Vida autentica

“La esencia del hombre está en las respuestas, no en las preguntas”

Erick Fromm

A lo largo de la historia se ha concebido al hombre a si mismo mediante un conjunto de atributos, que aunque no lo parezca, no establece su esencia como tal. Diversos estudiosos, pensadores y filósofos han estudiado al hombre en cuanto a su esencia en diferentes épocas de la historia, Fromm en su texto relata cuatro concepciones que se tiene sobre la “naturaleza humana”.

La primera concibe al hombre como un ser racional. La segunda lo comprende como un ser social, refiriéndose al hecho de que la existencia del hombre requiere de una organización social para así desarrollarse. La tercera concibe al hombre como animal, el cual puede producir a través de diversas herramientas y la cuarta concepción, comprende al hombre como ser capaz de producir símbolos, es decir, el lenguaje, el cual le permite tener una comunicación, pensar, etc..

Debido a los diferentes estudios llevados a cabo acerca de la esencia del hombre, se ha podido afirmar que el hombre no es completamente definible, por cuanto está en permanentes cambios, sin embargo aquellos “atributos esenciales” pueden aproximar a una visión más allá de lo que puede considerarse su naturaleza.

Fromm expone a modo de pregunta: “¿existe más allá de estos atributos generales, algo que se pueda denominar naturaleza humana o esencia del hombre?”. Se puede decir entonces que es relevante estudiar al hombre en toda su “concreación”, como refiere el texto, es decir su mundo tanto físico como social, relacionándolo a su vez con lo que diversos filósofos han afirmado, que debe percibirse la esencia del hombre en cuanto a que este es el autor de su propia historia.

Cuando Fromm afirma que la esencia del hombre está en las preguntas, no en las respuestas, se refiere específicamente al hecho de que así como existe en el hombre algo constante, firme; existen elementos alternos, variables que dan paso a lo novedoso, creativo, productivo, al desarrollo de la conciencia y que así como el hombre habita en la naturaleza también la trasciende.

Daniel Ocampo

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