ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Velázquez y Foucault


Enviado por   •  20 de Mayo de 2016  •  Ensayos  •  561 Palabras (3 Páginas)  •  148 Visitas

Página 1 de 3

Foucault y Las Meninas de Velázquez

“Ninguna mirada es estable (…) el espectador y el modelo cambian su papel hasta el infinito” Foucault describe así el juego entre obra y espectador que Diego Velázquez creó con “Las Meninas”, levantando preguntas que se centran en la realidad y la ilusión que las miradas crean a través de la pintura. Hay una relación paradójica entre la realidad y la representación, pues si bien Velázquez, representándose a sí mismo en la pintura, podría estar pintando a los reyes de España, compone su obra de modo tal en el que pareciese que está observando al espectador; su mirada es atenta y a todas luces escudriña su objetivo. Por otra parte, el espectador tiene casi nula certeza de lo que está pintando, pues el lienzo está de espaldas y sólo podemos fiarnos de la vaga impresión que yace en el reflejo de un espejo, que pareciera pasado por alto por cada uno de los integrantes de la obra.

        Foucault nos dice que hay una superposición entre la mirada del modelo, la del espectador y la del pintor, los tres observan la misma escena recreada en la pintura a diferentes tiempos, más desde el mismo lugar en el espacio; los reyes que bien pueden ser los modelos, observan mientras están siendo retratados, Velázquez, que es el creador de la obra y los espectadores, que ya observamos la pieza terminada. Asignando estos papeles, también podemos observar que las tres partes están siendo ya representadas en la misma pintura, puesto que los modelos se aprecian en el reflejo antes mencionado, Velázquez está retratado al lado izquierdo, junto al lienzo y los espectadores, nuestro papel, asignado en el aposentador, a los pies de la escalera.

        La ilusión y la realidad se mezclan, puesto que, inteligentemente, el lienzo sobre el que pinta (o habrá de pintar) Velázquez, rompe con la trayectoria entre el espejo y el los modelos; como espectadores, sólo desde nuestra perspectiva podríamos observar el reflejo en el espejo de los reyes, más ellos mismos, desde su posición, no podrían alcanzar a verse en él.

        Foucault podría hacer un paralelismo entre la complejidad de perspectivas en la pintura de Velázquez y las múltiples formas en las que el yo toma forma a partir de quien lo observa; es en el espejo donde encuentro el elemento más interesante en la presente idea. Yo no existo sin Otro que esté ahí para dar cuenta de mi existencia, y es en el Otro en quien encuentro mi reflejo. Es el espejo, que de modo literal y representacional, da cuenta y ofrece la única pista sobre el posible modelo que Velázquez pinta sobre el lienzo. Y es en el espejo en el que podríamos vernos, de estar en el lugar del modelo y al ser plasmados en la pintura.

        Es la figura del sujeto con la que juega Velázquez, y es sobre de ella que Foucault hace todo el análisis; es el punto fuerte, aquél que tiene el dominio de la composición y que, paradójicamente, sólo podemos advertirla al fondo, representada tristemente en un espejo que podríamos denominar diminuto. Es la casi ausencia de una fuente sobre la cual, toda representación se construye.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.1 Kb)   pdf (77.1 Kb)   docx (9 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com