Y El Mono Se Convirtio En Hombre

El mono se convirtió hombre

El propósito general de este libro no es validar la hipótesis de evolución que nos propone la ciencia, ya que este tema ha causado mucha controversia entre religiosos y científicos, lo que este libro quiere proyectarnos es ver si es posible desde el punto de vista especulativo comprobar la teoría evolucionista del ser humano, en correlación con la teoría de revelación que nos propone la fe cristiana de la creación del hombre a partir de la imagen y semejanza de Dios, pues la teoría propuesta por Charles Darwin puede tener cierta relación con la revelación divina, por ello se acepta que la teoría o hipótesis evolucionista es científicamente valida, esto nos quiere decir que puede ser factible que la vida se haya creado a partir de la materia inanimada, como así también el origen de todas las especies vegetales y animales y en todo caso podemos incluir al hombre a partir de una o más formas de vida que originalmente ya existían, mediante cambios en su estructura genética y la capacidad de adaptación que nos explica el científico Darwin mediante la selección natural.

Por otra parte si la teoría evolucionista no es del todo científicamente aceptada se debe al poco sentido de su planteamiento, pero ya que un grupo de autores aceptan la teoría evolucionista como un hecho demostrable, como teoría o como una hipótesis digna de consideración y dado que el tema es muy trascendental, deberíamos de ser pertinentes a lo que se nos plantea a continuación.

El hecho de la teoría evolucionista con sus inevitables consecuencias filosóficas, está tomada como un tema obligatorio en los niveles de estudio aun sabiendo que esto podría causar una confusión entre los alumnos que apoyan la doctrina católica-cristiana, de hecho si tomamos un libro de biología podemos encontrar esta teoría evolucionista y no podemos tomar una postura ante ella.

El principal problema que plantea entre la teoría científica y la religiosa es en relación del origen y naturaleza del ser humano, en ambas teorías se hablan afirmaciones meramente concretas, de ahí parte la confusión entre estas dos teorías, que siempre causa duda o controversia, estas dudas son causadas por los diferentes autores que apoyan la teoría evolucionista, pues una hipótesis que no es realmente definida no puede entrar en vigor, esto viene desde la herencia de Darwin también conocido el maestro del arte del zafar, mediante el uso ambiguo de términos y el argumento. Existen distintas posturas sobre el tema, por una parte se encuentran aquello que piensan que no debería ni existe un conflicto entre la ciencia y la fe, y para ser precisos nos referimos entre el evolucionismo y el cristianismo, esto se aclara en varios libros estudiantiles respaldada por mismos evolucionistas, con lo cual los creyentes quedamos en presencia de la más pura prosapia tomista, pero por otro lado estos autores la mayoría de la veces olvidan decir las razones del porque afirman lo que afirman, pues esta razón se debe a un principio que dice que “La verdad no se puede contradecir a sí misma” que en varios casos, los evolucionistas no parecen estar del todo acuerdo.

La verdadera y única razón por la cual la mayoría de los autores afirman la inexistencia de un conflicto entre la fe y la religión, es que para ellos y para nosotros la fe y la ciencia no se pueden mezclar, por lo tanto estas dos posturas no se pueden colisionar, de aquí lo que trae por consecuencia es que para la mayoría de los autores la ciencia forma parte del conocimiento y la fe es un sentimiento, en otros términos más concretos lo relacionan de la siguiente manera: ciencia es igual a verdad, y la fe es fantasía.

Por otra parte hay quienes dicen que no existe un conflicto si no que la evolución misma es un plan de Dios, pero no podemos analizar estos puntas de vista, ya que lo que se quiere es crear una armonía o relacionar la postura evolucionista y la teoría cristiana de la revelación de la creación del hombre por parte de Dios. Hoy en día no es difícil escuchar por parte de los creyentes, y en especial en los clérigos

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