huían de él para no correr la misma suerte.
Viéndose así, convertido en el hombre más rico del mundo y, al tiempo, en el más desgraciado y pobre de todos, consumido por el hambre y la sed, condenado a morir amargamente, comprendió su necedad y rompió a llorar.
GENIECILLO… "¿Eres feliz, rey Midas?"
NARRADOR… se oyó una voz. Al volverse, vio de nuevo al geniecillo y Midas repuso:
REY MIDAS… "¡Soy el hombre más desgraciado del mundo!"
GENIECILLO… "Pero si tienes lo que más querías"
REY MIDAS… "Sí, pero he perdido lo que en realidad tenía más valor."
NARRADOR… El genio se apiadó del pobre monarca y le mandó sumergirse en las aguas de un río, para purificarse de su maleficio. Así lo hizo y todo volvió a la normalidad, junto con su pequeña hija. A partir de entonces, nunca más se dejó seducir por la codicia y el afán de riquezas.
REFLEXION
Q LES ENSEÑO ESTE CUENTO
Q S LA TEMPLANZA, PARA USTEDS… La templanza es la virtud cardinal (virtudes cardinales: justicia, prudencia, fortaleza y templanza) que recomienda moderación en la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. En un sentido más amplio, los académicos la definen como sinónimo de "moderación, sobriedad y continencia
CREEN QUE EL REY MIDAS TUVO TEMPLANZA EN SU VIDA. XQ
La vieja historia del rey Midas se ha interpretado siempre como una aleccionadora invitación a la templanza. Sólo el que vive con una cierta austeridad, sin esclavizarse por los deseos de poseer y atesorar, es capaz de disfrutar realmente las cosas y alcanzar una felicidad duradera.
La familia es quizá el mejor ámbito para cultivar la templanza. Educar en este valor impulsa al hombre por encima de lo material, le hace más lúcido, más apto para entender otras realidades. En cambio, la destemplanza ata al hombre a su propia debilidad. Por eso, quienes educan a sus hijos en un torpe afán de satisfacerles todos sus deseos, les hacen un daño grande. Es una condescendencia que puede nacer del cariño, pero que también –y quizá más frecuentemente– nace del egoísmo, del deseo de ahorrarse el esfuerzo que supone educar bien. Como la dinámica del consumismo es de por sí insaciable, caer en ese error lleva a las personas a estilos de vida caprichosos y antojadizos, y les introduce en una espiral de búsqueda constante de comodidad. Se les evitan los sufrimientos normales de la vida, y se encuentran luego débiles y mal acostumbrados, con una de las hipotecas
...