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Y El Mono Se Convirtio En Hombre


Enviado por   •  10 de Febrero de 2013  •  2.634 Palabras (11 Páginas)  •  575 Visitas

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El Meollo de la Cuestión.

Confusión creada por los propios autores evolucionistas, en parte por el merengue que tienen en el caletre y también, en buena medida, como una forma de evitar la refutación. Pues una hipótesis vagamente definida, no puede ser sometida al rigor de la contrastación experimental ni tampoco a la crítica del razonamiento lógico.

Las distintas Posturas.

Por un lado están aquellos que sostienen enfáticamente que no existe, ni puede existir el mas mínimo conflicto entre ciencia y fe, y más precisamente entre el evolucionismo y el Cristianismo. La verdadera razón por la cual no puede existir un conflicto entre la fe y la ciencia, es que la verdad no se puede contradecir a sí misma.

Existen también los que sostienen que no existe el más mínimo conflicto entre el evolucionismo y el Cristianismo, sino que la evolución sería el mismísimo plan salvífico de Dios. Sino que gracias a la evolución, el Dios cósmico nos va llevando a todos, creyentes, y no creyentes, justos e injustos, a la consumación final del punto Omega cosmogenesis y Cristogenesis, se incorpora al humano en la plenitud del mundo tecnificado y socializado.

El Mito de los Dos Evolucionismos

Existirían dos tipos de evolucionismos: uno radical, materialista, es decir que sería incompatible con la fe cristiana. Y existiría otro, que sería; el evolucionismo, que sería no solo compatible con la fe cristiana sino, mucho más revelador que la magnificencia y sabiduría divinas, que esa postura llamada creacionismo, propia tan solode protestantes fundamentalistas y católicos subdesarrollados intelectualmente.

El evolucionismo moderado se distinguía del radica en tres aspectos;

1.- El proceso evolutivo habría tenido un fin querido por Dios; la aparición del hombre.

2.- Todos los seres humanos se habrían originado de un solo par.

3.- Solamente el cuerpo del hombre habría sido producto de la evolución y no su alma, la cual sería creada inmediatamente por Dios.

Todo es cuestión de depurar al evolucionismo de sus contaminaciones materialistas, que serían producto de circunstancias históricas y personales, pero de ninguna manera un elemento estructural de esta hipótesis.

Evolución y Finalidad.

Dios habría dispuesto las leyes de la naturaleza de manera tal, que la materia inanimada pudiera producir una bacteria, digamos, y que esta bacteria habría podido a través de toda la variedad de seres intermedios evolucionar hasta mono y finalmente hasta el hombre.

Dios, al disponer las leyes de la naturaleza, tenía ya en su mente la idea del hombre. Objetivo final de la evolución.

George Gaylord Simpson, se encarga de esclarecer el punto a los evolucionistas confundidos, con estas palabras;

La evolución no es finalista… El hombre es el resultado impensado de un proceso materialista carente de objetivos; no fue planeado. El hombre no era, evidentemente, el objetivo de la evolución. No podía estar planeando, en una operación totalmente desprovista del planes.

Stephen Jay Gould;

Consideramos al Homo Sapiens comoun minúsculo e impredecible vástago del copiosamente ramificado árbol de la vida; un feliz accidente del último instante geológico, sumamente improbable de aparecer otra vez, si pudiéramos hacer crecer nuevamente el árbol de la semilla.

Jaques Monod;

El hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del universo, de donde ha emergido por azar.

Julian Huxley;

Darwin demostró que no era necesario ningún planificador sobrenatural; no había espacio para ninguna acción sobrenatural en su evolución.

Ernst Mayr;

El nuevo modelo explicativo reemplazó la teología planificada, por el proceso fortuito de la selección natural. Esto requirió un nuevo concepto de Dios y una nueva base para la religión.

Algunos sostienen que si bien las modificaciones son al azar, la selección natural, actuando en una segunda etapa, filtraría ese azar, dando dirección al proceso.

Ahora bien, finalidad y azar son diferentes conceptos, contradictorios y excluyentes; si hay azar no hay finalidad, y si no hay finalidad no hay azar; pero al no haber azar, no hay evolucionismo.

Además al no haber forma sustancial, lo único que queda es la materia extensa, solo susceptible de modificaciones puramente mecánicas. Como las mutaciones.

La finalidad universal o extrínseca, no se puede demostrar científicamente, ya que es un postulado filosófico, pero tampoco se puede negar.

La negación de la forma sustancial lleva necesariamente a la negación de la causa final. Y por consiguiente todo es producto del azar.

El ¿para qué? No se puede separar del ¿cómo? De manera que si no hay fin tampoco puede haber acción. Y si no podemos establecer el principio de causalidad caemos otra vez en el azar como explicación de los fenómenos.

Evolucionismo y Monogenismo.

El monofiletismo es aceptado universalmente por todos los científicos, evolucionistas, o no evolucionistas. No así que el monogenismo no es aceptado por los evolucionistas.

De acuerdo con el dogma Darwinista, el hombre desciende del mono. En contexto la hipótesis Darwinista, el supuesto antecesor común no es, ni puede ser otra cosa que un mono.

En ningún momento un mono, o un mono y una mona se habrían transformado en seres humanos, sino que manadas de monos en distintas partes del mundo, habrían dado origen a seres humanos.

Esto destruye de raíz el monogenismo.

El pecado original, si no hubo una primera humana, como pretende el Darwinismo, se hace insostenible el dogma del pecado original. La creación de Eva a partir de Adán significa únicamente la igualdad de los sexos, en fin, que todo es simbólico.

Pero en fin, esto nos indica que el evolucionismo y el pecado original no se pueden conciliar. Si desde el punto de vista teológico se puede compatibilizar el dogma del pecado original con el poligenismo, entonces se puede

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